Una investigación antropofísica de vanguardia facilita la identificación de los delincuentes
Del lápiz a la tecnología digital
Billy the Kid, el Tigre de Santa Julia, Jack el destripador y el Goyo Cárdenas son algunos bandoleros, ladrones y asesinos que fueron buscados y/o capturados gracias a los retratos a lápiz hechos con base en descripciones orales de sus víctimas o de los testigos de sus fechorías.
Hoy en día, a más de un siglo de que Alphonse Bertillon instaurara en Francia, en 1870, un sistema de medidas del cuerpo humano para la identificación de personas —conocido y usado por la policía en todo el mundo como “retrato hablado”— diversos países cuentan con sistemas automatizados para realizar esta tarea criminalística de forma más rápida y eficaz. México es uno de ellos.

Desde 1997, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJ-DF) trabaja en el área forense con un sistema de retrato hablado asistido por computadora, conocido como La cara del mexicano.
Un sistema único con sello UNAM
Este sistema, desarrollado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM y la PGJ-DF, está a la vanguardia en comparación con los existentes en Alemania, Francia, España, Estados Unidos e Israel. No sólo destaca por su capacidad computacional, sino por la investigación científica en la que se sustenta, explican los doctores María Villanueva y Carlos Serrano, del IIA.
La cara del mexicano se realizó con base en una investigación antropofísica —es decir, de medición de los rasgos físicos de los individuos— de manera que las características registradas fueran representativas de nuestra población. A diferencia de este enfoque, los mecanismos criminalísticos usados en Europa y Estados Unidos se basan únicamente en archivos policiacos de fotografías de los delincuentes, que no necesariamente reflejan la diversidad de la población.
Otra ventaja es que La cara del mexicano fue desarrollada usando programas de cómputo comerciales, a diferencia de otros sistemas que emplean programas diseñados exclusivamente para esa función, lo cual lo hace más económico, flexible y fácil de utilizar y actualizar.
Tras la pista: cómo comenzó el proyecto
Este proyecto surgió por la necesidad de la PGJ-DF de sustituir el sistema de retrato hablado hecho a lápiz por artistas por un sistema moderno computarizado que permitiera imágenes más realistas, con características morfológicas faciales propias de la población mexicana. Por ello, no era recomendable adquirir uno en otro país.
Así, por iniciativa del antropólogo Arturo Romano —uno de los pioneros de la Antropología Forense en México y colaborador de la PGJ-DF—, de 1993 a 1996 un equipo de antropólogos y un ingeniero en cómputo se dieron a la tarea de identificar los rasgos faciales típicos de los mexicanos.
La investigación se planteó con dos vertientes:
- una antropológica, sobre las características físicas del mestizaje en México;
- y otra práctica, orientada a crear una base de datos computarizada para realizar retratos hablados.
La pesquisa: un rostro compuesto desde el país
El rastreo de los rasgos faciales promedio de los mexicanos se realizó en distintas entidades federativas, tomando en cuenta la gran variabilidad de la población: una raíz indígena, grupos con rasgos europeos predominantes y una población mestiza que además posee elementos africanos.
Con base en esa diversidad y en la experiencia de la antropología física en México, se seleccionaron regiones del país que aportarían imágenes representativas:
- Yucatán, por sus características indígenas mayas;
- Jalisco y Sonora, con rasgos europeos y mestizaje;
- Colima y Estado de México, como zonas intermedias.
Las imágenes se obtuvieron mediante fotografías frontales y de perfil izquierdo de 2,890 individuos, de entre 18 y 70 años: 55.5% hombres y 44.5% mujeres. El doctor Serrano señala que aunque no es una muestra estadísticamente representativa, sí cubre la gama de variaciones faciales en la población mexicana.
Cada retrato fue tomado en condiciones idénticas: mismo tipo de cámara, lente, filtro, iluminación, fondo, distancia y ángulo.
También se registraron para cada sujeto:
- Tipo y color de cabello
- Color de ojos y piel (según escalas predefinidas)
- Lugar de nacimiento del individuo, padres y abuelos
Estos datos adicionales, indica el doctor Serrano, también serán usados en futuras investigaciones de antropología física, junto con datos sociodemográficos.
Rasgos, medidas y patrones
Con las medidas morfológicas de todas las fotografías —calibradas con una escala en centímetros colocada al fondo— se establecieron los tipos más frecuentes de:
- formas de cara, cejas, narices, bocas
- arrugas, calvicie, acné, pecas, cicatrices
- grado de expresividad del rostro
Posteriormente se aplicó un análisis estadístico para definir la gama de formas y características, así como el rostro promedio del mexicano. El de la mexicana está aún en proceso.

Se busca: uso y operación del sistema
En la siguiente fase, con participación de Karl F. Link y Jesús Luy (IIA y PGJ-DF), se digitalizaron y midieron las imágenes, seleccionando los rasgos útiles para los retratos hablados.
El resultado fue un CD con acervo visual operable desde Photoshop. Para crear un retrato:
- Se elige la forma de la cara.
- Se combinan cejas, boca, orejas, arrugas, canas, etc., a partir de bancos de datos con 50 variantes por sexo.
- El operador obtiene así la imagen más aproximada al sujeto descrito.
La cara del mexicano es un auténtico compendio de las características físicas del rostro típicas de México.
Según los doctores Villanueva y Serrano, el sistema es completo y seguro para uso judicial, y su aplicación constante permitirá ajustarlo a cambios de moda: peinados, gafas, accesorios, etc.
¿Qué es la antropología física?
La antropología física estudia las características biológicas del ser humano y su relación con otras especies. Está estrechamente ligada a la medicina, la biología y la estadística.
Sus orígenes se remontan al siglo XVII, cuando se intentó clasificar las “variedades humanas” desde una perspectiva zoológica. En el siglo XIX, la antropología física se vinculó con la anatomía y definió sus principales objetos de estudio:
- Diversidad racial
- Anatomía comparada
- Evolución humana
Durante el siglo XX se enriqueció con la genética y otras disciplinas científicas que permitieron estudiar con mayor profundidad las dinámicas poblacionales.
Lo que sigue: ciencia para la justicia
Hoy, el sistema se utiliza solo en la PGJ-DF, pero se planea expandir su uso a:
- Comisión Nacional de los Derechos Humanos
- Gobierno del DF
- Procuradurías estatales
- Delegaciones
Además, se espera que con las ventas del sistema se financien nuevas investigaciones, como el estudio del envejecimiento desde la infancia, útil para localizar menores perdidos durante años.

La doctora Villanueva, por su parte, desarrolla un estudio sobre morfología facial, midiendo tres áreas del rostro:
- cerebral (frente),
- respiratoria (ceja a base de la nariz),
- digestiva (boca).
Explica que, según investigaciones de décadas, estas proporciones se relacionan con el tipo corporal:
- Frente amplia: personas delgadas.
- Área respiratoria dominante: cuerpos musculosos.
- Boca dominante: individuos “llenitos”.
El doctor Serrano añade que el equipo realizará más estudios para comprender mejor el proceso del mestizaje en México, sobre el cual aún persisten interrogantes.