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Rentas disparadas en CDMX: medidas para frenar la crisis

En los últimos 16 años, las rentas en la Ciudad de México han subido de manera alarmante. De acuerdo con datos del gobierno de la Ciudad de México, el incremento en los precios ha sido al menos ocho veces mayor que el salario general, creando un panorama desafiante para quienes desean acceder a una vivienda.

Un análisis elaborado por las plataformas inmobiliarias Lamudi México, Trovit y Properati indicó que la Ciudad de México es la ciudad más cara para rentar departamentos de clase media entre 17 urbes de América Latina; en las primeras posiciones de ese conteo también figuran otras dos ciudades mexicanas: Guadalajara (3) y Monterrey (4). Las cifras presentadas en otro ejercicio realizado por la plataforma inmobiliaria Houm respaldan esta afirmación y exhiben precios exorbitantes que difícilmente las familias mexicanas pueden cubrir.

Houm encontró que las rentas más caras oscilan entre los 50 mil pesos, y las más baratas, entre los seis mil pesos. Las delegaciones con los precios más altos son Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Álvaro Obregón, mientras que las menos costosas son Tlalpan y Tláhuac. La plataforma explicó que esta variación de precios se debe a la ubicación, tamaño y condiciones de la propiedad, como el número de cuartos, baños disponibles y espacios extra como cuarto de lavado.

Condiciones de habitabilidad

Si bien algunos inmuebles cumplen con las condiciones que establece la Comisión Nacional de Vivienda para una morada adecuada (seguridad en la tenencia, habitabilidad, accesibilidad, buena ubicación y adecuación cultural), hay otros que no lo hacen e incluso proporcionan servicios de forma separada, es decir, hay un baño general para todos los inquilinos.

El pasado 29 de julio, el jefe de Gobierno sustituto de la Ciudad de México, Martí Batres, presentó una iniciativa de reformas a la Ley de Vivienda y al Código Civil del Distrito Federal, contemplando crear un registro digital de contratos de arrendamiento y establecer que el incremento de las rentas de vivienda no podrá ser mayor al índice inflacionario.

Sin embargo, para Rosalba González Loyde, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM y maestra en Desarrollo Urbano, aunque no se puede desestimar este planteamiento, también es necesario asegurar que las viviendas sean adecuadas, e indica que esto se logrará con dos aspectos fundamentales: regulación y transparencia.

“A quienes rentan una casa, se les imponen muchas trabas que a veces son absurdas o muy abusivas: desde no permitir mascotas o bebés hasta exigir dos depósitos o pagar una fianza. Entonces, se suman dos factores que claramente perjudican a los inquilinos: el aspecto económico y el hecho de que el arrendador pide una serie de requisitos que, lejos de incentivar, desalientan. La visión debe ir más allá y regular no sólo los topes, sino también los mecanismos que garanticen seguridad a ambas partes”, dijo.

Reformas propuestas

Entre las propuestas de Batres se incluyó modificar el artículo 2448-D del Código Civil Federal, el cual estipula que las rentas no se deben incrementar anualmente por encima de la inflación vigente y que dicho aumento no podrá exceder el 10 por ciento de la cantidad pactada como renta mensual.

González Loyde indicó que, si se realiza la modificación, se debe contemplar reducir ese 10% porque “es muchísimo y no va alineado a los parámetros económicos actuales”. Asimismo, comentó que los problemas en relación con los aumentos son ocasionados por la gran informalidad en torno a arrendadores e inquilinos.

Una necesidad

Dentro de la iniciativa presentada el pasado 29 de julio por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se señaló la necesidad de un registro digital de contratos de arrendamiento. González Loyde coincidió en este aspecto, pero agregó que la información contenida en dicho registro debe ser transparente.

“Es un punto importante, pero que se debe manejar de buena forma. Actualmente es muy complicado saber quiénes son los propietarios de las viviendas que se colocan en alquiler. Entonces, si esta iniciativa entra en vigor, será necesario saber quién renta y para qué. Porque el sistema de regulación no puede ser el mismo para una mujer viuda que vive de sus rentas que para una empresa de desarrollo inmobiliario que se dedica a eso”, dijo.

Para la profesora de la UNAM, la ciudad de Nueva York es un referente importante que deberíamos imitar en este tema, ya que, además de tener un padrón, cuenta con una oficina de Defensoría para Inquilinos. Señaló que es primordial hacer esto porque, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda de 2020, el 36% de los contratos de renta no estaban vigentes o ni siquiera existían.

“El beneficio de un padrón es para todos: no sólo para el inquilino o el arrendador, sino para el propio Gobierno. Es un instrumento que traería transparencia fiscal y ayudaría en la reposición del inmueble. A veces hay gente que no paga y se queda mucho tiempo; entonces, por un tema de derecho, no puedes llegar a tu casa y sacarla; se necesita un juicio y eso afecta el bolsillo de los inmiscuidos, sobre todo a los pequeños propietarios. En esos casos, un padrón brindaría mayores facilidades para ejecutar la reposición del inmueble”, explicó.

Asimismo, señaló que en este padrón se deberán tomar en cuenta otros factores: el lugar donde se renta; que los contratos de renta se cumplan conforme a la ley, puesto que muchas veces no llegan ni al año; y que los arrendadores den 30 días naturales para que sus inquilinos encuentren otro lugar en caso de desalojo.

A futuro

El 22 de agosto fue un día clave en el tema de las rentas de vivienda, ya que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del aprobó la iniciativa de reforma que envió hace unas semanas el jefe de Gobierno, Martí Batres, para frenar el aumento acelerado y excesivo en los costos de las rentas de vivienda en la capital.

Aunque puede parecer una medida correcta, González Loyde la calificó como algo apresurado, ya que se trata de un asunto complejo y se deben considerar todos los escenarios posibles, involucrando a todos los actores, guiados por el Estado como eje rector del debate.

“Es un tema que se debe alimentar desde una participación activa del Estado, pero también se debe tomar en cuenta a la parte académica, inmobiliaria y a la sociedad (principalmente a los inmiscuidos) porque estamos hablando de un derecho fundamental que es la vivienda. Si se cierra este ejercicio a particulares, habrá una visión sesgada que sólo verá por sus intereses. El objetivo es modificar un artículo para que tanto arrendadores como inquilinos se sientan seguros al realizar una transacción de este tipo y que tengan el respaldo del Gobierno”, concluyó.

Ideas destacadas:

  • Las rentas en la Ciudad de México han aumentado significativamente en los últimos 16 años, superando ampliamente el crecimiento del salario general.
  • La Ciudad de México es la ciudad más cara para rentar departamentos de clase media en América Latina, seguida de Guadalajara y Monterrey.
  • La variación en los precios de renta depende de la ubicación, el tamaño y las condiciones del inmueble.
  • Existe una propuesta de reformas a la Ley de Vivienda y al Código Civil del Distrito Federal para regular el aumento de las rentas y crear un registro digital de contratos de arrendamiento.
  • Rosalba González Loyde, profesora de la UNAM, destaca la importancia de la regulación y la transparencia para garantizar viviendas adecuadas.
  • Se plantea la necesidad de un registro digital de contratos de arrendamiento, con información transparente sobre propietarios e inquilinos.
  • El 22 de agosto fue clave ya que se aprobó una serie de propuestas para frenar el aumento de las rentas en la Ciudad de México.