El acondicionamiento físico acuático, también conocido como aquafit, es una disciplina que ha ganado reconocimiento por sus múltiples beneficios tanto físicos como mentales.
Esta práctica consiste en realizar ejercicios dentro del agua, aprovechando las propiedades físicas del medio acuático para mejorar la condición corporal sin generar un alto impacto en las articulaciones.
Su creciente popularidad se debe a que es accesible para personas de todas las edades y condiciones físicas, desde quienes buscan mantenerse en forma hasta quienes necesitan rehabilitación.
Beneficios del aquafit según Deporte UNAM
De acuerdo con Daniela Paulín Ramos, instructora del programa de Acondicionamiento Físico Acuático en Deporte UNAM, esta práctica tiene diversos beneficios:
- Fortalece los músculos de todo el cuerpo.
- Mejora la resistencia aeróbica y la fuerza.
- Favorece el equilibrio, la coordinación y la propiocepción (capacidad de detectar el movimiento y la posición de nuestros músculos y articulaciones).
- Reduce la tensión articular.
- Mejora la flexibilidad y la movilidad.
Gracias a la resistencia natural del agua, el cuerpo se ejercita constantemente sin generar desgaste articular como en superficies duras.
Además, la flotabilidad del agua reduce el peso corporal que recae sobre las articulaciones, haciendo posible la movilidad en personas con lesiones o dificultades motrices.

Aquafit en procesos de rehabilitación
“El entorno acuático no solo facilita la movilidad, sino que puede relajar los tejidos y disminuir el dolor”, destaca la Dra. Marcela Vázquez.
En contextos terapéuticos, el aquafit permite que pacientes posoperados o con lesiones musculoesqueléticas realicen movimientos que serían dolorosos fuera del agua.
La Dra. Marcela Vázquez, licenciada en fisioterapia adscrita a Medicina del Deporte UNAM, subraya el valor de esta disciplina como herramienta eficaz en rehabilitación.
Precauciones necesarias antes de comenzar
A pesar de sus múltiples beneficios, es importante tomar precauciones médicas, especialmente para personas con condiciones crónicas.
Evaluarse médicamente es fundamental para evitar riesgos innecesarios.
Vázquez recomienda:
- Realizar una evaluación médica previa en casos de enfermedades crónicas, cardiovasculares, heridas abiertas o dificultad para regular la temperatura.
- Iniciar el ejercicio de forma progresiva si se tienen lesiones musculoesqueléticas.
“Lo más importante es que cada persona puede realizar las actividades a su propio ritmo, guiada por instructores capacitados que adaptan las rutinas según las capacidades individuales”, agregó.

Impacto positivo en la salud mental
Además de sus beneficios físicos, el acondicionamiento acuático también mejora el bienestar emocional.
El ejercicio grupal en agua, acompañado de música, eleva el ánimo, reduce el estrés y genera endorfinas.
Las sesiones duran entre 30 y 45 minutos y suelen realizarse en grupo, lo que fomenta la motivación y la socialización.
No se necesita saber nadar para practicar aquafit
Otro aspecto importante es que no se requiere saber nadar para practicar esta disciplina.
Las rutinas están diseñadas para mantenerse en contacto con el fondo o los bordes de la alberca.
Además, ayuda a perder el miedo al agua y a ganar confianza en la capacidad física de cada persona.

¿Dónde practicar aquafit en la UNAM?
La UNAM ofrece sesiones de aquafit en la Alberca Olímpica Universitaria, de martes a viernes de 12:00 a 13:00 h.
Solo necesitas registrarte en Red Puma, llevar traje de baño y gorra de natación. El cupo es de 20 personas.