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¿Qué efectos tiene en nuestro cerebro el maltrato?

En algún punto de la vida, ya sea en la infancia o en la adultez, muchos han experimentado maltrato. Este, ya sea verbal o físico, puede influir en el desarrollo intelectual, físico y emocional del individuo.

Investigaciones recientes buscan entender cómo reacciona el cerebro ante situaciones violentas, como agresiones físicas o verbales, y las posibles consecuencias de estas, teniendo en cuenta su gravedad, frecuencia y la vulnerabilidad emocional del individuo.

Gabriela Orozco Calderón, docente de la Facultad de Psicología y responsable del Laboratorio de Psicobiología de la UNAM, abordó este asunto en el programa “Con-Ciencia. Psicología y Sociedad” de Radio UNAM.

Su objetivo fue invitar al público a reflexionar sobre el impacto de las palabras y agresiones en diferentes etapas de la vida. Orozco Calderón señaló que el maltrato siempre es doloroso, pero resaltó que, cuando se experimenta desde la infancia, puede tener efectos graves en el cerebro.

La especialista de la UNAM detalló que nuestras conexiones y estructuras cerebrales tienen dos periodos sensibles: la infancia y la pubertad. Durante estas etapas, que actúan como ventanas de tiempo para el aprendizaje de ciertas habilidades, es crucial contar con un ambiente propicio para asimilar toda la información que será útil en el futuro.

Sin embargo, si los aprendizajes adquiridos en estos periodos son predominantemente negativos y ocurren en un contexto de maltrato recurrente, es probable que en la adultez se reproduzcan estos patrones, ya que nuestros comportamientos en esta etapa se basan en las experiencias de la infancia.

Aquellos que sufren maltrato tienden a mostrar alteraciones cerebrales relacionadas con la ansiedad y el estrés. No obstante, estos no son los únicos efectos negativos del maltrato en el cerebro. Orozco Calderón listó otros daños:

  • Sobreactivación de la amígdala, lo que puede llevar a una mayor impulsividad.
  • Afectación del sistema de recompensa cerebral, disminuyendo su funcionalidad al no experimentar sensaciones agradables.
  • Reducción del tamaño del hipocampo e ínsula, alterando su estructura.
  • Disminución de la materia gris en regiones corticales.
  • Alteraciones en el cuerpo calloso, el cual conecta los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo.
  • Deficiencias cognitivas.
  • Cambios en los sistemas cerebrales encargados de detectar amenazas.
  • Anomalías en el procesamiento del lenguaje.
  • Afectaciones a la memoria y a la respuesta emocional ante estímulos visuales.
  • Adelgazamiento de la corteza somatosensorial, particularmente en casos de abuso sexual.
  • Disminución en regiones asociadas a la autoconciencia y autoevaluación.
  • Alteraciones en el área relacionada con los deseos y antojos, lo que podría incrementar la propensión al consumo de drogas.

Estos efectos pueden ser más pronunciados si el maltrato se experimenta desde la infancia.

Orozco Calderón añadió que, si una persona no enfrenta el maltrato, puede normalizar las agresiones recibidas. Una vez establecida esta normalización, es complicado romper el ciclo. A veces, la víctima puede incluso justificar la agresión con argumentos como “No fue tan malo, son mis amigos, así nos llevamos”.

¿Cómo prevenir el maltrato?

Para evitar que el abuso forme parte de nuestra cotidianidad, la profesora universitaria ofreció algunas recomendaciones:

  • Reconocer los distintos tipos de maltrato, teniendo presente que incluso bromas sobre el aspecto físico pueden resultar ofensivas.
  • Establecer un diálogo respetuoso.
  • Dominar el arte de la conciliación.
  • Expresarse con determinación, pero siempre con respeto y claridad.
  • Potenciar la autoestima de los individuos.

¿Qué hacer cuando soy víctima de maltrato?

Como se ha mencionado, el maltrato puede tener diversas consecuencias graves. No obstante, en ocasiones, la víctima opta por no buscar ayuda profesional debido a la percepción social que asocia la terapia con una señal de debilidad. Para Orozco Calderón, es fundamental recurrir a la terapia psicológica, ya sea cognitivo-conductual o de desensibilización sistemática, para liberarse de las agresiones. De no hacerlo, estas tendrán repercusiones no solo en el cerebro, sino también en la autoestima.

Asimismo, hay individuos que podrían beneficiarse del neurofeedback, un tratamiento que permite a los pacientes alterar y controlar la actividad eléctrica cerebral de manera intencionada.

Dado que es una técnica que no requiere medicamentos, suele emplearse en personas con síntomas de ansiedad, depresión, estrés, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o con historiales de maltrato.

Ideas destacadas

  1. El maltrato, ya sea verbal o físico, puede afectar significativamente el desarrollo intelectual, físico y emocional de un individuo.
  2. Gabriela Orozco Calderón, de la Facultad de Psicología de la UNAM, abordó la temática de cómo afectan las agresiones en diversas etapas de la vida, resaltando que el maltrato desde la infancia puede tener consecuencias graves en el cerebro.
  3. Las conexiones y estructuras cerebrales poseen dos periodos sensibles: infancia y pubertad. Durante estas etapas, es esencial un ambiente adecuado para el aprendizaje, pero si se vive en un contexto de maltrato, en la adultez es probable que se reproduzcan patrones negativos adquiridos.
  4. El cerebro de quienes han sufrido maltrato presenta alteraciones asociadas con la ansiedad y el estrés, además de otros daños como sobreactivación de la amígdala, disfunción del sistema de recompensa, reducción del tamaño de ciertas áreas y alteraciones en el procesamiento del lenguaje y memoria.
  5. Los daños cerebrales derivados del maltrato son más pronunciados si este se experimenta desde la infancia.
  6. Las víctimas que no afrontan el maltrato pueden llegar a normalizarlo y, en algunos casos, justificarlo, lo que complica romper el ciclo de abuso.
  7. Para prevenir el maltrato, es esencial reconocer sus diversas formas, promover el diálogo respetuoso, aprender a conciliar, expresarse adecuadamente y fortalecer la autoestima.
  8. Es vital que las víctimas de maltrato busquen ayuda profesional para enfrentarlo, y para algunas personas, técnicas como el neurofeedback pueden ser beneficiosas, especialmente en casos relacionados con ansiedad, depresión, TDAH o historiales de maltrato.