Un inesperado evento cambió la vida de Diego Ojeda López, estudiante de cuarto semestre en el CCH Naucalpan. Cuando tenía trece años, su hermano encontró una mantis verde en el parabrisas del auto. Ojeda López, apasionado por los animales desde niño, decidió atender al insecto y, con el apoyo de personas más experimentadas, aprendió a proporcionarle los cuidados necesarios.
Lo que comenzó como un simple gesto de respeto y amor por la naturaleza se convirtió en un proyecto de vida que cobró mayor fuerza durante la pandemia de COVID-19. Al ingresar al CCH Naucalpan, Diego compartió su pasión con la comunidad, dando origen a Pumantis, una iniciativa dedicada a la crianza, preservación y conservación de diversas especies de mantis, de las cuales existen alrededor de 70 en México.
“Esa primera mantis que cuidé me abrió las puertas a un mundo distinto, donde conocí a muchas personas dedicadas a la protección de estos insectos. Criarlas no es sencillo, así que tuve que informarme bien sobre qué hacer y qué evitar. Ha sido una experiencia gratificante y agradezco al CCH Naucalpan por brindar espacio y apoyo a este proyecto”, expresó.
Pumantis llegó a esta institución gracias al apoyo de la maestra Berenice Ruiz, secretaria general, quien supo lo que hacía Ojeda López en sus tiempos libres. El proyecto creció con el respaldo del maestro Gustavo García Jaramillo, quien también se dedica a documentar mantis en sus ratos libres.
Tras una breve plática con ambos, se acordó que era necesario informar a la comunidad estudiantil sobre estos insectos, ya que existen diversos mitos en torno a ellos. Con la supervisión del maestro García Jaramillo —quien ha estudiado a la Pseudovates tolteca (mantis tolteca)—, se le asignó a Diego un espacio para albergar distintas especies.
“Son muy llamativas las mantis. A mí me agrada su morfología similar a la de un alien: sus ojos, cómo te siguen, sus patas con púas y sus antenas. Es un insecto que, aunque muchos piensan que te va a atacar, es muy tranquilo. Me da mucha paz estar con ella, y eso es lo que busco transmitir a la gente, o en este caso, a mis compañeros”, explicó.
Por ejemplo, su compañera Samantha, quien también se ha unido al proyecto, compartió que en su primer encuentro con una mantis sintió mucho miedo, “ya que los insectos en general me daban miedo”. Sin embargo, la orientación que recibió de Diego y la interacción continua cambiaron su percepción.
La importancia de las mantis en la naturaleza
Al igual que otros insectos, las mantis juegan un papel crucial en la naturaleza, especialmente en los ecosistemas terrestres. Ojeda López destacó algunos puntos clave sobre su relevancia:
- Son depredadores voraces que se alimentan de una gran variedad de insectos como moscas, saltamontes, orugas, grillos y hasta otras mantis. Ayudan a controlar plagas en jardines, cultivos y ecosistemas silvestres, reduciendo la necesidad de pesticidas y promoviendo una agricultura más sostenible.
- Sirven de alimento para aves, reptiles y pequeños mamíferos, convirtiéndose en un eslabón esencial dentro de la red trófica. Además, influyen en la selección natural al presionar a otras especies a desarrollar mejores defensas o camuflajes.
- Son indicadores de salud ambiental, ya que su presencia o ausencia puede reflejar el estado del ecosistema, afectado por factores como la contaminación, la pérdida de hábitat o el uso de pesticidas.
Un tour con mantis
En 2024 se realizó una exposición de mantis religiosas en el Taller de Mántidos del CCH Naucalpan, organizada por Diego. El evento fue un éxito, y muchos estudiantes cambiaron su percepción sobre estos insectos. A raíz de esto, el joven pretende —con apoyo de la institución— llevar esta experiencia a otros CCH mediante tours educativos bajo el lema: “Cuida, conserva y aprende”.
“Quiero que se conozca la belleza de estos insectos y que las personas no crean en los mitos que los rodean. Ver la muda de una mantis es algo impresionante, y quiero que, así como yo veo su belleza, mis compañeros también la vean, entendiendo que todos los animales merecen respeto, incluso los más pequeños, porque su impacto en la naturaleza es significativo”, compartió.
Enseñanzas para el futuro
El programa Pumantis forma parte de Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades, una iniciativa que se lleva a cabo en los CCH para fomentar el interés por la investigación y fortalecer una cultura científica, social y humanística.
Para Diego Ojeda López, participar en este programa es significativo, ya que enriquecerá su currículum y lo preparará para su futura carrera en veterinaria. Le brindará herramientas para desarrollar investigaciones académicas, ya sea como parte de sus estudios universitarios o en su tesis.
Además, considera que involucrarse desde ahora en este tipo de proyectos le permite fortalecer habilidades como la observación crítica, el análisis de información y la redacción académica, competencias clave para su formación profesional y para afrontar con mayor seguridad los retos del ámbito universitario.
El compromiso de Diego con la preservación de las mantis no solo refleja una profunda vocación científica, sino también una sensibilidad hacia el equilibrio ecológico. Proyectos como Pumantis demuestran que el amor por la naturaleza puede transformarse en acciones concretas de educación y conservación, inspirando a nuevas generaciones a valorar incluso a los seres más pequeños del planeta.