Con el fin de crear conciencia en los jóvenes y adolescentes sobre los riesgos y efectos negativos de tener un embarazo a temprana edad, la Facultad de Medicina de la UNAM, cuenta con el Programa de Prevención de Embarazo Adolescente.
Este Programa tiene por objetivo reducir la incidencia de embarazos en estudiantes adolescentes de nivel superior a través de un programa de intervención educativa, por lo cual se estableció una colaboración con el Instituto Nacional de Perinatología, explicó Rosalinda Guevara Guzmán, responsable de la División de Investigación de la Facultad de Medicina.
En México, agregó, el embarazo no planeado en adolescentes se ha convertido en un problema de salud pública, y se ha incrementado de forma alarmante, lo que afecta la vida de muchos de ellos que se encuentran cursando sus estudios y muchas veces, tienen que truncar sus proyectos debido a esta situación.
Aplicación de cuestionario
Para realizar un diagnóstico adecuado de la situación actual de los adolescentes y jóvenes dentro de la Universidad, se elaboró un cuestionario en colaboración con el Instituto Nacional de Perinatología, en donde se les pregunta a los estudiantes de nuevo ingreso a la Facultad respecto a sus conocimientos sobre el uso de anticonceptivos, que tan activa es su vida sexual, y si habían existido embarazos previos, entre otras cuestiones.
Los resultados de esta encuesta revelan que los aspectos culturales y socioeconómicos de las familias están estrechamente relacionados con el embarazo en las adolescentes. A decir de Rosalinda Guevara, el Programa de Prevención consta de tres fases. En la Fase I de diagnóstico, se aplicó un cuestionario a los estudiantes del primer año de la carrera con el fin de identificar algunos factores y conductas de riesgo para embarazo precoz en los estudiantes.
Se recaba información personal; datos sobre la familia; sexualidad; consumo de tabaco y alcohol y también se exploró el conocimiento que los alumnos tienen de algunos métodos anticonceptivos.
Algunas cifras
De los estudiantes que refirieron tener relaciones sexuales, 586, de éstos, 62.3 por ciento (365) son mujeres y 37.7 por ciento (221) hombres. De las 365 mujeres que refirieron haber iniciado su vida sexual, 4.9 por ciento (18) se han embarazado y el 1.1 por ciento (4) tiene hijos. 3.8 por ciento (14) de las mujeres han tenido un aborto.
En la Fase II, sostuvo, se realizará una intervención educativa en relación con los temas de anticoncepción hormonal; uso correcto del condón y la pastilla del día después; infecciones de transmisión sexual y autoestima (proyecto de vida).
Para la última fase, se realizará la evaluación de la intervención, así como un seguimiento de los estudiantes en los años posteriores. Se pretende que las acciones del programa puedan extenderse a otras poblaciones estudiantiles y alcanzar un mayor impacto.
Lo que se busca, mencionó, es no sólo intervenir y realizar acciones preventivas en la Facultad de Medicina, sino que éstas se extiendan a otras escuelas de la UNAM, como la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO), la Facultad de Odontología, y en todas las áreas de la salud en primera instancia, para después promover la dinámica en las Humanidades.
De manera importante, se desea permear con este Programa de prevención en la Escuela Nacional Preparatoria en todos sus planteles, y en los Colegios de Ciencias y Humanidades, concluyó Guevara Guzmán.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) en 2012, las cifras de adolescentes que tuvieron su primera relación sexual sin protección han disminuido, del 57% al 33.4% para el caso de las mujeres; sin embargo, siguen siendo un grupo muy vulnerable, no sólo porque en la primera relación sexual pueden concebir un embarazo sino porque se cuestiona el por qué no utilizan un método de anticoncepción.