Cuando adquirimos un cachorro, a veces no estamos preparados, porque muerden todo lo que encuentran, desde zapatos y calcetines hasta la ropa colgada. Todo lo que esté a su alcance. Pero, ¿por qué lo hacen?
“Se trata de una actividad exploratoria que les ayuda a conocer el medio que los rodea”, dijo Francisco Carbajal Merchant, académico de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán.
Las primeras mordidas las dan a partir de la tercera semana de edad, durante su periodo de socialización, y juegan un poco más brusco con sus hermanos. La madre es la primera en controlar su mordida, porque entre ellos pueden producirse dolor.
Aproximadamente de la doceava a la catorceava semanas, los cachorros son separados de la madre para llevarlos con sus nuevos dueños. La responsabilidad de su comportamiento pasa a manos de la persona que los adoptó o compró.
El cachorro querrá morder todo y quizá el humano no sepa controlarlo, es posible que se enoje y lo regañe o, por el contrario, le cause risa. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que el periodo de socialización es el de mayor actividad exploratoria y marcará el comportamiento del cachorro cuando sea adulto.
“En ese momento tenemos que decidir todo lo que queremos que el perro haga de adulto, por eso debemos eliminar la mordida”, añadió el académico universitario.
Basta con una palabra. Por ejemplo, NO o PARA, y en ese momento quitar al perro sin darle una explicación.
Otras razones
Existen alrededor de 465 razas, que dependiendo de sus características y comportamientos, pueden llegar a morder bastante desde muy cachorros.
“No es que quieran morder todo, sino que es parte de su conducta heredada de sus ancestros, que son los lobos”, explicó el médico veterinario. Los perros evolucionaron hasta que llegaron a ser lo que hoy son. Después, el humano manipuló sus características por lo que existen tantas razas.
Hay perros que fueron diseñados para ciertas funciones específicas y que genéticamente ya tienen una actividad muy alta. Por ejemplo, los que fueron producidos para guardia, protección, e incluso salvamento en los terremotos.
Por eso, es importante que desde pequeños les enseñemos a que no deben morder las cosas. Sin embargo, habrá razas que son más tranquilas, como los tipo pit bull, que tienen una carga de actividad más baja y son más tranquilos.
“Se trata de ser claros con el cachorro, porque a veces lo regañamos y luego nos da risa y viceversa. Tampoco debemos utilizar asociaciones negativas que sean muy marcadas para el perro, porque le podemos generar una especie de miedo o fobia. Se llama re-dirigir la conducta”.
En otras ocasiones, los perros pueden morder la puerta cuando se va su dueño, y esto anuncia que están muy nerviosos por quedarse solos y que querían irse con su humano.
A veces muerden por falta de actividad, incluso cuando tienen miedo o están estresados. Por ejemplo, cuando hay lluvia y truenos se ponen ansiosos desde que ven que el clima cambia, o incluso cuando escuchan cohetes. La mordida no siempre es parte de su exploración del mundo.
Qué hacer
Francisco Carbajal recomienda proporcionar a los cachorros distintos juguetes para morder, y con el fin de que no se aburran darles dos cada semana, e ir cambiándolos, y regresar a los del principio.
“Al perrito le dará alegría que su dueño le aviente el juguete y regresárselo”. Además, es importante que siempre que haga algo positivo hablarle con un tono de voz suave y decirle “bien hecho”, para que lo asocie a una acción agradable. Así querrá repetirlo muchas veces para tener ese contacto.
Se recomienda que sus juguetes preferentemente no estén relacionados con objetos del hogar. Por ejemplo, zapatos, calcetines, toallas, porque lo podríamos confundir: ¿cuáles sí y cuáles no puede jugar?
Cuando tenga todas sus vacunas, se recomienda sacarlo a pasear a parques para que puedan socializar con otros perros. Si convive con niños, debe haber siempre un adulto vigilándolos, porque si el cachorro llegara a morder al infante podría interpretarse como una agresión, y en realidad el can solo está en una fase de conocimiento del mundo.
Generalmente, las personas eligen razas pequeñas para los niños, como los chihuahueños o los yorkshire, cocker, etcétera. Sin embargo, hay perros que están diseñados para morder (como el cobrador) y no son recomendados para los pequeños.
Por eso, se recomienda que antes de comprar un animal de compañía, se investigue la raza, su temperamento, la actividad que puede llegar a realizar y su carácter.
Se pueden realizar varias acciones para educarlos. Por ejemplo, llevarlos a las escuelas de adiestramiento, donde reforzarán la socialización y se acostumbrarán a otros perros.
Ideas destacadas
- Los cachorros muerden como parte de su exploración del mundo.
- El periodo de socialización es crucial para el comportamiento futuro del cachorro.
- Es importante evitar enviar mensajes contradictorios a los cachorros durante su educación.
- Seleccionar la raza del cachorro de acuerdo a su temperamento y características es fundamental.
- La socialización y adiestramiento son clave para el desarrollo saludable del cachorro.