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Mujer con cámara propia

Antes de tomar una cámara, Renata von Hanffstengel ya era muchas cosas: profesora de alemán, lectora apasionada, enamorada de la historia. Llegó a México en 1962 con una maleta repleta de historias—y un futuro que ni ella imaginaba del todo.

Renata von Hanffstengel Pohlenz, Ciudad de México, 2017. Omar López Monroy

Con su lente registró el Movimiento Estudiantil del 68, señaló las ausencias femeninas en los relatos oficiales y capturó, con delicadeza y decisión, eso que a veces preferimos no ver. Para ella, hacer una foto era guardar memoria, tomar posición, decir: “esto pasó”.

Hoy, casi diez años después de su muerte, su trabajo vuelve a aparecer. Durante mucho tiempo estuvo ahí, pero no siempre fue reconocido. Volver a mirarlo no es solo recordar: es también dar lugar a quienes siempre estuvieron, aunque no se mencionaran.

De todas sus pasiones —la literatura, la docencia, la historia— fue la fotografía la que terminó uniéndolas. Le dio una manera de conectar su mundo interior con el de los demás. Y dejó en cada imagen una huella que sigue hablando.

Renata von Hanffstengel Pohlenz (1934–2018): “Yo aún creo en aquellas palabras: lo que perdura lo fundan los poetas…”

Siguiendo la opinión de Grecia García Romero, especialista en Estudios de Género (UNAM), revisitar la obra de las creadoras “nos permite recuperar sus valiosas obras para integrarlas a las genealogías —artísticas— de las cuales históricamente han sido excluidas, cuando no despojadas de su crédito y atribuidas a otros creadores.”

En retrospectiva

Renata dejó Alemania a los 21 años. Vivió un tiempo en Canadá y, más tarde, llegó a Estados Unidos, donde aprendió español antes de viajar por primera vez a México. En 1962, se estableció de manera definitiva en el país natal de su madre, Patricia Pohlenz.

En nuestra Máxima Casa de Estudios realizó una maestría en Letras. En 1968 fue cofundadora del Departamento de Alemán en el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras. Posteriormente, enseñaría lengua y letras alemanas, así como literatura, por más de treinta años, hasta jubilarse en 2006.

“Margarita en Real de Catorce”, Renata von Hanffstengel, México, 1980’s (postal del Portafolio “Ausencias en la Santísima Trinidad”)

Por esos años inició sus andanzas fotográficas. Documentó el desarrollo del Movimiento Estudiantil de 1968 y publicó el libro Tlatelolco. Ocho años después (1976), conformado por entrevistas en torno al Movimiento a personajes como José Revueltas y su entonces pareja, Carlos Sevilla.

Desde la década de 1950, varias fotógrafas y fotógrafos mexicanos conformaron grupos en busca de mayor proyección para su trabajo―focalizados en la Ciudad de México. Estos colectivos fueron una suerte de vanguardia previa al surgimiento del Consejo Mexicano de Fotografía (CMF), fundado en 1978, el grupo más influyente en la historia reciente de la fotografía mexicana.

Uno de esos colectivos fue el Grupo VOD: 35 —del que Renata formó parte— activo entre 1971 y 1978. Uno de los aportes más destacados del CMF fue la realización del I Coloquio Latinoamericano de Fotografía, llevado a cabo en México en 1978. Renata participó activamente y fue fundadora del Consejo.

Entre 1978 y 1981 viajó a la extinta República Democrática Alemana (RDA), donde cursó un doctorado y fue agregada cultural en la Embajada de México en Berlín. Esta experiencia hizo que el tema del exilio germanoparlante en México cobrara gran importancia en su vida, aunque siempre buscó vincular ese interés con su quehacer fotográfico e intelectual.

Una mirada propia

El trabajo fotográfico de Renata giró en torno a la fotografía documental. Fue pionera en desarrollar proyectos con una perspectiva de género. Publicó en la histórica revista Fem, impulsada por Alaide Foppa —amiga y colega de Renata— y Margarita García Flores, la serie Recorrido por la vida de una mujer (1978). En ella, la fotógrafa cuestiona las desigualdades de género desde la infancia: “la niña ayuda a la madre y empieza a asumir el papel de madre”.

“Delfina Pérez Pérez”, Renata von Hanffstengel, México, 1980’s (postal del Portafolio “Ausencias en la Santísima Trinidad”)
“Y cuidas a tu hermanito”, Renata von Hanffstengel, México, 1980’s (postal del Portafolio “Ausencias en la Santísima Trinidad”)

Casi diez años después, creó una de sus obras emblemáticas: Ausencias en la Santísima Trinidad (1986), un portafolio donde, a través de nueve retratos de mujeres, visibiliza la ausencia femenina en un dogma católico fundamental. “¿Y la mujer qué? Sin ella no hay Dios Padre, ni Hijo, ni nada…”, llegó a comentar sobre esta pieza.

Ambos trabajos evidencian una práctica multidisciplinaria, de gran riqueza conceptual, y un discurso fotográfico propio.

La persistencia de la memoria

En 1986, junto con colegas de la UNAM como la profesora Cecilia Tercero, Renata fundó el Instituto de Investigaciones Interculturales Germano-Mexicanas, A. C. (I.I.I.). Su objetivo primordial era rescatar una parte significativa de la historia moderna: el exilio germanoparlante en México entre 1933 y 1947.

Uno de los grandes logros del instituto fue el coloquio internacional México, el exilio bien temperado, realizado en 1993. Dicho encuentro reflexionó sobre el papel de inmigrantes y exiliados germanoparlantes en el arte y la cultura del México del siglo XX.

El investigador Eckehard Dolinski halló en el archivo del Instituto Ibero-Americano del Patrimonio Cultural Prusiano (Berlín) la obra fotográfica de Caecilie Seler-Sachs. Junto con su esposo, Eduard Seler, Caecilie viajó seis veces a México entre 1887 y 1911, y sus recorridos se plasmaron en artículos sobre arqueología y etnohistoria.

Años después, Eckehard y Renata organizaron la exposición Caecilie Seler-Sachs. Una mirada amorosa al México de hace 100 años, presentada en la Biblioteca de México en 1998. Esta muestra reivindicó los aportes de Caecilie a la historia de la fotografía: una ausencia menos.

Lo que perdura

En marzo de 2017, Renata inauguró una retrospectiva de su obra en la Fotogalerie Friedrichshain de Berlín. Un año más tarde, en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, se presentó la exposición Signos de la historia. Renata von Hanffstengel. Sobre ella, el investigador y curador Alejandro Castellanos, del Centro Nacional de las Artes —quien propuso y coordinó la muestra—, comentó: “la obra de Renata está fuertemente vinculada al papel de la fotografía como documento histórico”.

Autora de tres libros —entre ellos Los árboles mueren de pie (1987), donde conjugó poesía y fotografía— también escribió ensayos y artículos sobre literatura y fotografía, participó en casi veinte exposiciones individuales y más de cuarenta colectivas, tradujo obras y asesoró trabajos académicos.

Falleció en 2018. Pero su mirada, lúcida y crítica, sigue revelando verdades que muchas veces no queremos ver. Su legado, como sus imágenes, continúa hablando por ella.