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La UNAM te ayuda a detectar el cáncer de piel

La fotoprotección es una barrera que te puede salvar del cáncer de piel, causado por los efectos nocivos de los rayos ultravioletas.

Niños y adolescentes son los más susceptibles a los rayos UV. Entre un 40 y 70 por ciento del daño causado por la exposición solar ocurre en la infancia y adolescencia.

Son periodos críticos en que la exposición a los UV, aguda, intermitente e intensa, causa quemaduras solares que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta.

¿Qué hacer para mitigar los riesgos? La Clínica de Oncodermatología de la UNAM recomienda algunas medidas de fotoprotección:

Evitar la exposición solar especialmente entre las 11 de la mañana y las cuatro de la tarde.

Cubrirse con ropa de manga larga y sombreros de ala ancha o gorros adecuados.

Usar lentes con protección solar.

Si tienes más de 50 lunares consulta a un médico especialista o asiste a la Clínica de Oncodermatología de la UNAM.

Una aclaración: tener muchos lunares no es una enfermedad, pero si un marcador visible de mayor riesgo/susceptibilidad de desarrollar cáncer de piel.

Otros factores de riesgo son tener algún familiar con cáncer de piel o de páncreas, antecedentes de quemaduras solares (piel rosada o enrojecida con ardor después de exposición solar) o de uso de cama de bronceado o sospecha de manchas en la piel.

Si detectas en la boca o labios una lesión (mancha, lunar, peca, bulto o enrojecimiento) acude al médico. Un diagnóstico certero y a tiempo hace la diferencia en pronóstico y calidad de vida.

Un hábito que deben inculcar pediatras, dermatólogos y padres en la niñez, es el uso de fotoprotectores o filtros solares, que son sustancias que absorben, dispersan, reflejan y filtran la radiación ultravioleta. Es decir: impiden que penetren hacia las capas profundas de la piel.

Hay también fotoprotectores que contienen sustancias que reparan los daños inducidos por las radiaciones solares.

Todo el tiempo uno está expuesto a la radiación solar, incluso en días nublados y lluviosos, por lo que debes usar fotoprotectores resistentes al agua y a la fricción.

Son más efectivos si se aplican generosamente de 15 a 30 minutos antes de la exposición solar. Hay que volver a aplicarlos cada 3 o 4 horas o después de actividades físicas intensas que puedan eliminarlo de piel, como nadar o sudar.

Para citas, llamar al teléfono 5622 0067, a la Clínica de Oncodermatología, ubicada en Ciudad Universitaria. Atención a universitarios y público en general.