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México, país de refugio

Desde 2001, cada 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado, en honor a las personas refugiadas y desplazadas en todo el mundo. Esta fecha conmemora el 50 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 de la ONU.

“Es importante señalar que el refugiado es un tipo específico de migrante. Los refugiados son personas migrantes, pero requieren protección internacional”, explica Luciana Gandini, Coordinadora del Seminario Universitario de Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (SUDIMER) del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Podríamos decir que lo que está pasando en el mundo y en América Latina, especialmente en México, es el incremento de la migración forzada o por condiciones forzadas.

De acuerdo con cifras de la ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, a finales de 2023 había 114 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo.

“Casi una década antes, estas personas eran 40 millones, es decir, en una década casi se triplicó la cantidad de personas desplazadas en el mundo, y esto también ocurre en América Latina”, afirmó Gandini.

Latinoamérica es una de las regiones con mayor número de personas desplazadas en el mundo, pues una de cada cinco proviene, vivió o nació en la región.

“El problema con las personas desplazadas, y ese es el debate más intenso, es cuáles necesitan protección internacional y cuáles no. Es decir, quiénes pueden tener un estatus de refugiado y quiénes no, porque la persona refugiada tiene una definición que debe cumplir ciertos causales para haber migrado.

“Hay una definición internacional que considera motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular o tener opiniones políticas particulares. También hay una definición regional, la de la Declaración de Cartagena sobre Refugiados, que incluye otras causales, como violación generalizada a sus derechos humanos u otras situaciones que alteren el orden público de la sociedad, algo que ocurre frecuentemente en América Latina”.

México tiene una ley de refugiados aprobada en 2011: la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, que ha tenido algunas modificaciones, pero mantiene una definición ampliada.

Esto significa que muchas situaciones en las Américas podrían entrar en esta clasificación de personas refugiadas. “Tenemos un marco normativo que debería dar protección a estas personas”, dice Gandini.

Los números de los refugiados

Entre 2011, cuando se aprobó esta ley, y 2013, el número de personas que llegan a México solicitando la condición de refugiado no ha dejado de crecer.

“Por ejemplo, el año pasado tuvimos 140,000 solicitudes en el país. Cada año, desde 2013 en adelante, prácticamente se ha duplicado el número cada año. Eso se detuvo en 2020 por la pandemia, cuando muchas fronteras estaban cerradas y no llegaron muchas personas”.

En 2023 hubo 140,000 solicitudes de asilo, mientras que en los dos años anteriores fueron 119,000 y 129,000.

En 2019, el año previo a la pandemia, las solicitudes de asilo fueron 70,000, lo que significa que desde entonces hasta 2023 se duplicó la cantidad de solicitantes.

Aceptar la solicitud de asilo depende de la nacionalidad. “Por ejemplo, la venezolana y la salvadoreña se inscriben en la definición ampliada de refugiado, es decir, se reconoce que en esos países hay una situación de violación a derechos humanos”, explica Gandini.

Los venezolanos tienen 80 o 90 % de posibilidades de que se apruebe su solicitud, pero hay otras nacionalidades que no tienen este contexto reconocido, por lo que cada persona debe demostrar que su vida corre peligro, lo que se conoce como “temor fundado”.

Para otras nacionalidades, esto no es tan fácil de demostrar. Por esta razón, la tasa de aprobación varía, puede ser del 48 al 50 %, como en el caso de Honduras, y de ahí puede ser muy variable dependiendo de la nacionalidad y la situación de cada persona.

La característica principal de los refugiados es que son muy heterogéneos; hay personas de bajos ingresos y personas calificadas de altos ingresos. Por eso, cuando se habla de la importancia de ser inclusivo con los refugiados es porque muchos vienen a aportar capital económico, cultural, social, de conocimiento, incluso profesores universitarios.

“Pensemos en el exilio español, en el exilio sudamericano, que llegaron con ese tipo de calificación”.

Centroamérica en México

Históricamente, México recibe mucha población centroamericana, que en muchos casos tiene la intención de llegar a Estados Unidos, pero otros no. La nacionalidad hondureña es la que más solicita la condición de refugiado en México, y cada año ocupa el primer o segundo lugar.

Otras nacionalidades que casi siempre han sido las primeras en solicitar asilo son la salvadoreña y la nicaragüense.

Es importante señalar que en los últimos años ha crecido el número de población cubana que solicita la condición de refugiado en México, aunque siempre está en cuarto o quinto lugar, y la población de Haití.

Algo novedoso en México es la población sudamericana que pide asilo. Hablamos de Colombia, que aparece entre las diez primeras nacionalidades, pero también de Brasil, Chile, y Ecuador.

“Desde la aprobación de la ley en 2011 hemos recibido casi 600,000 solicitudes, y se ha otorgado la condición de refugiado a casi 200,000, es decir, a una tercera parte. En los últimos cinco años se recibieron entre el 80 y el 90 % de esas 600,000 solicitudes”, explica Gandini.

Entre 2011 y 2013 se recibían siempre menos de mil solicitudes, en ocasiones alrededor de 200, otras veces 300 o 700, pero después empezó a crecer: en 2016, se recibieron 8,000 solicitudes; en 2017, 14,000; en 2018, 30,000, y de ahí en adelante: 70,000, 40,000, 129,000, 119,000 y 140,000.

“Hubo un boom de solicitudes en los últimos cinco años, que coincide con el desplazamiento venezolano, el haitiano y otros movimientos en el continente americano”, dice Gandini.

Cambio climático y la migración forzada

Hay muchos motivos para la migración forzada, como el cambio climático o los efectos de desastres medioambientales, como huracanes. “El cambio climático es algo que hemos estudiado poco, por ejemplo, las sequías en el Corredor Seco de Centroamérica. Si uno le pregunta a un centroamericano por qué migró, es muy difícil que diga por la sequía del Corredor Seco y el cambio climático, va a decir que desde hace tres cosechas no puede trabajar y se quedó sin dinero, por lo que tiene que buscar trabajo”.

Es importante señalar que, en teoría, una persona refugiada no puede serlo por razones económicas, porque por definición las personas refugiadas tienen algún motivo de persecución.

Es crucial entender qué está pasando, no sólo en México, sino también en América Latina y en el mundo. Al no tener vías regulares para migrar, muchas personas solicitan la condición de refugiados porque no tienen otra opción.

En ocasiones, el motivo puede ser forzado, pero no entra en la definición de refugiados, creando un limbo en el que la persona pudo verse forzada a migrar por situaciones extremas, como una enfermedad grave o crónica.

“Es importante para México y todos los países de la región: si no ofrecemos vías legales o regulares para migrar, la gente va a donde puede y solicita la condición de refugiado, aunque a veces no entre exactamente en la definición, lo que colapsa los sistemas, satura los procedimientos y al final, hay una alta probabilidad de que no se otorgue la condición de refugiado”.

Pero la persona, cuando sale, lo hace porque está desesperada e intenta obtener esa condición de refugiado. “El debate hoy es cómo ofrecer otras vías regulares para personas que no entren en la definición de refugiado”.

La Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011 es vista como ejemplar porque es muy garantista y proteccionista.

“Desde entonces, a México se le identifica como un país de refugio porque, aunque antes tenía refugiados de Centroamérica, Sudamérica y España, no había un marco normativo para esos refugiados, y ahora sí lo hay”, explica Gandini. “Ahora hay reglas y procedimientos claros para recibir a las personas que necesitan protección internacional”.

También hay que decir que México tiene en su ley la definición ampliada de refugiados, la definición de Cartagena, que reconoce no solo el temor fundado individual, sino el contexto, facilitando mucho el otorgamiento de la condición de refugiado.

Por ejemplo, cuando hay violaciones generalizadas a derechos humanos en países donde no solo una persona corre el riesgo de perder la vida, sino cualquier habitante, eso facilita el otorgamiento de la condición de refugiado.

Con el tiempo, México se ha convertido en un país de refugio, al menos para solicitar la condición de refugiado para muchas nacionalidades.

“Históricamente, en el total de solicitudes en el mundo, México ha recibido solicitudes de más de 100 países. Ese es un dato impresionante, aunque claro, de algunos países vienen pocos solicitantes de asilo, pero igual llegaron”.

“También se identifica por las redes, porque entra un familiar, quien avisa a otro, le dice a un amigo que aquí en México hay una ley que protege, etcétera”, concluyó Gandini.