- El trasplante de la lengua española al continente americano se gestó gradualmente, dijo
El 97 por ciento de las lenguas en el orbe vive en la oralidad con la misma capacidad de expresar su mundo, necesidades, simbolismos y transmisión de experiencia, rutinas, y como herramienta altamente identitaria. De las seis mil 100 en el planeta, menos de 100 cuentan con escritura.

La investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, Concepción Company Company, indicó lo anterior y añadió que gracias al lenguaje efectuamos más de 100 millones de sinapsis -relación funcional entre células- al día y que la evidencia de la escritura tiene site mil años.
Compartió que el primer texto en español de América data de 1494; es una nota escrita sobre Cristóbal Colón. El primer periódico americano fue en 1700, se trató del diario Suceso y noticias, de Lima, Perú; pensamos en algún momento que había sido La Gaceta de México, de 1721, pero no es as.
La integrante de El Colegio Nacional afirmó que el trasplante de la lengua española al continente americano se gestó gradualmente. “Sabemos con precisión a qué hora, en qué día de la semana y en dónde se inicia la andadura del español de España con América: miércoles 12 de octubre de 1492, a las 4:40 horas, en lo que ahora es Guanahani, Bahamas”.
Empezó como una lengua de conquista, de colonia, resurgida a la religión, al comercio y a la administración; hoy es lengua patrimonial con casi 500 millones de americanos nativos, puntualizó.
Las amerindias, ejemplificó, eran mayoritarias y patrimoniales hasta el siglo XVIII. A partir del XIX, con las reformas de Benito Juárez y antes con la Independencia, comenzaron a ser minoritarias y en franco retroceso, con progresiva pérdida: las y los hijos ya no eran bilingües, ni monolingües.
La también integrante de la Academia Mexicana de la Lengua sostuvo que la gran paradoja es que a medida que el español se integra y se enriquece con las lenguas indígenas, mayor ha sido las discriminación social y cultural hacia las personas indígenas de Hispanoamérica.
Al respecto, la investigadora emérita de la UNAM recordó palabras como “titipuchal” o “toloache”, e influencia en la estructura sintáctica como la frase “sangre de atole”.
“Las lenguas están permeadas: no las hay puras, ni carentes de préstamos; el contacto es parte de la vida humana, de la historia de cualquier lengua, viven, se recrean, se enriquecen, se renuevan mediante el contacto”, rememoró.
A partir de 2012 Company Company codirige el proyecto Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América, disponible en https://www.cordiam.org/ En esta herramienta existen archivos que datan del siglo XV, con la cual pudo evidenciar que desde 1494 se utilizan expresiones peyorativas al referirse a las comunidades indígenas, por ejemplo en República Dominicana:
“Asy desmandados e desconcertados por el mal recabdo que ternían, como estos yndios sean cobardes”.
“Que los yndios se hazen uellacos y borrachos, jugadores, peresosos, ladrones y cimarrones”, Perú, 1615.
“Y oyendo también decir que nos ensuciasen las almas, determiné no comer ninguna cosa prieta”, 1682, Carlos de Sigüenza y Góngora, “Parayso occidental”.
No obstante, destacó, algunas de las palabras que América ha dado al mundo: batata (taíno, de Cuba y países del Caribe); camote (del náhuatl, México); tapioca y tanga (tupí-guaraní, Paraguay); papa (quechua, Perú); cacao (náhuatl, México); cigarro (maya, México); chicle (náhuatl, México); y maíz (taíno, Cuba y países del Caribe).