Tras apenas unos meses en actividad, el fenómeno climático de La Niña ha llegado a su fin. Así lo indica el más reciente informe del Centro de Predicción Climática de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), el cual confirma que el océano Pacífico tropical se encuentra ahora en condiciones ENSO-neutral, es decir, sin presencia activa de El Niño ni de La Niña.
Se espera que esta fase neutra continúe durante la primavera y el verano boreal y, con alta probabilidad, se extienda hasta principios del otoño.
¿Qué es ENSO y por qué es importante?
ENSO, por sus siglas en inglés (El Niño-Southern Oscillation), es un patrón climático que implica cambios periódicos en la temperatura del océano Pacífico tropical y en la circulación atmosférica global. Tiene tres fases:
- El Niño: aguas más cálidas de lo normal en el Pacífico y lluvias intensas en ciertas regiones.
- La Niña: aguas más frías de lo normal y un aumento de los vientos alisios.
- Fase neutra: el océano presenta condiciones promedio, sin inclinación hacia ninguno de los extremos.
Estos patrones influyen directamente en la frecuencia e intensidad de huracanes, sequías, olas de calor y lluvias, por lo que su monitoreo es crucial para la predicción climática estacional.

En líneas grises se muestran todos los eventos de La Niña desde 1950; en morado, el más reciente (2024–2025). Aunque las temperaturas descendieron por debajo del umbral de La Niña (línea azul punteada), regresaron a valores promedio en marzo de 2025. Fuente: NOAA/ERSSTv5. Gráfica elaborada por Emily Becker.
Un episodio breve y atípico
La última aparición de La Niña fue tan corta que ni siquiera calificó oficialmente como un evento completo, ya que no superó los cinco periodos trimestrales consecutivos con temperaturas por debajo de los -0.5 °C en la región clave del Pacífico ecuatorial (Niño 3.4), umbral mínimo para ser considerada como tal en los registros históricos.
Según la NOAA, en marzo de 2025, el índice Niño 3.4 registró -0.01 °C, es decir, casi igual al promedio registrado entre 1991 y 2020. Esto confirmó el retorno a la fase neutral.
¿Qué esperar del clima en los próximos meses?
Durante las fases neutras, el pronóstico del clima se vuelve más incierto. Aunque no hay un patrón dominante, las altas temperaturas oceánicas y el calentamiento global siguen jugando un papel fundamental en los cambios climáticos extremos.
Para lo que resta de 2025, las proyecciones indican que las condiciones neutras seguirán siendo las más probables, aunque conforme avanza el año aumentan las probabilidades de un nuevo episodio de La Niña. Sin embargo, este escenario aún no es predominante.
Además, los modelos climáticos enfrentan un fenómeno conocido como la barrera de previsibilidad de primavera, que reduce la precisión de los pronósticos realizados en esta época del año, debido a los constantes cambios de fase del ENSO.
Un sistema dinámico y en evolución
La NOAA también aclara que el monitoreo del ENSO se basa en un sistema acoplado entre el océano y la atmósfera, lo que implica que deben observarse cambios tanto en las temperaturas del mar como en la circulación atmosférica para confirmar una fase activa.
Aunque algunos indicios atmosféricos de La Niña seguían presentes en marzo, como vientos alisios intensificados y lluvias en zonas del oeste del Pacífico, la desaparición de las aguas frías en la superficie y el debilitamiento de las reservas subterráneas de agua fría confirmaron que La Niña ha terminado.
Por ahora, el planeta transita una fase intermedia, con escenarios abiertos y una vigilancia constante. Mientras tanto, la comunidad científica continúa observando de cerca las condiciones del océano para anticipar los próximos movimientos del clima global.
Fuente: Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos