En 2024, casi cien países han celebrado elecciones, y en 50 de ellos los votantes eligieron al presidente o presidenta. Por ejemplo, en enero hubo elecciones en Taiwán, en las Islas Comoras (entre Madagascar y Mozambique, en el occidente de África) y en Finlandia, en el norte de Europa.
En nuestro continente, cuatro países latinoamericanos han llevado a cabo elecciones presidenciales. El 4 de febrero, los votantes de El Salvador reeligieron a Nayib Bukele. El abogado Raúl Mulino fue elegido presidente en Panamá en las elecciones del 5 de mayo. Mientras tanto, el 19 de mayo, en la República Dominicana, el presidente Luis Abinader fue reelegido para otros cuatro años.
En las elecciones celebradas este 2 de junio en México, por primera vez una mujer fue elegida presidenta. Claudia Sheinbaum Pardo recibió la mayoría de los votos.
El próximo domingo 28 de julio, los votantes venezolanos acudirán a las urnas para elegir a un nuevo presidente o reelegir a Nicolás Maduro. Las elecciones presidenciales de la región latinoamericana culminarán el 27 de octubre, día en que los uruguayos votarán por el sucesor de Luis Alberto Lacalle. Mientras que en Estados Unidos, se elegirá al sucesor de Joe Biden el 5 de noviembre.
Aunque todas las elecciones son muy importantes no solo para sus respectivos países sino también para la región, las elecciones en Venezuela tienen un significado especial para América Latina, a casi 26 años del triunfo electoral de Hugo Chávez.
La doctora Yadira Gálvez Salvador, internacionalista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, ofrece un análisis sobre unas elecciones que podrían cambiar el mapa político de América del Sur.
“El próximo domingo, Venezuela enfrentará unas elecciones que, sin duda, marcarán el devenir del país: el triunfo de la Plataforma Unitaria, que podría conducir a una transición hacia la democracia, o la continuidad y radicalización del régimen de Nicolás Maduro. Diversas encuestas otorgan una ventaja importante a Edmundo González Urrutia. De la mano de María Corina Machado, su campaña ha generado grandes expectativas. Por otro lado, el gobierno menciona encuestas que le dan la victoria”.
En este sentido, la investigadora señala que “hay que ser cautelosos, ya que el proceso está lleno de incertidumbre. La contienda ha estado marcada por la persecución del régimen contra los opositores. Tampoco podemos descartar que se practiquen la coacción del voto o la represión”.
Los ojos del mundo, especialmente los de América Latina, están puestos en Venezuela este fin de semana. “Numerosas voces internacionales están llamando al gobierno de Nicolás Maduro a respetar el proceso electoral. Sin embargo, no hay ninguna garantía de que, si el resultado no le favorece, lo acepte y entregue el poder”, señala la profesora Gálvez Salvador.
El control de las instituciones, el asedio a los opositores y la violación de los derechos humanos de quienes no apoyan al régimen de Nicolás Maduro ha sido una constante en estos años. Por ello, surgen dudas sobre el proceso electoral y el respeto a los resultados.
A mediados de julio, en una reunión en un barrio popular de Caracas, Maduro afirmó que “si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil […] garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”.
Estas declaraciones han generado reacciones de los presidentes de Brasil, Lula da Silva, Chile, Gabriel Boric, y del ex presidente de Argentina, Alberto Fernández, quienes se han pronunciado en favor del respeto a la voluntad popular.
Según la académica universitaria, “por un lado, esta narrativa se utiliza para inhibir y asustar a la ciudadanía, abonando a la incertidumbre y la polarización; y, por otro lado, es parte de los señalamientos que ha hecho sobre la oposición, acusándola en diversas ocasiones de generar violencia y de estar planeando actos de esta naturaleza”.
“Tampoco hay que olvidar que en 2017 amenazó con tomar las armas. En contraste, desde la Plataforma Unitaria, se insiste en que la transición de Venezuela debe ser pacífica y ordenada, apostando por el proceso electoral”.
La ciudadanía venezolana acudirá a las urnas el próximo domingo en lo que se considera una elección histórica. Un personaje importante en la oposición es María Corina Machado, quien fue inhabilitada para participar en las elecciones, por lo que se designó al exdiplomático Edmundo González como candidato de la Plataforma Unitaria.
La académica indica que “ella ha sido clave en la campaña de González. María Corina Machado se ha mantenido, se ha reinventado, ha logrado captar el sentimiento antichavista, movilizar a las personas y concitar el apoyo de diversos sectores. Es la principal figura de la oposición, por lo que, en cualquier escenario, jugará un papel sustantivo en la vida política venezolana”.
Las encuestas indican que la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González tiene una ventaja de hasta 30 puntos. Frente a ello, Gálvez Salvador insiste en la compleja situación del país y en que se pueden delinear diversos escenarios, incluida la posibilidad de que Maduro se mantenga en el poder.
En caso de que la oposición triunfe y se respeten los resultados, se abriría un proceso de transición democrática con numerosos retos, incluidos los términos del traspaso del poder.
“El régimen se ha desgastado. Hay enormes problemas de pobreza, exclusión social, autoritarismo y persecución política. La diáspora venezolana da cuenta de ello”, explica Gálvez Salvador. “Esperamos que la jornada electoral se lleve adelante con la libre participación ciudadana, que sea un proceso pacífico y que se respete la decisión popular”, concluyó la académica universitaria.