Hoy día, las plataformas digitales de las redes electrónicas tienen un aspecto positivo, pero de la misma forma pueden ser utilizadas para propagar ideas negativas, afirmó Felipe López Veneroni, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En su forma positiva, le dan la posibilidad a un investigador o creador de compartir simultáneamente con cientos de miles de personas, un dato, un producto, una historia, un poema o una imagen.
En el otro extremo, estas plataformas son capaces de comunicar construcciones discursivas de carácter racista u homofóbico y difundirlas a cientos de miles de usuarios que pueden engancharse con esta idea.
Así, la tecnología no es buena o mala, el problema es el uso social o político que se le otorgue. Por ejemplo, una pistola sirve lo mismo para defenderse y aplicar la ley que para romperla, destacó el académico universitario.
“Creo, el problema del internet es que nos llegó demasiado rápido, y no hemos tomado el tiempo suficiente para averiguar cuáles son todas las implicaciones traídas consigo”.
El experto señaló que esta es una de las tragedias de la tecnología, llegar tan de golpe porque ha permitido utilizarla para todo tipo de situaciones.
En sí, se trata de una apuesta de discursos, creo que depende más del lector. Los usuarios tienen una formación o educación más o menos sólida, y sabrán discernir cada cuestión, enfatizó.
Si usamos esta tecnología con el objetivo de generar ruido o saturación en el espacio informativo, promoveremos una mayor desinformación que información. “Creo que nos hace falta reflexionar desde afuera de la tecnología para entender cuáles son las posibilidades y efectos que nos pueda traer”, concluyó.