El pasado 2 de noviembre de 2024, las extensas y cálidas arenas del desierto de Arabia Saudita se cubrieron de nieve. Este fenómeno ocurrió en la región de Al-Jawf, en el desierto de Al-Nafūd, una zona famosa por sus altas temperaturas y vastas dunas doradas. Es poco común, explicó Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.

De hecho, es similar al fenómeno Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ocurrió en Valencia. Esto sucede cuando una masa de aire frío se aísla en la atmósfera en niveles altos y se crea una gran inestabilidad, porque el aire frío choca con el aire cálido y húmedo en la superficie.
Esta diferencia de temperaturas desencadena tormentas intensas, precipitaciones fuertes e incluso granizadas, especialmente cuando las condiciones de humedad en la atmósfera son altas.
Además, es frecuente que se traslade hacia zonas más cálidas, donde se producen precipitaciones muy intensas. En esta ocasión, los efectos llegaron a la península arábiga, en particular en la parte centro y norte, explicó el investigador universitario.
En efecto, es un fenómeno meteorológico usual, porque el mar Mediterráneo transporta la humedad en forma de nieve a las zonas más cálidas. Se trata de un fenómeno que ocurre cada año, ya sea en verano, otoño o invierno. Por ejemplo, se han dado otras nevadas en desiertos, como en las pirámides de Egipto, durante el evento de la ola de frío de 2013, añadió Victor Torres.
En invierno, la diferencia de temperatura entre los trópicos y las latitudes es mayor, lo que provoca aceleraciones de un fenómeno que se llama “jet de niveles superiores”, un sistema de vientos muy intensos en la atmósfera superior, generalmente entre 9 mil y 12 mil metros de altitud. Esta corriente se mueve alrededor de la Tierra e influye en el clima y el tiempo en diferentes regiones.
En algunos casos, como en los desiertos, pueden provocar lluvias o incluso tormentas invernales, y se pueden predecir con exactitud días antes de que sucedan.
Lo ideal es que las autoridades de Arabia tomen precauciones para minimizar las afectaciones. Sin embargo, Torres considera que fue muy poca la nieve que cayó (al parecer cayó granizo), ya que no superó los 23 centímetros y se deshizo muy rápido.
Por ello, seguramente las afectaciones no fueron significativas. Para que las plantas se congelen y mueran, debe haber una mayor cantidad de nieve. Además, estas tormentas son frecuentes.
Para alcanzar una tormenta muy intensa, se necesita una temperatura muy baja, de aproximadamente 36 grados bajo cero o menos. En esta tormenta, la temperatura mínima fue de 13 °C, que sin embargo, estuvo por debajo de los valores mínimos climatológicos.
La temperatura en este desierto varía entre 17 y 23 grados durante noviembre; en verano puede llegar hasta 55 grados centígrados.
¿Tiene que ver con el cambio climático?
A decir de Víctor Torres, es algo que no se puede saber a ciencia cierta. Por ejemplo, en Yucatán llueve mucho, hay huracanes y uno pensaría que se debe al cambio climático, pero no necesariamente porque en la atmósfera hay ciertos factores que hacen que la atmósfera se desarrollen fenómenos de este tipo.
Para relacionarlo con el cambio climático, se requieren estudios de “atribución climática”, que analizan ciertos fenómenos y anomalías.
Sin embargo, “sí estamos observando un calentamiento en la región del Atlántico, que hasta hace algunos días registraba una temperatura superior en dos grados Celsius, lo cual generó suficiente energía para desarrollar una intensa tormenta DANA sobre Valencia”.
Finalmente, esta energía pudo transferirse a la atmósfera y desencadenar esta segunda tormenta en Arabia a principios de noviembre.
¿Por qué tanto alboroto?
Fenómenos como que caiga nieve en el desierto siempre van a sorprender a la gente, pero es porque se dejado de poner atención a la naturaleza, enfatizó el investigador universitario.
“Es como si dijéramos que nevó en el desierto de Chihuahua. Sí, es poco usual, pero sucede en otoño o invierno y la nieve se derrite en cuestión de horas. Probablemente sorprenderá a quienes no están familiarizados con estos fenómenos”, concluyó el especialista.