En México existe la creencia de que los gatos son responsables de propiciar muchas enfermedades en los seres humanos, y que si hay niños pequeños o mujeres embarazadas son dañinos para su salud, por lo cual se deshacen de ellos.
Actualmente, la población de perros y gatos suma 23 millones en México, de los cuales solo 30% tienen un hogar, según cifras oficiales; esto representa un problema de salud pública, ya que las heces de estos animales callejeros están en todas partes y “cuando se deshidratan y el viento sopla se lleva las partículas, las cuales caen en los puestos de comida callejera” explicó la médico veterinario Luisa Mar Ramírez Novoa.
Los parásitos de los gatos son la principal causa de enfermedades en los humanos, se transmiten de manera constante y pueden provocar anemia, desnutrición e incluso parasitosis severa que podría generar un bloque instestinal.
La leptospira, bacteria intestinal que se encuentra en la orina de los gatos, puede dañar hígado y riñon en los seres humanos, ya que esta atraviesa la piel intacta e infectar rápidamente.
De acuerdo con la especialista, existe el mito que mucha gente es alérgica a los gatos por su pelaje, pero en realidad es a la saliva, debido a que se lamen todo el tiempo y dejan partículas de saliva en el pelo, razón por la cual en muchas ocasiones se “sataniza” y se relaciona con ciertas enfermedades.
De acuerdo con datos de la plataforma especializada PetMD, existen razas de gatos que son hipoalergénicos debido a su tipo de pelo, como el gato siberiano, balinés, bengala, birmano, colorpoint de pelo corto, cornish rex, devon rex, javanés, ocicat, oriental de pelo corto, ruso azul, siamés y esfinge, mencionó Ramírez Novoa.
Una de las enfermedades que asocia el contacto con gatos es la llamada toxoplasmosis, que aunque no es muy común en los felinos, es muy conocida por generar abortos o problemas al nacimiento.
Si una mujer tiene contacto con este parásito durante la gestación en el primero, segundo y tercer trimestre, el feto puede tener diferentes problemas, pero para que un gato sea portador tuvo que consumir carne cruda.
“Si tu gato come croquetas no tendría por que tener este parásito. Para que el humano se infecte tendría que dejar su arena sucia de 48 a 72 horas, y es raro que pase esto por lo regular las personas limpian el arenero todos los días”.
La especialista precisa que también es un mito, por eso muchas mujeres abandonan a sus gatos cuando quedan embarazadas, pero en las grandes ciudades es común adquirirla y no necesariamente por estos animales.