Entre el 1 y el 3 de octubre de 2024, el Sol emitió dos fuertes erupciones solares consecutivas que podrían causar alteraciones en la Tierra. El primer evento ocurrió el 1 de octubre, cuando el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA registró una erupción que alcanzó su punto máximo a las 6:20 p.m. ET. Esta explosión fue clasificada como una llamarada X7.1, una de las más intensas dentro de su categoría. La imagen capturada mostró al Sol en tonos rojos y naranjas, con áreas brillantes en la parte inferior izquierda donde se originó el estallido. Esta llamarada tiene el potencial de afectar las comunicaciones por radio, las redes eléctricas y las señales de navegación en la Tierra, además de representar un riesgo para las misiones espaciales y astronautas
Dos días después, el 3 de octubre, el Sol emitió una segunda erupción aún más poderosa, clasificada como X9.0, que alcanzó su punto máximo a las 8:18 a.m. ET. Esta erupción fue también registrada por el SDO, y la imagen muestra un destello de energía extremadamente brillante en el centro del Sol, coloreado en tonos de rojo y dorado, que revela el material extremadamente caliente involucrado. La erupción X9.0 es la más intensa registrada en los últimos siete años, lo que subraya la importancia de monitorear el clima espacial para mitigar sus posibles impactos tecnológicos en la Tierra.
Ambas llamaradas pertenecen a la clase X, la más poderosa de estos eventos, y podrían tener repercusiones significativas en las infraestructuras tecnológicas del planeta. Para obtener más información sobre cómo estas erupciones podrían afectar la Tierra, se recomienda visitar el Centro de Predicción de Clima Espacial de la NOAA, que emite pronósticos, alertas y advertencias sobre estos fenómenos. NASA continúa su observación constante del Sol con una flota de naves espaciales dedicadas a estudiar la actividad solar y su influencia en el espacio que rodea nuestro planeta.
Con información de la NASA