El Día Mundial contra la Trata de Personas llega en medio de crisis mundiales, conflictos y emergencias climáticas, agravando aún más la amenaza de la trata de personas. Los desplazados y desfavorecidos son los más vulnerables a la explotación de los traficantes, encontrándose a menudo al final de la cadena de injusticia y abuso.
Las medidas globales de lucha contra la trata muestran signos preocupantes de deterioro, especialmente en países en desarrollo. La detección de casos y las condenas cayeron en 2020, evidenciando una respuesta mundial ralentizada ante este crimen atroz. La pandemia ha exacerbado el problema, empujando la trata más hacia la clandestinidad y agravando los riesgos para las víctimas.
El abandono de las víctimas significa no solo perpetuar su explotación, sino también fracasar en apoyar a aquellos liberados de sus traficantes y dejar a grupos vulnerables desprotegidos.
Este año, el Día Mundial contra la Trata de Personas busca concienciar sobre estas alarmantes realidades. Insta a gobiernos, fuerzas del orden, servicios públicos y sociedad civil a intensificar esfuerzos para acabar con la impunidad y fortalecer las acciones preventivas.
Para #EndHumanTrafficking, es imperativo aumentar la resistencia contra la explotación y abordar las raíces socioeconómicas y culturales que la perpetúan. Para aprender más y unirse a la lucha, les invitamos a leer nuestro Especial. Juntos, podemos marcar la diferencia.