El esmalte dental está constituido de pequeños cristales, los cuales son de gran interés para físicos como yo. Por eso, a quienes me preguntan sobre por qué trabajo con dentistas suelo responderles que tales colaboraciones no son raras ya que la ciencia es interdisciplinaria, señala el profesor Jesús Arenas Alatorre, quien ha estado apoyando a la odontóloga Alma Ceballos, de la Universidad Autónoma del Estado de México, en sus indagatorias sobre el efecto del láser Er:YAG en los dientes y por qué estos, tras ser irradiados, se robustecen y son menos proclives a la caries.
Arenas Alatorre, quien además de investigador es responsable del Laboratorio Central de Microscopía del Instituto de Física (IF) de la UNAM, se encargó de analizar las piezas que le entregaba la doctora Ceballos. Para ello se valió de un microscopio electrónico, herramienta con hasta mil veces más resolución que los que funcionan con luz, lo cual les permitió observar la composición química de los objetos. Además, debido a que dicho aparato funciona al bajo vacío, no fisuró los dientes, algo que al alto vacío hubiera pasado debido a la humedad almacenada en ellos.
“Lo que hace el láser Er:YAG (cuyo medio activo es un sólido de itrio, aluminio y granate, revestido de erbio) es calentar la pieza dental y generar microexoplosiones. Esto produce alteraciones a nivel químico que se traducen en mayor resistencia. Si comparas el antes y el después de la irradiación verás cambios drásticos. Sin embargo, para apreciarlos requieres un microscopio que no hay en mi universidad; de ahí que surgiera este vínculo para colaborar con la UNAM”, explica Alma Yadira Ceballos.
Sobre este punto, la maestra en Ciencias Odontológicas detalla que la caries es provocada por ácidos que atacan a los dientes, en especial las superficies oclusales (la parte de la muela con la que se mastica). Para prevenir este tipo de lesiones lo tradicional es emplear selladores de fosas y fisuras, los cuales tienen un gran inconveniente: pueden caerse, desaparecer y dejar sin protección, por lo que el paciente debe ser sometido a revisiones clínicas constantes.
A decir de la también doctora en Ciencias de la Salud, lo mejor sería buscar métodos más permanentes y, bajo esta lógica, propone irradiar los dientes con láser Er:YAG y usar, al mismo tiempo, remineralizantes, pues según observaciones recabadas en tres años, esta combinación incrementa la resistencia del esmalte.
“Desde hace mucho sabemos que el fluoruro robustece los dientes, pero éste, aunque efectivo en las superficies lisas, es de pobre absorción en las oclusales —los surcos en la parte superior de los molares—. Las pruebas realizadas in vitrocon el proceso antes mencionado han dado buenos resultados en cuanto a la asimilación de este compuesto en fosas y fisuras, lo que nos hace creer que vamos por el camino correcto”.
Un puente entre universidades
Para Alma Ceballos, los resultados de este trabajo no sólo la hicieron obtener el grado de doctora en Ciencias de la Salud, sino la llevaron a difundir sus resultados en la revista Dental and Medical Problems, de la Universidad Médica de Wroclaw, y en el Journal of Spectroscopy, publicación revisada por pares y de acceso abierto.
Sobre el interés que ha despertado este trabajo, la odontóloga opina que se debe a que, aunque la población suele pasarlo por alto, la caries representa un problema bastante extendido de salud pública.
“Ya se lleva algún tiempo experimentado con este láser en particular, pero sin aplicarlo de lleno para este padecimiento. Esperamos que partir de los resultados presentados esto vaya cambiando, pues el objetivo de quienes nos dedicamos a este tipo de investigación es que aquello exitoso in vitro, pueda ser trasladado a in vivo”.
De entre las ventajas de este método la doctora Ceballos refiere la alta compatibilidad del Er:YAG con los componentes hídricos. “Dicho láser elimina esa porción y genera una merma de materia orgánica en el diente, pero sin pérdida de composición inorgánica, y justo ésta es la que ofrece mayor resistencia al ácido que provoca la caries”.
Además, a diferencia del método tradicional de sellar fosas y fisuras, esta vía es mucho más duradera y su ejecución resulta mucho más rápida: la irradiación con el láser dura sólo 20 segundos (siempre y cuando se aplique con una densidad de energía de 12.7 milijoules sobre centímetro cuadrado a 10 Hertz de frecuencia).
Acerca de su colaboración en este proyecto, el doctor Arenas dice sentirse muy satisfecho pues, aunque a él no le tocó desarrollar la parte médica, si tuvo la oportunidad de apoyar con sus conocimientos de física a un prometedor desarrollo odontológico.
“Si algo nos han demostrado los últimos tiempos es que los grandes hallazgos en medicina, física y en tantas otras áreas se deben al trabajo interdisciplinario. Desafortunadamente en México estamos a la zaga en este aspecto, pero aquí, en el IF, intentamos romper con esa inercia; de ahí que tengamos colaboraciones no sólo con dentistas, sino con arqueólogos, especialistas en arte y con la iniciativa privada. Ya a nivel personal puedo decir que, como investigador, esto es una oportunidad para aprender algo nuevo”.
Para finalizar, el académico apuntó que, en lo que respecta al uso del láser Er:YAG en el combate a la caries aún faltanmás pruebas, por lo que ahondarán más en el tema. “No obstante, éste es un ejemplo de cómo podemos pasar de la ciencia básica a crear tecnología y debemos seguir por este camino, ya que la clave para el futuro del país podría estar justo en ello”.