En 1940 apareció El corsario beige, una breve novela de Renato Leduc, más conocido por su obra periodística y poética que como novelista. Esa primera edición, de la editorial Alcancía, estaba ilustrada con grabados en madera de Francisco Díaz de León.

Una de las características de la literatura de Leduc era su lenguaje, en el que no faltaba la ironía ni el humor, con el uso preciso de la palabra irreverente, “introduciendo continuamente la nota disonante”, como menciona Vicente Quirarte en un artículo sobre el autor. Se ha señalado que su estilo era bronco y satírico, con una fuerte inclinación a la burla de políticos y figuras de poder.
El corsario beige parodia la novela de la Revolución desde el punto de vista del narrador-personaje, Baldomero, y su relación con el coronel Hipólito Buelna, aspirante a gobernar Sonora. A través de un relato mordaz y repleto de sarcasmo, Leduc construye un universo grotesco donde la Revolución, al volverse institucional, traiciona sus ideales. Como señala el poeta y dramaturgo Víctor Hugo Vázquez Rentería, autor del estudio que acompaña a la reedición de la novela, el protagonista se mueve entre la picardía y el carnaval para exponer la corrupción de la clase política posrevolucionaria.
Más allá de su estructura paródica, la novela destaca por su estilo fragmentario y su constante juego con el lenguaje, donde el ritmo de las frases y el uso de giros coloquiales refuerzan la intención satírica del autor. Su irreverencia y su mirada desencantada sobre la realidad política y social mexicana le otorgan una vigencia particular, en un país donde los vicios del poder que satiriza Leduc siguen siendo reconocibles.
Dentro de la colección La novela corta. Una biblioteca virtual del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, El corsario beige ha sido reeditada en formato digital y se encuentra disponible para su lectura en PDF.
Sobre el autor, aunque en algunos registros se afirma que Leduc nació en 1897, otras fuentes indican que su fe de bautizo es de abril de 1896, en la Parroquia de San Agustín de las Cuevas, en Tlalpan. Lo que es seguro es que falleció en la Ciudad de México el 2 de agosto de 1986.