Desde que Daniel Noboa, presidente de Ecuador, emitió el decreto de conflicto armado interno contra más de veinte organizaciones delictivas el pasado 9 de enero, la tensión en el país sudamericano ha aumentado significativamente. La semana anterior, en respuesta a esta medida, el crimen organizado ejecutó atentados en varios puntos del país, con policías retenidos y asesinados, escuelas secuestradas y siete prisiones tomadas por organizaciones criminales.
Si bien se ha recuperado el control de las prisiones y los rehenes han sido liberados, el ambiente en Ecuador continúa siendo hostil. A pesar de la común presencia militar en las calles, la población no se siente segura.
La semana pasada, el crimen organizado asesinó a César Fuentes, un fiscal que investigaba la delincuencia organizada y estaba a cargo del caso de la toma armada del canal TC Televisión.
El asesinato de Fuentes, aunque ya se han detenido a dos sospechosos, ha expuesto la vulnerabilidad de las entidades gubernamentales ecuatorianas y ha generado dudas sobre la efectividad del decreto de conflicto armado interno. Sin embargo, a pesar de las interrogantes, el presidente Noboa ha reiterado su compromiso de “devolver la tranquilidad a los ecuatorianos” y ha informado que se han detenido a más de 2.300 personas.
Para analizar la decisión política del presidente Noboa y las repercusiones del asesinato del fiscal, UNAM Global (UG) entrevistó a Nayar López Castellanos (NLC), doctor en ciencias políticas por la UNAM.
UG: Han transcurrido 10 días desde que el presidente Noboa emitió el decreto de conflicto armado interno, ¿cuál es su análisis en este periodo?
NLC: En estos 10 días, lo destacable es el despliegue militar en ciudades principales y la paralización de actividades, como en el sector educativo, que retomará gradualmente de forma virtual. Se han realizado más de 2 mil detenciones, pero no se especifica cuántas corresponden a miembros de las diversas organizaciones criminales. Me sorprende la ausencia de una purga en los ámbitos institucionales, sabiendo que el crimen organizado ha infiltrado cárceles y el sistema judicial. El despliegue militar es una medida de contención, pero no resuelve el problema de fondo. Aunque es complejo solucionar problemas como la pobreza y la corrupción en poco tiempo, no existe aún un plan concreto.
UG: A pesar de los más de dos mil detenidos, aún no se ha capturado a “Fito” o a criminales de alto rango. ¿Se está enfocando el Gobierno de Noboa en atacar solo los eslabones más bajos de las redes criminales?
NLC: Es una estrategia que solo maquilla la situación. Falta una genuina preocupación por resolver problemas sociales. Se necesitan alternativas para la pobreza, planes para mejorar ingresos, mayor apoyo y depuración de los cuerpos policiales. Es un ciclo visto también en México: se captura a uno, pero surge un reemplazo.
UG: Trabajadores del sector seguridad han criticado a los anteriores gobiernos ecuatorianos por no proporcionar herramientas necesarias. ¿Qué tan vulnerable puede volverse un Estado sin sistemas penitenciarios óptimos?
NLC: La vulnerabilidad surge de múltiples factores, incluyendo la corrupción judicial. En México, por ejemplo, vemos a criminales de alto rango liberados mientras personas por delitos menores permanecen encarceladas. La traición al proyecto de transformación del presidente Correa, unido al manejo deficiente de la pandemia de COVID-19, ha debilitado las instituciones, reflejándose en una crisis social. Las soluciones deben ser multidimensionales.
UG: Tras las amenazas recibidas por Heidy Borja Hernández, presidenta de la Asociación de Magistrados y Jueces de Guayas, y el asesinato del fiscal César Fuentes, ¿por qué no se proporcionó mayor protección a fiscales, jueces y abogados?
NLC: El asesinato del fiscal muestra la negligencia y la incapacidad gubernamental. Este acto también sugiere el nivel de información que poseía Fuentes, lo que justificaría su asesinato.
UG: ¿Está el presidente Noboa utilizando esta situación con fines políticos?
NLC: Es posible. Su estrategia, limitada y pragmática, busca proyectar una imagen de audacia, similar a la de Bukele. Sin embargo, es temprano para juzgar su eficacia. La detención de 2 mil personas, sin capturar a los líderes, y el decreto de conflicto armado interno, podrían generar nuevos problemas.
Ideas destacadas:
- La tensión en Ecuador tras el decreto de conflicto armado interno.
- El asesinato de César Fuentes expone la vulnerabilidad de las entidades gubernamentales ecuatorianas.
- Análisis crítico de Nayar López Castellanos sobre la estrategia del presidente Noboa.
- La necesidad de soluciones multidimensionales para abordar la crisis en Ecuador.
- Posible uso político de la situación por parte del presidente Noboa.