Un papel prominente juega la documentación del patrimonio cultural en su protección. Así lo reconoce Pedro Ángeles Jiménez, coordinador de la Unidad de Información para las Artes (UNIARTE), del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM , quien admite que la organización de este conocimiento aún carece del arraigo que sería deseable.
La documentación del patrimonio cultural es fundamental como una de las principales herramientas para luchar contra el tráfico ilícito de artefactos arqueológicos y obras de arte. Esta también ofrece una ventana para entender mejor nuestra herencia histórica y artística. “Disponer de datos de calidad garantiza una relación más armoniosa entre la protección, disfrute y conocimiento de nuestro patrimonio cultural”, asegura Ángeles Jiménez.
Por otra parte, el doctor Jiménez resaltó la urgencia de un sistema de documentación adecuado debido a la amenaza que supone el tráfico ilícito de obras de arte, un problema que se entrelaza con el crimen organizado. Al señalar el robo de arte sacro y la sustracción de bienes en zonas arqueológicas poco vigiladas, reconoció que esta es una tarea pendiente que debemos asumir como sociedad.
Para promover buenas prácticas en documentación en nuestro país, Ciudad de México acogerá la Conferencia Anual 2023 del CIDOC del 24 al 28 de septiembre próximo. Este evento, organizado por el IIE, tiene como objetivo expandir la relación directa de la UNAM con este organismo internacional a otras instancias culturales del país, creando redes de conocimiento.
“La información es poder”, un principio que Pedro Ángeles recuerda al evocar la fundación del Comité Internacional de Museos (ICOM) en 1946, tras concluir la Segunda Guerra Mundial. Gracias a la documentación, el patrimonio fue restituido a los lugares de donde se extrajo durante el conflicto bélico.
Existen museos de todo tipo, incluso aquellos dedicados a las ideas, como el Interactivo de Economía o el de Memoria y Tolerancia, que exhiben conceptos más que objetos. Ante esta complejidad, el ICOM desarrolló comités como el CIDOC, responsable de generar normas y mejores prácticas para solucionar el desafío de la organización del conocimiento de estos espacios.
Ángeles Jiménez rememoró que en 1990, en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, Estados Unidos, se produjo el robo de obras de Vermeer, Rembrandt y Degas. El caso jamás fue resuelto y, hasta la fecha, se exhiben los marcos de las obras saqueadas como testimonio de su ausencia.
En 1993, una discusión internacional que reunió a un gran número de especialistas de diversas áreas, museos, patrimonio cultural, aduanas y comercio de obras de arte, condujo a la definición de un estándar para ayudar a identificar obras en tránsito o reportadas como faltantes. Así se estableció el Object-ID, que permite reconocer los objetos mediante distintos datos y emitir alertas en caso de robo.
El tráfico ilícito de obras artísticas y patrimoniales sigue las mismas rutas que las peores prácticas humanas: el tráfico de drogas y de personas. En estos casos, la documentación vuelve a tener un rol prominente, tal como sucede con los boletines policiales para localizar a personas prófugas de la justicia.
Siempre que se recibe una obra en un museo, se generan documentos detallando su estado, procedencia, método de adquisición, medidas y número de inventario. Ángeles Jiménez destaca que, si el objeto necesita restauración, se genera nueva información de la intervención realizada, y si se expone, se producen catálogos y comentarios en los medios, que se suman a la documentación del objeto.
Las normas de catalogación, estructuras de información acordes con estándares internacionales y vocabularios controlados conforman un panorama complejo que, sin embargo, nos acerca a un mejor conocimiento de nuestro legado.
Según Ángeles Jiménez, documentar el patrimonio es estratégico para las organizaciones e instituciones culturales, incluida la Universidad, que resguarda decenas de museos y edificios históricos y miles de objetos, desde fósiles hasta murales.
Ideas destacadas sobre proteger el patrimonio cultural
- La documentación del patrimonio cultural es una herramienta esencial para su protección y para luchar contra el tráfico ilícito de artefactos y obras de arte.
- Existe una urgencia social de desarrollar y mejorar los sistemas de documentación de obras de arte y patrimonio, dados los desafíos que representa el robo y el tráfico ilícito de estos bienes.
- La Conferencia Anual 2023 del CIDOC en la Ciudad de México servirá como plataforma para promover las buenas prácticas en documentación y fortalecer las redes de conocimiento entre la UNAM y otras instancias culturales del país.
- El Comité Internacional de Museos (ICOM) y su comité CIDOC han jugado un papel clave en la generación de normas y prácticas para la documentación de patrimonio en los museos.
- La documentación de las obras de arte y los artefactos del patrimonio no solo incluye datos básicos, sino también detalles sobre su estado, procedencia, y cualquier restauración que hayan necesitado.
- La documentación del patrimonio es una estrategia esencial para las organizaciones e instituciones culturales, como la UNAM, que custodia una amplia gama de patrimonio, desde fósiles hasta murales.