Recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México significa un compromiso enorme “que agradezco infinitamente” al Consejo Universitario de la institución, destacó el escritor Leonardo Padura Fuentes.
En una charla con universitarios, Padura Fuentes expresó que el honoris causa es un reconocimiento a la cultura de Cuba, el cual lo recibe “como un escritor cubano que vive en Cuba y que pertenece a la cultura cubana”.
El narrador recordó que desde 1920 ningún cubano había recibido la distinción. En aquella época, el reconocimiento fue conferido a Manuel Márquez Sterling por su destacado papel como diplomático, y su franca actitud de apoyo a la familia Madero en la Decena Trágica.
El autor de El hombre que amaba a los perros resaltó que desde hace 19 años no visitaba la Ciudad de México: “La altura de la ciudad me golpea muchísimo y había decidido que no me arriesgaba a venir”. En esta ocasión, hizo un recorrido vía terrestre desde Guadalajara a México, con el propósito de minimizar los efectos negativos de la altura.
Debido a su saturada agenda de trabajo mencionó que apenas pudo comer: “Imagínense ustedes, estar en México y comerse corriendo una pizza, es uno de los descréditos más grandes que he sufrido en mi vida y que ha sufrido la cocina mexicana”.
Leonardo Padura enfatizó que en la crisis económica de Cuba de los 90 lo primero que faltó fue el papel, pues la otrora Unión Soviética suspendió los envíos. Cuba se quedó sin socios comerciales, fue el periodo especial, “más especial que nunca”.
Y fue en esos años que la UNAM y el grupo de escritores y funcionarios de Difusión Cultural (Gonzalo Celorio y Hernán Lara Zavala) crearon un proyecto solidario con Cuba para promover la literatura cubana en México, y hacer una serie de libros que se llevaron y distribuyeron en la Isla. Padura visitó la UNAM en dos de aquellos encuentros de narrativa que se organizaron, “fue un gesto invaluable de la Universidad para los escritores y lectores cubanos”.
El novelista afirmó que existe una “deuda de gratitud de los cubanos con la República Mexicana”; desde el siglo XIX, México ha sido un país solidario con Cuba, un país de acogida, y recordó el caso de José María Heredia, el primer cubano que tuvo conciencia de su cubanía, la cual expresó a través de su obra poética.
“En los momentos más difíciles de la vida política cubana, México se mantuvo al lado de mi país. Nos dio todos los apoyos posibles, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas, siempre ha sido una relación armónica”.
Padura Fuentes recordó que “hay dos cosas que los mexicanos nos deben a nosotros y que a veces no nos lo agradecen porque los mexicanos son un poco malagradecidos: El béisbol no llegó a México desde los Estados Unidos, llegó desde Cuba, y junto con ese deporte llegó algo que es signo distintivo de ambos países, el bolero”.
Finalmente, aseguró que compartimos un sentimiento romántico expresado en canciones “que afortunadamente para mi generación, la generación de mis padres y la de mis abuelos, formó parte de una educación sentimental, y por eso muchas veces hablamos y nos expresamos en la vida cotidiana con frases de bolero”.