En el 40 aniversario de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género, autoridades universitarias y nacionales destacaron la función ética, jurídica y política de esta instancia autónoma.
La UNAM conmemoró cuatro décadas de existencia de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género, con una ceremonia realizada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, encabezada por el Rector Leonardo Lomelí Vanegas y con la participación de autoridades universitarias, integrantes de redes defensoras y representantes de instituciones nacionales.


Durante su intervención, el Rector Leonardo Lomelí subrayó que el prestigio de una casa de estudios no se mide únicamente por su matrícula o su producción científica, sino por su capacidad de escucha, su vocación crítica y su voluntad de transformación. “La igualdad no es un trámite: es una lógica estructural que requiere sensibilidad, firmeza y compromiso institucional constante”, afirmó.
El Rector recordó que la creación de la Defensoría en 1985, bajo el impulso del entonces rector Jorge Carpizo, significó un hito histórico: fue el primer órgano ombudsman universitario en México. Desde entonces, ha evolucionado hacia un modelo interseccional, con más de 21 mil orientaciones y más de 3 mil quejas atendidas solo en la última década. “Celebramos este aniversario como una reafirmación de nuestro compromiso: no retroceder, no callar ante la violencia, no normalizar el agravio”, concluyó.
La Dra. Guadalupe Barrena Nájera, titular de la Defensoría, calificó a esta instancia como “la conciencia de la Universidad”, un espacio autónomo y confidencial que brinda acompañamiento y escucha atenta a quienes han vivido actos arbitrarios o de violencia dentro de la vida universitaria. Citando a la filósofa francesa Simone Weil, Barrena defendió la importancia de escuchar sin juzgar y de construir espacios donde toda la comunidad pueda ejercer intensamente sus libertades.
Barrena también compartió cifras que ilustran el alcance de la Defensoría: más de 53 mil personas atendidas desde su fundación, y más de 8 mil expedientes de queja tramitados, 4,400 de ellos solo en los últimos cinco años. “La violencia que no se atiende en los espacios académicos genera deserción escolar. La UNAM no puede cumplir sus funciones sustantivas si sus estudiantes se sienten inseguros”, advirtió.
En su mensaje de bienvenida, la Dra. Mónica González Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, resaltó que la Defensoría ha sido fundamental para garantizar los derechos humanos y académicos sin vulnerar la autonomía universitaria. Recordó que la Suprema Corte ha reconocido que la autonomía permite a las universidades crear sus propios órganos de gobierno y mecanismos internos de resolución de controversias. “La comunidad universitaria de hoy es más exigente, más consciente de sus derechos. La UNAM ha sabido estar a la altura, marcando pauta para otras instituciones”, señaló.
Desde la ANUIES, el Dr. Luis Armando González Placencia enfatizó que la educación superior es hoy, tras la reforma al artículo 3º constitucional, un derecho humano fundamental. Por ello, dijo, las universidades están obligadas a garantizar los derechos humanos en su vida interna. “Desde la ANUIES impulsamos con convicción las defensorías universitarias y una justicia con perspectiva de derechos”, expresó.