Muchos poseen información básica sobre el clítoris, que lo tienen las mujeres, dónde se encuentra, que ayuda a lograr el placer, al menos eso se esperaría…
Dejando lo básico a un lado, la Dra. en Psicología y sexóloga Alejandra Hubin, que publicó ‘Entre mis labios, mi clítoris: confidencias de un órgano misterioso‘. Este libro hace un repaso de los primeros avances en anatomía del clítoris, y cómo este experimentó avances y retrocesos hasta situarse donde debe estar, en el centro del placer femenino.
Historia
El hecho de que el clítoris sea un órgano que sirve exclusivamente al placer sexual ha frustrado durante siglos a los científicos, que trataban de buscar una función reproductiva, relacionada con el coito; para ellos, tenía mucho más sentido que el placer se obtuviera de la estimulación vaginal.
Siglos de historia de discriminación de la principal fuente de placer femenino ha dado como resultado una colección de mitos, falacias, frustraciones y conceptos erróneos.
Discriminado, el clítoris fue desconocido en la antigüedad y no fue hasta 1559 que fue identificado oficialmente, cuando el cirujano italiano Mateo Realdo Colombo lo diseccionó por primera vez, como plasmó en su obra De re anatomica. Este descubrimiento fue discutido por Gabriel Falopio (quien dio su nombre a otra parte de la anatomía femenina), que de no ser por la publicación de Realdo tal vez hubiéramos llamado de otra forma.
Más allá de lo que ves
Hoy sabemos que es clítoris no es sólo una pequeña área visible, sino que es un órgano mucho más grande y complejo, que se extiende varios centímetros bajo la piel, y que puede estimularse desde diferentes angulos. Por supuesto, aunque de manera indirecta, también desde el interior de la vagina. Sin embargo, la manera más efectiva de obtener un orgasmo es la estimulación directa de la parte externa del clítoris, que es en realidad el glande de un aparato más complejo que se extiende interiormente.
Órgano del cuerpo humano exclusivo para el placer
Durante décadas se ha especulado sobre la función reproductiva del clítoris en general, la conclusión, no la hay. Este órgano no tienen otra función más que proporcionar placer.
Es como un pene
Efectivamente, el glande del clítoris (esa parte visible) situada por encima de la abertura de la vagina y de la uretra, se encuentra cubierto de una especie de capuchón de piel, llamado capuchón y posee aproximadamente 8 mil terminaciones nerviosas (el doble que el pene).
El glande, que mide entre 3-4 mm de ancho, y entre 4-5 mm de largo, en estado de reposo, y al igual que el pene, en erección aumenta su tamaño, puede alcanzar de 10 a 15 mm de longitud.
Pero el glande es solo la punta del iceberg, completo mide alrededor de 10 cm (aproximadamente el tamaño de un pene en su estado flácido). Lo que vemos es sólo la punta del iceberg. En realidad, casi tres cuartas partes del clítoris están escondidas dentro de la vagina y parecen un “hueso de la suerte”, pues se divide en dos ‘piernas’ (cuerpos pareados o crura) que miden cerca de 10 cm de largo y se extienden alrededor de las paredes vaginales.
Durante la fase REM del sueño, como ocurre de igual manera en hombres, es posible que el clítores se hinche y esta reacción se acompañe de lubricación vaginal, un hecho que no tiene por qué ir relacionado con sueños de carácter erótico, se trata de una reacción natural del cuerpo.
Eres clitoridiana o vaginal
En realidad, el órgano destinado al placer 100% es el clítoris de la mujer y podemos estimularlo por vía externa o por vía interna gracias a las presiones que se pueden ejercer sobre la pared vaginal. Hoy podemos afirmar que no existen dos tipos de orgasmo, sino uno solo. Eso sí, existen diferentes formas de obtenerlo.
El tamaño sí importa y la ubicación
El glande, como el pene se encuentra en diferentes tamaños, tipos y ¿’ubicación‘?.
Las mujeres que tienen un glande de mayor tamaño y situado más cerca de la entrada de la vagina disfrutan de orgasmos con más facilidad.
El primer estudio revolucionario que se hizo para establecer esta relación lo hizo la sobrina bisnieta de Napoleón Bonaparte, la princesa Marie Bonaparte. Estaba frustrada por su incapacidad para alcanzar el orgasmo durante el coito. Examinó y entrevistó a 243 mujeres y encontró esta relación. Este estudio se publicó en Europa en 1924 con un seudónimo, y con base en sus descubrimientos, en 1927 la princesa Marie solicitó la ayuda de un cirujano vienés que removió su clítoris y lo colocó más cerca de la apertura de la vagina. Desafortunadamente no tuvieron éxito porque ella no conocía el tamaño y el alcance del clítoris.
Poco divulgado
Si bien el órgano reproductivo femenino se ha representado con frecuencia, y de hecho es materia importante en los libros de texto escolares, no ocurre lo mismo con el órgano del placer.
Según la publicación de la Dra. Hubin, el 84% de las niñas de 13 años no sabe representar su sexo (aunque el 54% sí sabe representar el masculino). Por otro lado, una de cada cuatro chicas de 15 años desconoce la existencia de su clítoris.
No conoces el punto G, no importa te presentamos el C
De hecho, lo que antes se consideraba el punto G es en realidad el punto C. De acuerdo con esta teoría, al igual que el glande, la parte interna del clítoris tiene un tejido eréctil que se llena de sangre cuando una mujer está excitada, lo cual presiona las paredes vaginales y otras partes del clítoris Cuando esto sucede, la presión adicional que provoca la penetración durante el sexo provoca el orgasmo de la mujer. En pocas palabras, esto quiere decir que todos los orgasmos femeninos están relacionados con el clítoris. Y lo que hemos venido llamando el punto G es la presión placentera del clítoris interno.
Fuente: Muy Interesante y Huffpost.