El papel de las mujeres en la energía renovable es crucial, porque manejan el presupuesto del hogar y son las encargadas de ahorrar el gas para calentar el agua, dijo Úrsula Oswald Spring, coordinadora del Programa de Género y Equidad del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM.
La posibilidad de tener acceso a la energía fotovoltaica por un costo más bajo, les permite utilizar los recursos financieros en otro tipo de gastos, como es el alimentario, puntualizó en entrevista la académica en la International Student Energy Summit (SES) 2017.
Esto resulta fundamental, porque en nuestro país sólo el 18 por ciento de los mexicanos tienen acceso a una alimentación adecuada, resaltó. En este contexto, donde las mujeres son la mitad del mundo, y las madres de la otra mitad, ellas deben tener un proceso de socialización crucial y el problema es que hasta el momento no lo han cumplido.
“Con dicha situación, creo que necesitamos una nueva feminidad, donde estemos empoderadas, conscientes y bien formadas para emprender los retos de la sustentabilidad, y por otra parte, también es importante fomentar una nueva masculinidad donde exista una cooperación y cuidado de la familia”.
En este caso, existe un problema donde las mujeres generalmente están más expuestas en situaciones de desastres, porque son las encargadas de cuidar a los demás, y muchas veces a costa de perder su propia vida, añadió.
El panorama mexicano
Particularmente, con el calentamiento global México está muy expuesto a mayores desastres debido a que está rodeado por un lado del Océano Pacífico y por el otro del Golfo de México, y podría haber un aumento del nivel del mar y exponernos a mayores desastres, enfatizó.
Pero además, están las sequías que afectan en el centro, y que yo llamo el asesino silencioso porque trae una gran cantidad de muertos debido a la falta de lluvia. En este contexto, es importante comenzar a trabajar sistemáticamente y prepararse, porque esto significa que nuestro país debe cambiar de forma sustancial en todo modelo productivo, puntualizó.
Por ejemplo, tendremos que trasladar la producción alimentaria hacia el sur y el este, donde tenemos el 68 por ciento del agua, y no hacia el norte donde simplemente Sonora ya tiene intrusión del agua a los acuíferos por el nivel del mar.
En este panorama tan complejo e incierto, los jóvenes son una parte fundamental y representan el futuro. De hecho, ellos tienen energía y nuevas ideas, e incluso la capacidad de lanzarse.
Por este motivo, deben ser mucho más creativos y formar sus propias empresas, porque además tienen la enorme presión del mercado de trabajo que no los quiere integrar. No obstante, necesitan ser mucho más capaces que nosotros para poder enfrentar lo que les va a tocar.
Finalmente, la investigadora de la UNAM dijo que es importante crear eventos como el SES 2017, donde las mujeres y los jóvenes pueden destacar y entender temas tan cruciales como es el uso de las energías renovables en el ámbito económico, político y trasnacional.