Hay una agrupación en Hermosillo, Sonora, a quien se le ocurrió combatir los altos índices de violencia en nuestro país con las historias de Blanca Nieves, Pinocho, La Metamorfosis, La casa infiel, el Conde Drácula, El Patito Feo, el Bolero de Doña Inés, el corrido de la cándida Eréndida, entre otras historias. Mezclan el género del corrido y la literatura universal y de paso fomentan la lectura. Su nombre es “Libro Abierto”.
¿El “corrido” es un género violento por sus letras y contenido? Definitivamente no, dice David Norzagaray, creador del grupo norteño “Libro Abierto”, el cual nació en 2010 cuando se le pidió presentar algo para una feria del libro en su ciudad. Con sus amigos escribió unas canciones estilo norteño que gustaron mucho en el evento. A los dos meses ya estaban grabando un disco con beca de su estado para producirlo.
“Ahí empezó todo como reguero de pólvora con Libro Abierto. Es un proyecto de fomento a la lectura, de revalorización de nuestra música tradicional y una contrapropuesta a la violencia también”, dice Norzagaray, quien es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 2015.
Libro Abierto se llama así en honor a las cantantes Chayito Valdés y Paquita la del Barrio, dos intérpretes “luchadoras, entronas e impresionantes”, quienes cantaron, en su momento, el bolero “Libro Abierto” y porque el nombre quedaba adecuado para el fomento a la lectura.
La agrupación adoptó el género del corrido porque son originarios de Sonora, “está en nuestro ADN” y porque inició una especie de movimiento oficial para evitar la violencia explícita en la música. “Nosotros siempre hemos dicho que el corrido norteño ha cantado nuestra verdad, ha sido vocero de nuestra historia desde siempre. Si se cantan cosas horribles ahora es porque nuestra realidad es horrible y violenta, por ello se debe cambiar esa realidad para que los corridos canten cosas diferentes”.
Adaptar literatura a los corridos
¿Qué libros se les han dificultado más adaptar al corrido? “El corrido de Tita Garza”, el cual está basado en el libro de “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel. Ese fue un super reto porque está basado en casi puros refranes mexicanos alusivos a la comida. Fue como un rompecabezas que se tiene que armar para contar la historia. “El Principito” fue otro reto, tardé tres años encontrándole el lado, pero hay piezas que salen en un ratito, como “La caricia perdida” de Alfonsina Storni; “hay poemas que se cantan solos”, considera el compositor.
La agrupación no se libró del impacto negativo que dejó la cuarentena en el gremio artístico, por la cancelación de presentaciones pero el autor no dejó de leer y escribir durante este periodo y está por estrenar el corrido de “Tlatelolco”, basado en el libro “La noche de Tlatelolco” de Elena Poniatowska, el cual será lanzado el 2 de octubre de este 2020.
Libro Abierto está conformado por Rodrigo Vega (productor), Juan Pablo Maldonado (voz y bajo quinto), Ramón Tecolote (acordeón), Alfredo Beja (bajo) y David Norzagaray (composición y voz). Los integrantes son músicos de jazz, cantantes de ópera, intérpretes de música tradicional norteña.
No tiene un autor preferido porque es más su placer por leer y encontrar algo que se pueda hacer música. Recomienda leer todo lo que caiga en nuestras manos, en cualquier formato, pero dándole prioridad al libro impreso porque es el que prevalecerá cuando no haya computadoras o electricidad.
Los familiares y amigos de esta agrupación bailan encantados con su trabajo, porque se ve y se oye como cualquier grupo norteño. El objetivo es que las personas escuchen los “corridos literarios” como si se tratase de cualquier grupo en su género.
En su trayectoria llevan cinco discos: “Leemos para haSEr corridos”, “La última esCena”, “Leyendo de Corrido”, “Un mundo raro” Tomo 1 y 2.
Escuchando las letras, varias personas han adquirido el hábito de la lectura, inclusive los niños han empezado a escribir con el micro cuento “El Dinosaurio”, de Monterroso, del cual se hizo “el Micro Corrido”, “y estamos felices con eso”. El músico y percusionista recomienda, finalmente, escuchar a Libro Abierto porque “no todos los corridos son iguales”.
Los mexicanos y la lectura
En 2018, el INEGI publicó el Módulo sobre Lectura (Molec) el cual arrojó que cada mexicano lee en promedio un libro cada tres meses, es decir, 3.8 libros al año por persona. Los encuestados dijeron que leen libros de texto o escolares, periódicos y páginas, foros o blogs digitales.
En dicha encuesta se reveló que las mujeres son quienes leen más en nuestro país, cinco de cada diez, así como el tiempo dedicado a la lectura de acuerdo a su nivel educativo: la población con educación primaria o secundaria emplea 29 minutos, los de preparatoria 34 y los universitarios 49 minutos por cada sesión.
Los libros que más leen los mexicanos fueron los de literatura, académicos o de uso universitarios, de superación personal, cultura general, así como manuales, guías y recetarios.
De acuerdo a los encuestados, no se lee por falta de tiempo, de interés, porque no es de su agrado o porque se prefiere hacer otras actividades.