Es el fragmento más importante de la última entrevista de 20 minutos que Carl Sagan dio antes de su muerte a Charlie Rose en Mayo 27 de 1996 donde nos advierte sobre los peligros de mantener una sociedad basada en la ciencia y la tecnología cuando la misma no sabe nada sobre ello.
Como siempre Sagan en resumidas cuentas entrega su sabiduría días antes de finalizar su viaje de vida para emprender uno nuevo.