Al norte de la capital, en un escenario que ha marcado los procesos sociales de la historia nacional desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad, se erige uno de los recintos más importantes para la difusión cultural y artística de la Zona Metropolitana del Valle de México y del país: el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT). Desde 2007, su labor ha sido difundir el arte, preservar la memoria y promover los procesos de paz y reconciliación en pos de fortalecer los vínculos comunitarios.
Ubicado en el antiguo edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, este complejo plural y multidisciplinario, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fomenta la investigación, el estudio y la promoción de temas vinculados al arte, la historia y los mecanismos de resistencia ciudadana.
Mediante el desarrollo del pensamiento crítico y la diversidad de expresiones artísticas y culturales, el CCUT se ha convertido en cuna de innovadoras propuestas y narrativas de incidencia pública para la paz, la protección de los Derechos Humanos y el ejercicio de la democracia.
Desde hace casi 17 años, el CCUT es parte indisociable de uno de los barrios más importantes de la Ciudad de México, Tlatelolco, cuya historia se remonta al antiguo señorío prehispánico del mismo nombre, escisión del imperio mexica que terminó convirtiéndose en ciudad gemela de México-Tenochtitlan. Este fue un importante centro comercial del Valle de México y el último bastión de resistencia en la conquista; el testimonio de dicho pasado precolombino se mantiene entre los restos de las construcciones prehispánicas del lugar.
Posteriormente, en 1527, durante la colonia, se edificó la iglesia de Santiago —la primera del barrio—, y con la fundación del Colegio de la Santa Cruz en 1536 —cuya misión era educar a los indígenas—, el área ganó reconocimiento gracias al modelo de enseñanza y la gestación de diálogos culturales.
Desde Tlatelolco, el desarrollo ferroviario facilitó la industrialización del norte de la ciudad. Con el paso del tiempo, sus áreas de carga y patios de maniobra fueron transformados en un modelo de planificación urbana y modernización: la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco. Integrado en este proyecto, el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, hoy Centro Cultural Universitario Tlatelolco, albergó en 1967 la firma del tratado que proscribió el uso de armas nucleares en América Latina. Tlatelolco, como escenario de eventos significativos como el Movimiento Estudiantil de 1968 y la solidaridad tras los sismos de 1985, constituye un referente esencial para la memoria histórica colectiva.
Como encargo expreso del Estado mexicano, la Torre de Tlatelolco fue diseñada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, obra de 102 metros de altura cuyo modelo arquitectónico fue el edificio de las Naciones Unidas, en Nueva York, representando el paradigma de la modernidad y el florecer del desarrollo nacional a partir del llamado “milagro mexicano”, con sus pisos de mármol y muros de vidrio ahumado, los cuales se conjugaron con escaleras monumentales de evocación prehispánica. El proyecto fue inaugurado por Gustavo Díaz Ordaz en 1966.
Sin embargo, tras el terremoto de 1985, la torre sufrió un periodo de abandono. No fue sino hasta que, con la supervisión del Instituto de Ingeniería y la mudanza del organismo gubernamental a sus nuevas instalaciones en la avenida Juárez, el edificio fue reforzado en su estructura y sus salones dieron paso a salas de exposición y aulas para talleres, dando forma a un nuevo espacio del patrimonio universitario.
Desde el 22 de octubre de 2007, el CCUT ha sido una referencia universitaria de difusión del arte y la cultura a través del desarrollo comunitario. Ejemplo de ello es la puesta en marcha de la Unidad de Vinculación Artística (UVA), una escuela de artes libre que promueve la educación no formal para la formación de niños, jóvenes y adultos, ya sean parte de la comunidad universitaria, vecinos de la zona e incluso población flotante.
Desde 2010, la UVA destaca por su propuesta de docencia en artes, desarrollada específicamente para cubrir las necesidades del contexto geográfico, y su programación multi e interdisciplinaria, permitiendo el diálogo intergeneracional al recibir a personas de 3 hasta 99 años de edad. Con una amplia oferta semestral de talleres, la UVA promueve ocho ejes temáticos para la formación personal y comunitaria: cuerpo y recreación; música y voz; danza; teatro y artes circenses; medios audiovisuales y arte contemporáneo; literatura y gestión cultural; ciudad sustentable y nuevas tecnologías; y artes visuales. Gracias a esta oferta, a lo largo de 14 años, la unidad ha atendido a más de 10,000 personas.
Además, entre las otras líneas de trabajo del CCUT se encuentran el estudio político y sociohistórico de Tlatelolco, basado en las contribuciones al estado de derecho, la democracia y la solución de controversias para la paz. De igual forma, el recinto sirve como un espacio de resistencia, donde la recapitulación de los movimientos sociales del pasado fungen como preservadores de la memoria, y se estudia el pasado prehispánico de Tlatelolco.
Como espacio para la preservación de la memoria, dentro de las colecciones del CCUT se encuentra M68. Ciudadanías en Movimiento, una exposición permanente que rinde homenaje al Movimiento Estudiantil de 1968 y a otros movimientos sociales que han contribuido al reconocimiento de derechos en México. A través de dispositivos digitales, piezas artísticas y documentos, esta exposición se presenta como un memorial del movimiento estudiantil de 1968 y un recorrido por otros movimientos sociales. Se incluye constantemente nuevas voces y contenidos, así como su curaduría colectiva. Además, cuenta con el M68. Repositorio digital, una plataforma de consulta abierta y en permanente construcción, en la que colaboran múltiples archivos públicos y privados para documentar, investigar y difundir los movimientos sociales que han impulsado el reconocimiento y legislación por los derechos humanos en el país.
Por otra parte, la colección Xaltilolli reúne, investiga y divulga los acervos mesoamericanos bajo resguardo de la UNAM, con un número que asciende a 15,000 obras que la Universidad ha recibido de coleccionistas, artistas e intelectuales. Tal fondo se compone de colecciones provenientes de la Dirección General de Artes Visuales —con más de 12,000 piezas—, de la colección Stavenhagen —la primera donación al CCUT compuesta por 2,200 piezas—, de la colección Molina-López —con poco más de 200 piezas de arte prehispánico—, y de la colección Ricardo Martínez de Hoyos —formada por alrededor de 500 objetos mesoamericanos.
Paralelamente, como espacio de crítica y diálogos para el interés social, el CCUT resguarda la colección de caricaturas políticas más importante de México, con más de 20,000 cartones de diversos moneros, entre ellos: 12,047 cartones de Rogelio Naranjo; dibujos y maquetas originales de Eduardo del Río “Rius” —extraídos de 53 de sus libros—, así como 2,878 caricaturas de Gonzalo Rocha y 1,200 cartones de Víctor Vélez “Chubasco”, entre otros exponentes de la sátira gráfica.
Visita el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, conoce las exposiciones y su oferta cultural, e inscríbete a alguno de sus talleres. Consulta los precios de las actividades, así como los descuentos aplicables, y vive la experiencia que este centro de reflexión y análisis ofrece para la construcción de ciudadanía.