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Casa de los Mascarones UNAM: joya de la arquitectura barroca churrigueresca

En el número 71 de la avenida Ribera de San Cosme, en la colonia Santa María la Ribera de la Ciudad de México, se erige una antigua casa señorial con exquisitas ornamentaciones y acabados barrocos, cuyos suntuosos detalles arquitectónicos de antaño contrastan con el paisaje urbano moderno. Se trata de la Casa de los Mascarones, construcción que data del siglo XVIII y que, dos siglos y medio después, sigue reluciendo como una joya de la arquitectura barroca churrigueresca.

De autor desconocido y sin una fecha exacta de construcción —pero estimada entre los años 1766 y 1777—, la Casa de los Mascarones, oficialmente Centro Mascarones de Extensión Académica en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue construida sobre un terreno que sirvió de huerto durante los siglos XVI al XVIII. José Vivero Hurtado de Mendoza, Conde de Valle de Orizaba, cuya familia era propietaria de la Casa de los Azulejos, mandó a construir el edificio como casa de campo.

La casona colonial quedó inconclusa tras la muerte del Conde de Orizaba en 1771, y su construcción se completó hasta mediados del siglo XIX por su nuevo propietario, el doctor Moreno Jove.

A pesar de ello, en 1832 se vendió en subasta pública para albergar en 1850 el Colegio San Luis y, hacia 1871, funcionar como sede del Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe. En 1885 se instaló ahí el Liceo Franco-Mexicano, y desde 1893 albergó al Instituto Científico de México, administrado por los jesuitas. En 1914 el presidente Venustiano Carranza ordenó la nacionalización del inmueble, dando pie, un año más tarde, a la instalación de la Escuela Nacional de Maestras.

Tras servir como recinto de vocación escolar a lo largo de su vida útil, en 1921 la UNAM instaló su “Escuela de Verano” en la parte antigua del conjunto de la casa. En 1925, la Secretaría de Educación Pública determinó donar la Casa de los Mascarones a la UNAM. La Escuela de Verano, que ya había ocupado la casa desde 1921, en 1929 comenzó a compartir espacio con la Escuela de Música. En 1935, también se alojó la Facultad de Filosofía y Letras y Altos Estudios, sede que ocupó hasta 1954 para permitir el traslado de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales. En 1957, el predio se convirtió en la Preparatoria número 6.

Como un extraordinario ejemplo de la arquitectura barroca exuberante del siglo XVIII, se calcula que la Casa de los Mascarones —llamada así por las caras empleadas como adorno en su fachada— tuvo un costo aproximado de 100 mil pesos oro de aquel entonces. Su diseño está concebido como un rectángulo alargado decorado con almohadillados de cantera.

El recinto cuenta con dos fachadas: una que da al poniente, sobre la calle Naranjo, y la principal, orientada al sur, al pie de la vialidad de Ribera de San Cosme. Esta última conserva mejor su antigua configuración y es donde se encuentra el acceso principal. A los lados de la entrada, se despliegan tres balcones decorados con elementos fitomorfos de guirnaldas y flores, cada ventana coronada por un mascarón.

Ocho columnas estípites de notable diseño dividen la fachada, rematadas por capiteles de orden corintio y sobre las que están colocadas figuras de atlantes que sostienen gárgolas. También destacan seis pedestales ricamente ornamentados con ramos de tallos y frutos que convergen en figuras de jóvenes ataviados con indumentaria romana, probablemente ángeles.

Debido a la riqueza histórica que guardan sus muros y al ejemplar trabajo de diseño arquitectónico que rescata la exquisitez del oficio constructivo novohispano, la Casa de los Mascarones fue declarada Monumento Histórico Nacional el 21 de octubre de 1959.

Aunque desde la primera mitad del siglo XX la Casa de los Mascarones resguardó y vio desfilar por sus pasillos a la comunidad universitaria de distintas escuelas y facultades, no fue sino hasta noviembre de 1994 que se inauguró oficialmente el Centro Mascarones de Extensión Académica en TIC, por el entonces rector de la UNAM, Dr. José Sarukhán Kermez, a fin de proveer educación continua en TIC a la comunidad de la zona centro-norte de la Ciudad de México.

El Centro Mascarones de Extensión Académica en TIC ofrece diversas opciones de cursos y diplomados dirigidos al público en general, para que desarrollen habilidades y competencias en nuevas tecnologías, a través de diplomados en sistemas JAVA y software Linux, entre otros. También se imparten cursos de verano para niños y jóvenes.

Con el Centro Mascarones, uno de los tesoros que conforman el patrimonio universitario, la Universidad de la Nación cumple con el compromiso de cubrir las necesidades actuales para el progreso de la sociedad mexicana.