Por primera vez en la historia de la astronomía, una estrella fuera de nuestra galaxia ha sido fotografiada en primer plano. Se trata de WOH G64, una supergigante roja ubicada en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea, a más de 160 mil años luz de distancia. Este logro, realizado por el Observatorio Europeo Austral (ESO) utilizando el Interferómetro del Very Large Telescope (VLTI), marca un avance extraordinario en la exploración de los procesos extremos que ocurren en las últimas etapas de la vida estelar.
Con un tamaño 2,000 veces mayor al del Sol, WOH G64 es una estrella masiva en la fase final de su existencia antes de colapsar en una supernova. La imagen obtenida revela una envoltura de gas y polvo que rodea a la estrella, con una forma alargada descrita como “en forma de huevo”. Este fenómeno podría estar vinculado a la intensa expulsión de material característica de las supergigantes rojas al acercarse a su etapa final.
Astrónomos han seguido esta estrella durante décadas, llamándola la “estrella gigante”. Sin embargo, los últimos estudios revelaron que su brillo se ha reducido significativamente en la última década. Este cambio, combinado con la forma inesperada de su envoltura de polvo, plantea nuevas preguntas sobre la dinámica interna de la estrella. Se especula que la pérdida de material o la influencia gravitacional de una posible estrella compañera aún no descubierta podrían ser factores clave en estos fenómenos.
El proceso para capturar esta imagen fue un desafío que requirió tecnologías avanzadas, como el instrumento GRAVITY del VLTI. La interferometría y los desarrollos en óptica adaptativa permitieron superar las limitaciones de distancia, ofreciendo una resolución sin precedentes y haciendo posible observar detalles de una estrella fuera de la Vía Láctea por primera vez.
La imagen combina observaciones reales con representaciones artísticas que reconstruyen la geometría de las estructuras alrededor de la estrella, incluyendo un brillante óvalo de gas y un tenue toro de polvo. Estas representaciones permiten modelar con mayor precisión el comportamiento de WOH G64 y entender los procesos físicos involucrados en su transformación.
Las supergigantes rojas como WOH G64 expulsan sus capas exteriores de gas y polvo en un proceso que puede durar miles de años. Este material es crucial para la formación de nuevas estrellas y planetas, lo que convierte a estas observaciones en piezas clave para entender el ciclo de vida cósmico.
Con las próximas mejoras en la instrumentación, como la llegada del sistema GRAVITY+, se espera continuar estudiando WOH G64 con mayor detalle y ampliar el rango de observaciones a otras estrellas en galaxias vecinas. Estos avances no solo arrojan luz sobre la física estelar, sino que también subrayan la capacidad humana para explorar y comprender los fenómenos más extremos del universo.
La imagen de WOH G64 representa un momento histórico en la astronomía. Nos acerca a los misterios del universo y refuerza la importancia de la exploración científica para entender el ciclo de vida estelar. Este logro, más que un hito técnico, simboliza el deseo humano de mirar más allá de los límites de lo conocido y encontrar respuestas a las preguntas más fundamentales sobre nuestra existencia.
Fuente: Astronomy and Astrophysics