Con un legado que se remonta a 1939, apenas un año después de la aparición de Superman, Batman ha conseguido arraigarse en el corazón de múltiples generaciones. ¿Qué hace a este héroe tan fascinante? Posiblemente su historia de origen: siendo niño, fue víctima del crimen, y al madurar se transforma en un vengador de la sociedad, según explica José Ángel Garfias Frías, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
La icónica escena de su infancia, donde sus padres son cruelmente asesinados por un delincuente ante sus ojos, constituye un sello distintivo del personaje. Este superhéroe supo revitalizar las historias de detectives, presentándose como el sucesor de Sherlock Holmes, desentrañando misterios y resolviendo crímenes.
La verdadera identidad de Batman es Bruce Wayne, un millonario que invierte sus recursos para forjarse tanto física como mentalmente. Con esta meta en mente, desarrolla la fuerza mental de los atletas y adquiere conocimientos sobre química, física y otras áreas de la ciencia.
Desde que inicia su cruzada contra el crimen, viste su icónica indumentaria de murciélago, que utiliza para infundir temor en los criminales. Además, varios de los personajes que integran esta franquicia poseen una marcada profundidad psicológica, lo cual proporciona a Bruce un motivo adicional para asumir la identidad de Batman.
Si buscas una recomendación para adentrarte en el universo del Caballero Oscuro, destaca “El regreso del Caballero Oscuro”. Este cómic, escrito e ilustrado por Frank Miller en la década de 1980, narra la historia de un Batman envejecido que decide retirarse y busca un sucesor.
Sus valores fundamentales
Uno de los principales valores que sustentan a Batman es el respeto por la vida y la convicción de siempre actuar de forma justa. Es por ello que, en la mayoría de sus versiones, el ‘batarang’ es su arma predilecta en la lucha contra el crimen, empleándola para neutralizar, pero jamás para matar a sus adversarios.
Bruce Wayne, por otro lado, es un altruista que se vale de sus fundaciones para abordar y resolver diversos problemas sociales. Este magnate millonario es, además, un filántropo que invierte su fortuna en mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos.
El mensaje recurrente en sus historias radica en la exposición de la corrupción sistémica. En su lucha, Batman pudo haber elegido el camino de la venganza, pero opta por la rehabilitación de los criminales, enfrentándose en numerosas ocasiones a su archienemigo, el Joker.
Diversos cómics exploran los trastornos psicológicos de sus personajes. En este sentido, la construcción de Bruce Wayne es fundamental, ya que es un hombre marcado por el trauma del asesinato de sus padres.
La diferencia radica en cómo cada individuo enfrenta sus propios traumas. Dependiendo de los valores que rigen su formación, podemos encontrar diversas versiones del origen del Joker. Sin embargo, siempre se le presenta como una figura marginada por la sociedad, obligada por las circunstancias a convertirse en un criminal.
En contraste, Batman, a pesar de haber sufrido por la criminalidad, canaliza sus emociones hacia el bien, guiado por los valores familiares.
Su legado
Podría afirmarse que Batman desbancó a Superman, al resultar sumamente atractiva la figura de un humano ordinario que utiliza sus habilidades para afrontar diversos desafíos.
Por ejemplo, se trata de un millonario que no puede resarcir la vida que sus padres perdieron, pero que, a raíz de su trauma, se dedica a combatir la delincuencia en Ciudad Gótica.
Sus características alejan al personaje de la divinidad (a diferencia de Superman y su paralelismo con Hércules) y lo equiparan a Prometeo, quien en la mitología griega hurtó el fuego a los dioses para entregárselo a los humanos.
De este modo, Batman emplea sus habilidades e intelecto para luchar al nivel de Superman; es decir, un ser humano que se enfrenta a un dios. Esto agrada a las masas, y por ello perdura en el tiempo.
Dos personalidades
A lo largo de su historia, este superhéroe ha presentado dos personalidades contrastantes: un Batman jovial y un Batman oscuro. El primero surgió en la década de 1960, con el actor Adam West personificándolo en una serie de televisión de tono ligero, donde los diálogos coqueteaban con lo absurdo.
Esta versión del superhéroe fue replicada en el cine con George Clooney, aunque no fue tan bien recibida por los fanáticos.
La otra versión, la del Batman oscuro, se estrenó en la gran pantalla a finales de la década de 1980, con Tim Burton como director y Michael Keaton en el papel principal. Luego reapareció en la década del 2000, cuando el director Christopher Nolan apuntó a un tono más realista, en una trilogía protagonizada por Christian Bale. Así, Batman deambula entre una versión oscura y torturada, y la de un justiciero de humor involuntario. La que ha tenido más éxito es la versión oscura, ya que es más congruente con el guion original del personaje. Batman, en su larga vida dentro de los cómics, ha tenido que reestructurar su universo varias veces y replantear sus condiciones, actitudes y formas de vida.
Ideas destacadas sobre Batman:
- Batman ha permanecido en el gusto de las generaciones desde 1939 debido a su transformación de víctima del crimen en un vengador social.
- El origen icónico de Batman se basa en la escena en la que sus padres son asesinados frente a él, lo que lo impulsa a convertirse en un detective que resuelve misterios y crímenes.
- Bruce Wayne, la identidad real de Batman, utiliza sus recursos económicos para perfeccionarse física y mentalmente, adquiriendo conocimientos en diversas áreas de la ciencia.
- Los valores de Batman incluyen el respeto a la vida y la búsqueda de hacer lo correcto, evitando matar a sus enemigos y dedicándose a la rehabilitación de los criminales.
- Batman ha tenido dos personalidades contrastantes a lo largo de su historia: una versión jocosa y otra oscura. La versión oscura ha sido más exitosa y congruente con el guion original del personaje.