A finales de la década de los sesenta, Linda Ronstadt hizo su irrupción en la industria musical. La cantante estadounidense rápidamente se perfiló para ser una de las mejores en este ámbito y se fue haciendo espacio en un sector dominado por los hombres.
A pesar del éxito alcanzado, Ronstadt necesitaba un empujón final para afianzarse en el gusto de la gente y en 1970, estrenó el sencillo Long, long time, su primer gran hit que es una oda al amor no correspondido y en donde la cantante estadounidense expresa la tristeza, desilusión y las consecuencias personales que tendrá que enfrentar por este sentimiento. Han pasado 54 años desde que se estrenó la canción y, a pesar de ello, lo que plasma en sus letras sigue vigente.
Cuando nos enamoramos de alguien, es natural que pensemos que lo que sentimos debe ser recíproco. Sin embargo, esto no ocurre así en la mayoría de las veces. A pesar de que la cultura misma nos ha vendido que el amor es una cosa fácil de encontrar, y que incluso se puede dar a primera vista, lo cierto es que a lo largo de nuestra vida tendremos diversas decepciones amorosas y, por tanto, nadie está exento de vivir un amor no correspondido.
Para la profesora de la FES Zaragoza, la Dra. Stephanie Bouquet Escobedo, si el tema del amor ya es complejo, hablar sobre aquel que no tiene reciprocidad es una situación más difícil.
“Usualmente solemos pensar que el amor no correspondido es aquel en donde, si bien yo tengo una relación, lo que me dan en cuestión afectiva no es suficiente. Pero no es así, porque aquí lo que estamos pidiendo es que la otra persona sea responsable afectivamente. El amor no correspondido se produce cuando alguien se enamora de una persona que, en cambio, no comparte este sentimiento de forma recíproca”.
Desconexión social, sentir que la posibilidad de ser felices es nula, agotamiento, tristeza, frustración y desesperación son algunos de los sentimientos incómodos que se desencadenan al sufrir de amor no correspondido, de acuerdo con Bouquet Escobedo. Asimismo, también nos percibimos rechazados y castigados.
La experta en el modelo cognitivo-conductual indicó que el amor no correspondido, que suele tener mayores efectos en la adolescencia, no solo desencadena sentimientos incómodos, sino también genera una etapa de confusión que provoca que nuestro cerebro se obsesione en hacerse preguntas con respecto a si hicimos lo suficiente, qué sucedió para que la otra persona me rechazara e incluso entramos en una etapa mayor de prejuicios negativos hacia nosotros mismos.
“Del entusiasmo pasamos a un escenario donde entran muchas cuestiones que tienen que ver mucho con las creencias que tenemos. Comenzamos a sentir que no somos atractivos, que nos vamos a quedar solos, que tenemos muchos defectos. Entramos en una etapa de rumia constante donde nuestros pensamientos nos suelen jugar en contra y le tratamos de buscar respuesta a todo”, explicó.
De igual forma, el amor no correspondido puede ocasionar que evitemos las relaciones serias y profundas y adquiramos un comportamiento de anti dependencia, de forma que no se pueda correr el riesgo de establecer un tipo de relación importante.
A la par de estas situaciones, sentimos una falta de motivación y apatía hacia cosas que antes disfrutábamos, por tanto, para la experta universitaria, entramos en un duelo, “ya que aunque nunca ocurrió nada con esa persona especial, hay una pérdida relacionada con nuestros deseos y anhelos vinculados a una posible relación con ésta y la idealización misma que construimos de ella, se cae”.
Durante ese duelo, vienen tres etapas: negación, negociación (ira o enojo) y aceptación . La primera de ellas se enfoca en una etapa de negación, que suele ser muy difícil de transitar porque “hacemos todo lo posible para mantenernos al lado de la persona y nos damos motivos para tratar de seguir ahí”. No obstante, esta fase es un arma de doble filo, ya que incluso puede abrir la puerta a un acoso constante donde ya no tenga nada que ver la parte sentimental, sino que haya más un enfoque de pertenencia.
En la segunda fase, la negación, ira o enojo será una constante. En esta etapa, experimentamos emociones incómodas alrededor de nosotros, la otra persona y la relación que se había esperado formar. “Pero también nos enfrasca en una evaluación continua sobre mí, mis características y en lo que fallé para no ser elegido o elegida. De igual manera me someto a una situación de exploración para ver si puedo o no ser una buena pareja”.
Después de esto, llegamos a la etapa de negociación donde nos vamos recuperando y procesando el rechazo, incluso se podría decir que obtenemos una mejor resistencia a este y vamos desarrollando ciertas habilidades que nos ayuden a asimilarlo de forma más sencilla. Además, cuando llegamos a esta etapa aceptamos que no hay posibilidades de que ese amor se dé y que podemos retomar la búsqueda de una pareja.
¿Y cómo retomo mi vida?
El amor no correspondido es un duelo en sí mismo como anteriormente vimos. No obstante, paulatinamente iremos saliendo adelante, aunque en el proceso no será lineal, tarde que temprano podremos retomar nuestra vida. Stephanie Bouquet Escobedo dio algunos consejos, basados en el conocimiento de la investigadora Kristin Neff, que ayudarán a que pronto podamos transitar por ese dolor, no sin antes también abrazarlo y comprenderlo.
- Tolerar el dolor. Es necesario que aprendamos a convivir con las emociones incómodas porque a la larga esto se vuelve un antídoto para posteriores casos.
- Autocompasión. Que tiene que ver con un aspecto de autoconocimiento (aceptar que estoy sufriendo y darme tiempo de sanar).
- Buscar la humanidad compartida. Encontrar otras personas que al igual que yo sufren para comprender que no soy el único y que no haber logrado que la persona se interesará en mí, va más allá de razones que no están a mi alcance.
- Aceptar el no como respuesta. Evitar el contacto con la persona y respetar su decisión.
- Practicar la bondad. Tener actos buenos para mí mismo, regalarme cosas o comprar objetos que necesito. Tratarnos con amabilidad y brindarnos autocuidado físico y emocional.
- Entender que es lo mejor. Es preferible que alguien me hable con la verdad a que me dé un amor que a la larga me hará infeliz.
En dado caso de que todo lo anterior no sirva, será necesaria la intervención de un experto en psicología cognitivo-conductual, quien será un acompañante para que la persona pueda encausarse nuevamente y tenga las herramientas suficientes para establecer relaciones amorosas, sanas y recíprocas.
En Long, long time Ronstadt menciona que “el tiempo suele curar las heridas de amor” y que “la vida está llena de errores… y uno de ellos es vivir en un amor que nunca fue”. Así como la cantante estadounidense lo entendió, es necesario comprender que el amor no correspondido nos deja lecciones y nos ayuda “a comprender que las emociones incómodas no son eternas, que es necesario transitarlas y que el dolor es un proceso temporal, pero que siempre existirá la esperanza de que encontremos el amor”.
Ideas destacadas:
- La persistencia de las emociones expresadas en Long, long time de Linda Ronstadt.
- La descripción del amor no correspondido por Stephanie Bouquet Escobedo.
- Los efectos personales y emocionales del amor no correspondido.
- Estrategias propuestas para manejar el dolor del amor no correspondido.