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Festival de rock Avándaro: una amenaza a la estabilidad política

Prohibido y vetado antaño, criticado por las buenas conciencias, visto como una amenaza por los gobiernos priistas en los años sesenta, nada ni nadie lo detuvo. El rock sigue vivo, evolucionando.

En México, un hito en su historia es el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, celebrado el 11 de septiembre de 1971 y que pronto cumplirá 50 años. Es la versión mexicana del Festival de Woodstock, celebrado en agosto de 1969 en Estados Unidos.

La juventud alzó la voz “para sacudirse un poco la opresión de los gobiernos priistas”, precisó Juan Gabriel Hernández, percusionista y académico de la Facultad de Música de la UNAM.

Solo rock

Un grupo de personas y empresarios organizan una carrera de autos con un show de grupos de rock en el campo de golf Avándaro. Sin embargo, la carrera no se realizaría y el show de grupos de rock se convertiría en la versión mexicana del festival de Woodstock por la afluencia masiva de jóvenes.

Dos grupos declinan tocar: La Revolución de Emiliano Zapata, cuyo éxito “Nasty sex” sonaba en la radio y el legendario rockero tijuanense Javier Bátiz, cuyo ‘discípulo’, Carlos Santana, había participado dos años antes en Woodstock.

En vez de ellos, tocaron los Dugs Dugs, El Epílogo, La División del Norte, Tequila, Peace & Love, El Ritual, Bandido, Los Yaki con Mayita Campos, Tinta Blanca, El Amor y Three Souls in my Mind.

Años de protesta

La década de los sesenta son años de protesta en el mundo, de luchas que continúan hoy por igualdad y la equidad.

Con los Beatles, el rock da un giro y se desencadena el movimiento hippie en 1967, cuya cumbre fue Woodstock (1969), el primer festival masivo de rock en el mundo. Congregó a más de medio millón de personas durante más de tres días.

En Estados Unidos, la comunidad negra lucha por los derechos humanos. El 4 de abril de 1968 asesinan a Martin Luther King.

En México, la juventud (especialmente el movimiento estudiantil) es masacrada el 2 de octubre por el Ejército. Dos años después de Woodstock ocurre “El Halconazo”: el 10 de junio de 1971, otra vez es reprimido el movimiento estudiantil, ahora por un grupo paramilitar.

La literatura de la onda estaba en su apogeo con la obra de jóvenes e irreverentes escritores: Pasto Verde de Parménides García Saldaña, La Tumba de José Agustín y Gazapo de Gustavo Sáinz, entre otros.

Rock y escándalo

Las ideas de izquierda, el socialismo emanado por la Revolución Cubana, representan una utopía para los jóvenes de los años sesenta, dice Hernández.

Todo esto encuentra su expresión artística en los grupos pioneros del movimiento de rock en México, que en Avándaro escandalizaron por “las altisonancias” que son censuradas con la interrupción de la transmisión radiofónica del festival.

Peace & Love interpretó los temas “Marihuana” y “We Got the Power (Tenemos el poder)”, considerados controversiales. Ricardo Ochoa, cantante de la banda, lanzó palabras altisonantes mientras el festival se transmitía a todo el país por Radio Juventud.

Para algunos grupos de la sociedad fueron una falta al civismo: las palabras altisonantes, “Marihuana” por abogar en pro del estupefaciente y “Tenemos el poder” por una supuesta relación a movimientos subversivos.

“Hoy eso es de risa. Cualquier personajillo de tele dice ‘altisonancias’ de carretonero y no pasa nada. Incluso en la letra de algunas canciones actuales hay palabras y situaciones que en otra época habrían causado revuelo”.

Otro suceso notable fue ‘La Encuerada de Avándaro’, a imagen y semejanza de Woodstock, festival que fue como el Jardín del Edén: familias enteras desnudas expresaban así su afán de libertad, apunta Hernández.

Ser hippie implicaba liberarse de todo lo que significaba la sociedad y parte de esa liberación era la libre expresión del amor y por ende “la libertad de expresarte con tu cuerpo”.

En ese tenor, en Avándaro hubo más de una mujer que se desnudó. Pero una fue notable porque se subió a una tarima o unas bocinas y la retrataron.

Avándaro fue satanizado con “exageraciones tremendas” en reseñas y titulares de publicaciones como Alarma: “Degenere total. Los chichos perdiéndose en las drogas y en el sexo”.

Un paso positivo

Avándaro, a la distancia, fue un paso positivo para la música del rock y en general para la cultura en México. Aunque después vino el Avandarazo: la prohibición de las tocadas, que “causó un rezago general”.

Sin embargo, el arte no se puede frenar de golpe y el movimiento de rock, de alguna forma, sobrevivió en México. A mediados de los ochenta tuvo un renacimiento, también a imitación de un movimiento que se dio en Argentina.

Allá tenían vetada la música en inglés y le dieron prioridad a la música en español. Surge así “rock en tu idioma”, con compañías discográficas maquiavélicas detrás; en México, con Discos Melody, que era de Televisa.