Que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, haya sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para poner fin a la guerra civil en su país, y a pesar del triunfo del No en el plebiscito del domingo pasado, lo fortalece frente a la clase política opositora, y le da mayor autoridad moral para tratar de mantener los acuerdos de pacificación.
Así lo afirmó el coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Nayar López Castellanos, quien expuso que las negociaciones de cuatro años con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fueron severamente golpeadas el domingo pasado, al ganar el No por una mínima diferencia del 0.5 por ciento de los sufragios.
“El premio fortalece la iniciativa de Santos a nivel interno, no necesariamente frente a la sociedad, sino ante la clase política que estuvo en desacuerdo con los procesos de negociación, en particular con el ex presidente Álvaro Uribe”, dijo el especialista en movimientos sociales, partidos políticos y la izquierda de América Latina.
“Este premio, sin duda, es un espaldarazo para la gestión de Santos, quien ha tenido el apoyo más grande y más profundo para la pacificación, desde el ámbito internacional”, agregó el académico.
López Castellanos señaló que la nominación y el respaldo internacional para que el presidente colombiano ganara el Nobel de la Paz no resulta tan sorprendente: a la firma de los acuerdos con las FARC acudieron además del secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, presidentes de diferentes naciones.
El futuro inmediato de Colombia, consideró el coordinador del CELA, es incierto. Y uno de los aspectos que más se deben cuidar es el alto al fuego establecido hasta el próximo 31 de octubre, pues algunos grupos de las FARC que se habían replegado a comunidades para iniciar la entrega de armas, están regresando a sus antiguos campamentos, a fin de evitar confrontación con sectores ligados con grupos paramilitares.