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Alerta: erradicada en casi todo el mundo, reaparece la polio.

 

El jueves 21 de julio, las autoridades de salud del estado de Nueva York informaron del caso de un joven que desarrolló parálisis después de que se infectó con el virus de la polio.

Este caso, el primero de la enfermedad en Estados Unidos desde 2003, encendió las luces de alarma en las autoridades de salud de todo el mundo porque la aparición de un solo caso de polio en un país en el que se pensaba que la enfermedad estaba erradicada significa un brote por la facilidad con la que se propaga la enfermedad, contra la que no hay una cura o tratamiento.

La persona contagiada con el virus de la polio es un habitante del  condado de Rockland, al norte de la ciudad de Nueva York, donde sólo 60 por ciento de sus habitantes están vacunados contra la enfermedad. En el condado de Orange, contiguo a Rockland, la población vacunada es apenas el 59 por ciento, y la población vacunada en todo el estado es el 80 por ciento, que tampoco es muy alto.

Aunque este caso llamó mucho la atención, no es el único. En febrero un niño de tres años en Israel también desarrolló parálisis causada por el virus de la polio. Ese mismo mes otro niño de tres años en Malaui, país del sureste de África, también se enfermó de polio.

“La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa que está causando problemas en algunos países del mundo. Por esta razón, el caso de Estados Unidos encendió las luces de alerta en ese país y en otros de la región”, dice Guadalupe Soto Estrada, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Es importante disminuir el riesgo de la transmisión, sobre todo en los niños menores de cinco años, que deben contar con su esquema completo de vacunación”.

La vacuna contra la polio es muy segura y es la forma más eficaz de evitar la forma más grave de la enfermedad, la parálisis, y sus secuelas, especialmente en el grupo de los niños menores de cinco años”.

La polio en el mundo

“En 1994 se declaró erradicada la polio en las Américas, y antes de este caso no se había identificado brotes en otros países del continente”, dice la epidemióloga de la Facultad de Medicina.

En dos países asiáticos, Afganistán y Pakistán, no han podido erradicar la enfermedad debido a las bajas coberturas de vacunación y a que sus sistemas de salud son deficientes.

Bajas coberturas de vacunación

En 2020, al inicio de un brote de sarampión en México, se tenía una cobertura de alrededor de 80 por ciento, un poco más alta que en 2019, que era de aproximadamente 78 por ciento.

“Ochenta por ciento de vacunación es muy preocupante porque se considera que, para garantizar que una enfermedad ya erradicada no regrese, se debe tener una cobertura de al menos 95 por ciento de la población, que en el caso de la polio son los niños menores de cinco años con las dosis completas”, explica la investigadora.

La Organización Panamericana de la Salud reporta que la actual cobertura de vacunación contra la polio en México es de 78 por ciento. Es una cobertura muy baja, pues condiciona un riesgo muy alto de brote de la enfermedad.


“Durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, la cobertura de vacunación ha sido muy baja, en parte porque quizá la gente no quiso llevar a sus niños a vacunarse, en parte porque no había vacunas. Pero el caso es que en este momento tenemos una cobertura bastante baja, pero no sólo de polio, sino de otras enfermedades prevenibles por vacunación”, explica la académica.

Un ejemplo es la cobertura de la vacuna DPT, contra difteria, tos ferina y tétanos, que en este momento es de sólo 78 por ciento de niños vacunados con las tres dosis.

“La buena noticia es que aparentemente mejoró la cobertura contra otras enfermedades, como el sarampión, que ya está arriba de 95 por ciento”.

Aunque contagiosa, la mayor parte de las personas no presentan síntomas

Si bien la polio es muy contagiosa, la mayor parte de las personas infectadas no va a presentar síntomas. De éstas, entre diez y quince por ciento va a tener problemas respiratorios leves, parecidos a los del catarro común.

Pero una de cada doscientas personas infectadas, o un poco más, dependiendo de la cobertura del país, tendrá daño en el sistema nervioso y puede tener parálisis; los niños menores de cinco años que no estén vacunados son los que están en mayor riesgo, pues pueden presentar una parálisis en brazos y en piernas que puede ser permanente.

En una proporción muy pequeña de estos pacientes, el daño al sistema nervioso puede alcanzar al sistema respiratorio, el centro que controla la respiración, y causar la muerte.

“Debemos dejar muy claro que una vez que el niño se enferma y presenta parálisis no hay ningún medicamento que cure la poliomielitis; sólo se le brinda tratamiento de sostén”, dijo Guadalupe Soto.

Riesgos de que la enfermedad se extienda

Si en otros países americanos también hay bajas coberturas de vacunación, como en México, entonces, tenemos un problema de salud pública muy grave que se puede transmitir muy fácilmente.

“Ojalá que las autoridades estén abasteciendo lo más rápido posible la vacuna y que aumenten la información de que se debe vacunar a los niños, y no sólo esperarlos, sino ir a buscarlos”, dice la investigadora.

“Hay algo que se llama vigilancia activa. Yo aplicaría este concepto a la vacunación, es decir, no esperar a que vengan, sino buscar a los niños que no están vacunados. En el sistema de salud se sabe que cuando hay una baja cobertura se debe salir a buscarlos”.

Hace unos diez años se sabía que se tenía que salir a buscar a los niños que todavía no habían sido vacunados, agrega. “Creo que se tiene que retomar este sistema porque funcionó; fuimos un ejemplo en toda América porque alcanzamos coberturas muy altas contra enfermedades prevenibles por vacunación”.

Ésa fue una de las estrategias más efectivas, porque no todos los niños son llevados por sus padres a vacunar. Quizá porque están al cuidado de las abuelas o de algún otro familiar, y no es sencillo llevarlos a recibir la vacuna.

“Pero, una vez que se les ofrece vacunar a los niños, la mayoría acepta; a pesar de que hay muchos frentes contra las vacunas, en México todavía hay buena aceptación y creo que se tiene que retomar esa parte activa de las acciones para prevenir estas enfermedades”.

La investigadora de la Facultad de Medicina considera que en este momento la polio está en foco rojo, que es una de las enfermedades que están latentes y que puede regresar.

“Incluso, no sabemos si ya está aquí. Se tiene que reforzar la vigilancia seroepidemiológica para ver si hay gente recién contagiada y ver qué tanto está afectando, porque la mayor parte no va a presentar síntomas”.

La polio puede dejar muchas secuelas

La enfermedad ataca el sistema nervioso, incluso centros tan importantes como el respiratorio y algunos otros, pero la consecuencia más frecuente es parálisis en las piernas, y también en brazos.

En niños menores de cinco años que no han desarrollado completamente su aparato locomotor, la enfermedad les va a dejar secuelas muy importantes en su desarrollo integral.

Últimos casos de polio en México

En 1990 se detectaron los dos últimos casos de polio en México. Uno fue un niño de cuatro meses en la ciudad de Tecomán, Colima, en septiembre; el otro fue un niño de trece meses en la población de Tomatlán, Jalisco, en octubre. De acuerdo con sus familias, los dos niños estaban vacunados. “Aunque se logró erradicar la enfermedad, puede volver”, dice la investigadora.

“Lo más doloroso es que es una enfermedad perfectamente prevenible. A diferencia de la vacuna contra la COVID u otras que no son tan eficientes para prevenir la enfermedad, esta vacuna es bastante efectiva; ha evitado que millones de niños desarrollen parálisis y sus secuelas. La enfermedad se puede evitar, y para mí eso es lo más importante”, finalizó la profesora de la Facultad de Medicina.