El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos. El virus que causa la enfermedad pertenece a la familia de los flavivirus y se transmite a través de dos tipos específicos de mosquitos: Aedes aegypti, el más frecuente en nuestro país, y Aedes albopictus, que se propagó a muchas partes del mundo durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil, en 2016.
Ahora, además de la especie de mosquito más común en México, otra especie ha contribuido a la propagación de la enfermedad en sus cuatro serotipos.
En general, la enfermedad presenta un cuadro de síntomas muy inespecífico, es decir, se pueden confundir con los de otras enfermedades.
Algunas personas que viven en zonas endémicas identifican la enfermedad por sus síntomas más frecuentes, como fiebre alta, que suele ser el primer signo, y malestar general, con dolores en las articulaciones y dolor generalizado en todo el cuerpo, explica Guadalupe Soto Estrada, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina.
Por esta razón, en algunas regiones del país la enfermedad es conocida como “fiebre rompehuesos”. Por ejemplo, en el estado de Colima se le conoce como “trancazo”.
Tres tipos de la enfermedad
Lo más común es que la enfermedad dure una semana o como máximo dos en una persona sin mayores complicaciones; el problema surge cuando aparecen signos de alarma, dice la investigadora.
“Hay varios tipos de dengue. Uno es el dengue sin datos de alarma, o dengue no grave, que es el más leve. En esta variante, los síntomas son soportables: no causan mayor problema a la persona, quien podría sentirse mal, pero sin riesgo para su vida. A este tipo de dengue se le conocía como dengue clásico. El otro tipo era el dengue hemorrágico, pero hoy se le llama dengue grave.
La creencia popular es que enfermarse por segunda vez es más grave, pero esto no es una regla. No hay garantía de que la primera vez que una persona se infecte desarrolle la forma leve de la enfermedad. De hecho, se conocen casos en los que una primera infección resultó en datos de alarma; todo depende de la susceptibilidad individual.
“Al siguiente nivel de gravedad se le llama dengue con signos de alarma. Hay algunos signos que nos preocupan y que son persistentes. Por ejemplo, después de la primera semana, en lugar de mejorar, la persona puede comenzar con dolor abdominal, vómito, debilidad generalizada y dificultad para respirar”, explica Soto Estrada. “Es crucial que la persona acuda a un hospital o centro de salud para recibir atención”.
La tercera variante es el dengue grave o severo. En este caso, la persona puede presentar hemorragias a varios niveles, desde las encías hasta otras áreas, y puede desmayarse. Es urgente hospitalizar a la persona para estabilizarla hemodinámicamente y evitar su fallecimiento, ya que su vida está en riesgo.
En estados donde no hay casos de la enfermedad o donde los pacientes han sido trasladados desde otras regiones, el personal médico debe estar capacitado para atenderlos.
“Existen manuales específicos y estrategias desarrolladas por el sector salud para atender la enfermedad, pero es importante mencionar que no hay un tratamiento específico, ni un antiviral disponible contra el dengue”.
Por otra parte, no todos están familiarizados con la enfermedad en las regiones donde habitan, y a veces pueden confundir el dengue con otras enfermedades. Además, la automedicación es un riesgo, especialmente si ya hay signos de alarma como hemorragias, pues ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos, pueden aumentar el riesgo de sangrado. “Esta es una de las razones por las que se recomienda que la gente no se automedique”.
En 2023, los casos de dengue no grave eran 5,202 hasta la semana 32. Ahora, en la misma semana llevamos 18,818, lo que representa un incremento del 361.7 por ciento.
Sin embargo, comparando estas cifras con otros años, como 2014, cuando se registraron alrededor de 46,000 casos, o 2004, con unos 50,000, se puede poner en perspectiva.
“Si comparamos 2024 con otros años, estos números no son tan alarmantes. Pero hay algo muy importante: en años anteriores, el dengue hemorrágico era poco frecuente, pero ahora se ha incrementado notablemente, de 277 casos a 1,189, y eso es preocupante”, dice la investigadora.
“En 2023, para estas semanas aún no habíamos llegado al pico de casos. El año pasado, en la semana 31, el número de casos apenas empezaba a aumentar, pero ahora, desde la semana 20, sigue subiendo. Es probable que este año el número de casos sea más alto que el anterior”.
El aumento en los casos de dengue se debe a muchos factores.
“El dengue es una de las enfermedades que requieren apoyo gubernamental para las acciones que le corresponden, como el conteo larvario, la eliminación de objetos inservibles en patios, y las nebulizaciones para disminuir la población de mosquitos, sobre todo en esta época de lluvias intensas”, explica la investigadora.
Pero también la población debe colaborar. Es un programa muy complejo porque debe ser integral; si una de las partes no coopera, no funciona.
El agua acumulada en los recipientes de los patios es donde los mosquitos ponen sus huevos, que días después eclosionan, formando nubes de mosquitos. También depositan sus huevos en charcos dentro de las casas, macetas, trastos y llantas donde se acumula agua. “Por eso es importante que la gente mantenga limpios sus patios para evitar la formación de charcos”.
Aumento de los casos de dengue
Se ha observado que la circulación de los serotipos tarda algunos años en propagarse, pero los mosquitos se van desplazando hacia regiones cada vez más lejanas de su zona endémica. Antes se pensaba que el mosquito no habitaba en zonas altas, pero ahora ya está presente en todo el planeta.
“En 2023, en todo el mundo hubo 6.5 millones de casos con 7,300 defunciones. Sin embargo, en México todavía no había muchos casos. Recordemos que la propagación de los serotipos tarda uno o dos años en llegar a otros lugares, pero eventualmente nos alcanza”.
Los datos indican que en América hubo dos millones de casos entre la semana uno y la semana 13 de 2024. Esto afecta a toda la región, excepto a Estados Unidos y Canadá, principalmente por cuestiones climáticas, ya que son regiones muy frías.
El dengue es endémico en algunas regiones, pero también se presenta como brotes en muchos países. “En México se deben reforzar las medidas de control, ya que los casos son muchos, y una vez que los números se disparan, es muy difícil contener la enfermedad, especialmente porque sigue lloviendo, lo que crea las condiciones ideales para la proliferación del mosquito. Después de esta temporada de lluvias, el incremento en el número de casos puede ser muy alto.
“Pero el problema más preocupante es que la proporción de dengue grave se está incrementando. Por eso creo que se deben tomar decisiones desde el gobierno federal”, afirma la académica.
Vacuna contra el dengue
“Hay una nueva vacuna contra el dengue. Es de virus vivos atenuados y protege contra los cuatro serotipos. Se puede aplicar en personas de 18 a 60 años. En algunos ensayos clínicos se ha demostrado que es bastante eficaz, no tiene demasiados efectos adversos y ofrece una protección superior al 80 por ciento”.
En un artículo publicado en la revista Vaccine, “Consistency of immunogenicity in three consecutive lots of a tetravalent dengue vaccine candidate (TAK-003): A randomized placebo-controlled trial in US adults”, se menciona que su desarrollo se enfocó en vacunas tetravalentes para desencadenar la protección contra los cuatro serotipos del virus del dengue.
Según el artículo, la eficacia contra el virus del dengue y las hospitalizaciones se observó hasta 4.5 años después de la aplicación de la vacuna en niños y adolescentes en varios países donde la enfermedad es endémica.
Hace algunos años, en varios países endémicos y no endémicos, se aprobó la vacuna CYD-TDV o Dengvaxia, de los laboratorios Sanofi-Pasteur, pero se recomienda su uso en personas de seis años en adelante que ya hayan sufrido dengue. Tiene algunas contraindicaciones, lo que limita su empleo.
Dengue en México
Actualmente, en el país sólo hay cuatro entidades sin casos de dengue: Baja California, Chihuahua, Ciudad de México y Tlaxcala. Por otro lado, hay cinco estados con focos rojos debido a su muy alto número de casos: Colima, Morelos, Nayarit, Guerrero y Tabasco. Colima es el estado con más casos de dengue.
“De las 32 entidades, en 28 hay presencia de dengue, lo que subraya la importancia de tomar acciones contra la enfermedad”, concluyó la investigadora.