Una broma es para generar risa, para hacernos sentir bien pero no siempre podemos tener el mismo efecto. De hecho, una mujer puede interpretarla de tres formas distintas en comparación a un hombre que sólo capta una, explicó Eduardo Calixto, profesor de la Facultad de Psicología.
La gran mayoría de las bromas logran que se liberen dopamina y endorfinas en nuestro cerebro, nos encanta reírnos y es un proceso por el cual prácticamente homogeneizamos todas las conductas, las personas que ríen evidentemente contagian a los demás, añadió el también académico de la Facultad de Medicina.
Se trata de una de las emociones que más rápido se percibe, y que al mismo tiempo, podemos contagiar entre nosotros, aclaró el investigador universitario. Sin embargo, una broma nos hace sentir que controlamos lo que decimos y hacemos. Si nos reímos es porque sabemos cuál es la intencionalidad de este evento, pero para la mujer cambia a lo largo del mes, apuntó.
Existe un neurotransmisor llamado dopamina, y su liberación en el cerebro nos brinda felicidad. En el género femenino se libera más durante la etapa estrogénica, es decir, a la mitad del mes, cerca de su ciclo cuando está ovulando. Cuando una mujer está más cerca de la ovulación, se ríe más y tiene una intencionalidad de compartir más socialmente este proceso.
Eventualmente, agregó el académico universitario, cerca de la menstruación, la broma no se festeja de la misma forma. Pareciera que les cuesta más trabajo entender este proceso, de tal manera que, efectivamente, habrá que contarles tres o cuatro chistes más para que puedan entender la intencionalidad y pasar un buen rato.
“En cambio, la gran mayoría de los varones somos igual de simples en cualquier época del mes, pero debemos entender que somos simples en la medida que podamos controlarlo”, acotó.
De tal forma que el género masculino tiene la misma intencionalidad de reírse en cualquier época del año. En cambio, en las mujeres la risa cambia de acuerdo a la época y la broma.
Por ejemplo, un chiste que escuchen por la mañana, en la tarde le pueden dar otra interpretación. “Así de excelente es el cerebro femenino y así de maravillosas las interpretaciones de entenderlas”.
A mayor risa menos razonamiento
De acuerdo con el entrevistado, la broma se entiende en varias regiones del cerebro: en la memoria hipocampo; amígdala cerebral, donde se generan las emociones, y en la corteza prefrontal, que es la parte más inteligente.
Esta última región, ubicada por encima de los ojos, nos índica cómo reírnos, qué hacer cuando sucede e incluso cuando debemos parar porque ha sido demasiado, señaló.
Lo interesante es que entre más risas, más felices somos y menos lógicos y congruentes nos portamos. De tal manera que al reír mucho desaparece la parte objetiva e inteligente del cerebro, y paulatinamente, cedemos a muchos eventos sociales que en ese momento se pueden dar.
Cuando reímos por primera vez
¿A qué edad el cerebro empieza a interpretar la risa? Eduardo Calixto señaló que la risa aparece desde los tres meses de edad para nunca desaparecer.
Antes de esa edad los bebés sólo hacen muecas, pero gradualmente después del tercer mes respondemos a los procesos reactivos que nos dan risa, como son las cosquillas. Paulatinamente, el cerebro madura y desde los tres a cinco años comienza a entender las bromas y la intención de hacerlas, enfatizó.
“Claramente es un proceso que depende mucho del entorno social y de la interpretación de muchos eventos que socialmente pueden ser chistosos para algunas culturas y no para otras. No obstante, reírnos es un proceso de madurez cerebral”, concluyó.