La estimulación cerebral profunda es una alternativa quirúrgica que permite tratar los síntomas debilitantes que producen el Parkinson, resaltó el neurólogo del Centro Médico ABC, Héctor Rubén Martínez Hernández.
En el marco del Día Mundial del Parkinson, que se conmemora este martes, refirió que el Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta en mayor medida a adultos mayores de 60 años, sobre todo a hombres.
Comentó que si bien es posible controlar esta enfermedad con fármacos, cuya función es sustituir la pérdida de dopamina, la cirugía cerebral es una buena opción cuando éstos pierden su efectividad.
“Esto porque la dopamina (neurotransmisor) deja de ser suficiente para mantener un buen control de los movimientos”, expuso, al señalar que el Parkinson también ocasiona temblor, rigidez, problemas de postura, de equilibrio y para caminar.
Martínez Hernández explicó que la intervención quirúrgica consiste en colocar un dispositivo, similar a un marcapasos cardiaco, dentro de la cabeza del paciente para enviar estimulación eléctrica a áreas específicas que controlan el movimiento.
Este procedimiento permite bloquear las señales nerviosas anormales que provocan el temblor y los síntomas de la enfermedad de Parkinson, con buenos resultados, además de ayudarles a mejorar el sueño.
Aunque la mayoría de los pacientes necesitan tomar sus medicamentos después de someterse al quirófano, su consumo logra reducirse entre 60 y 80 por ciento, aseveró el médico.
En entrevista con Notimex, precisó que la cirugía se practica sólo en casos muy particulares o a quienes no toleran los fármacos.
“La selección de los pacientes es quizá lo más difícil y hacemos una evaluación neurológica muy completa y pruebas de memoria para determinar quién es candidato”.
“Ningún tratamiento, incluyendo la cirugía, es curativo. Son tratamientos para el control de los síntomas del Parkinson y sobre todo, para mejorar la calidad de vida de quienes lo sufren”, remarcó.
El especialista precisó que se trata de un padecimiento crónico y progresivo, porque los síntomas empeoran conforme evoluciona, pues al principio afecta sólo un lado del cuerpo y después avanza hacia otros sistemas del organismo hasta deteriorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
Refirió que en nueve de cada 10 pacientes hay disminución o pérdida total del olfato, sufren de estreñimiento, tienen problemas del sueño, pensamiento, memoria, depresión y ansiedad.
A 200 años de haberse publicado la primera descripción de la afección por el médico británico James Parkinson, el especialista refirió que hoy en día son todavía desconocidas las causas.
“Se cree que existen alteraciones en las células cerebrales (…) y llevan a una degeneración”, indicó.
En menos de cinco por ciento hay una explicación genética puntual, sobre todo cuando suele manifestarse antes de los 40 años de edad y en algunos grupos étnicos en particular.
Algunos estudios indican que las personas dedicadas a la actividad agrícola o vivan en zonas rurales, tienen un mayor riesgo de desarrollar Parkinson, debido a la exposición a herbicidas o pesticidas, recordó.
Aunque no hay estadísticas en torno al número total de enfermos de Parkinson, la segunda condición neurodegenerativa más frecuente en el mundo, Martínez Hernández estimó que en México hay más de 300 mil pacientes y muchos de ellos no están reconocidos.
El especialista en trastornos del movimiento subrayó que es común observar la enfermedad en la población mayor de 60 años de edad, lo cual sugiere que el aumento de la edad es un factor de riesgo para desarrollarla.
Aunque, destacó que en México también es alta la incidencia -dos por ciento- en menores de 40 años, lo que es conocido como Parkinson de inicio temprano y son muy raros los casos del Parkison Juvenil que se detecta antes de los 21 años de edad.
Añadió que la enfermedad de Parkinson es más frecuente en hombres, pues por cada tres pacientes hay una mujer y llamó a sumar esfuerzos para combatir la afección que a diferencia de otras degenerativas, ésta tiene tratamiento y hay avances médicos.