Esta tarde el milagro rondó en la grama del Estadio Olímpico Universitario y con una reacción bravía del equipo de Juan Francisco Palencia, los Pumas desafiaron lo imposible y rescataron un punto tras empatar a tres goles con los Xolos de Tijuana.
Un conjunto universitario que no atinó a descifrar el esquema defensivo planteado por Miguel Herrera, el cual le funcionó pues la efectividad del equipo fronterizo se hizo patente ante el desconcierto del equipo local y su afición.
Nuevamente, el “Zlatan” Castillo comandó la insurrección felina, quien al ’71 y con una espectacular cabriola dentro del área del Tijuana anotó el gol más espectacular de esta jornada 7. Pablo Barrera de tiro penal al ’78 y un autogol de Valenzuela al ’81, marcaron el destino del partido, y con ello, la explosión de felicidad de la hinchada universitaria al saber que este equipo tiene garra y lucha hasta el final.