Los planetas de nuestro sistema solar se formaron a partir de un disco de polvo de gas. Sin embargo, hay algunas propiedades del sistema solar que son peculiares en este contexto. En primer lugar, la masa acumulada de todos los objetos más allá de Neptuno (TNO) es solo una fracción de lo que cabría esperar. En segundo lugar, a diferencia de los planetas en sí, los TNO no orbitan en órbitas coplanares y circulares alrededor del Sol, sino que se mueven principalmente en órbitas inclinadas y excéntricas y se distribuyen de forma compleja.
Esto implica que algún proceso reestructuró el sistema solar exterior después de su formación. Sin embargo, algunos de los TNO, llamados Sednoids, se mueven fuera de la zona de influencia de los planetas. Por lo tanto, las fuerzas externas deben haber jugado un papel importante en la reestructuración del sistema solar exterior.
El estudio presentado aquí muestra que un vuelo cercano de una estrella vecina puede conducir simultáneamente a la densidad de masa inferior observada fuera de 30 UA y excitar a las TNO en órbitas inclinadas excéntricas, incluida la familia de Sednoids.
En el pasado, se estimó que tales sobrevuelos cercanos son poco frecuentes durante la etapa de desarrollo relevante. Sin embargo, nuestras simulaciones numéricas muestran que tal escenario es mucho más probable de lo anticipado. Un traspaso también explica naturalmente el desconcertante hecho de que Neptuno tiene una masa superior a la de Urano.
Nuestras simulaciones sugieren que muchos Sednoids adicionales a altas inclinaciones todavía esperan el descubrimiento, quizás incluyendo cuerpos como el planeta X postulado. En el pasado, se estimó que tales sobrevuelos cercanos son poco frecuentes durante la etapa de desarrollo relevante. Sin embargo, nuestras simulaciones numéricas muestran que tal escenario es mucho más probable de lo anticipado.
Un traspaso también explica naturalmente el desconcertante hecho de que Neptuno tiene una masa superior a la de Urano. Nuestras simulaciones sugieren que muchos Sednoids adicionales a altas inclinaciones todavía esperan el descubrimiento, quizás incluyendo cuerpos como el planeta X postulado.
En el pasado, se estimó que tales sobrevuelos cercanos son poco frecuentes durante la etapa de desarrollo relevante. Sin embargo, nuestras simulaciones numéricas muestran que tal escenario es mucho más probable de lo anticipado. Un traspaso también explica naturalmente el desconcertante hecho de que Neptuno tiene una masa superior a la de Urano. Nuestras simulaciones sugieren que muchos Sednoids adicionales a altas inclinaciones todavía esperan el descubrimiento, quizás incluyendo cuerpos como el planeta X postulado.