Uno de los problemas más comunes son los pies hinchados. A veces, por pasar mucho tiempo en la misma posición, en la oficina o en un viaje largo los pies pueden sufrir este problema, pero ¿por qué se da esta condición física?
Para conocer más sobre este problema, UNAM Global acudió con Carlos Arturo Hinojosa Becerril, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien explicó que “la insuficiencia venosa (como es llamado científicamente) se trata de un estado muy frecuente en el ser humano y se agranda conforme la edad aumenta.
¿Cómo funciona el organismo?
Toda la sangre que alimenta a las extremidades llega a través de las arterias, con éstas el organismo obtiene el oxígeno y nutrientes que los músculos y tejidos necesitan para vivir, explicó el también subdirector de investigación clínica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán.
Una vez que esos tejidos obtienen los nutrientes, se liberan a la sangre y son reclutados por los capilares y venas retornándolos al corazón, de manera ascendente desde las piernas.
Cuando el flujo llega a la ingle o atrás de la rodilla, hay una conexión con un sistema que recupera la sangre de muchos plexos venosos superficiales, donde hay una válvula que evita que el líquido se retorne. En este punto, el flujo es unidireccional y se dirige de manera ascendente al corazón.
“No obstante, con el desarrollo de la vida actual, las actividades de una persona, e incluso los antecedentes hereditarios, se encuentran involucrados para el desarrollo de la dilatación valvular venosa debido a la presión ejercida por el sistema venoso profundo”.
En particular el hecho de ser mujer se considera como factor de riesgo para el desarrollo de esta condición, por la relación que existe con el sistema reproductor, principalmente los ovarios, encargados de producir la hormona progesterona que favorece esta problemática, cuya función principal es facilitar a la placenta el desarrollo de vasos sanguíneos y puedan proporcionar oxígeno y nutrientes al bebé. También se le atribuye la función de provocar retención de líquidos en el cuerpo, con un efecto directo en el sistema venoso superficial, por tal motivo, el problema es más común, sobre todo, durante la gestación.
Cuando la sangre retorna por el sistema venoso superficial se encuentra en la arcada inguinal, a nivel de una unión llamada safeno-femoral -la conjunción de dos venas profundas a ese nivel- provocando el aumento de tamaño de la válvula.
El diámetro normal o adecuado es de 3 milímetros, pero cuando está dilatada puede llegar hasta los 10 milímetros. Así, llega un momento en que la válvula no tiene la capacidad para detener la sangre y todo se fuga al sistema superficial. Regularmente la sangre asciende verticalmente por la vena safena que ocupa parte del muslo, pierna y debajo de la rodilla.
Si la sangre se estanca en esta parte debido a la dilatación de esta vena, el líquido rojo circula de manera cíclica en la pierna sin aportar oxígeno ni nutrientes a los demás tejidos, y así se congestiona y satura el sistema venoso.
Por eso es que al encontrarse en una misma posición por largo tiempo, ya sea durante un viaje o por una actividad ocupacional, como permanecer sentado durante varias horas en un escritorio, ocurre una saturación progresiva del sistema venoso profundo y superficial, lo que detonará los síntomas.
Además de la hinchazón los síntomas incluyen calambres que resultan “muy incómodos”, al tener un impacto directo en el sistema nervioso, involucrando las terminales neuronales de los músculos. Incluso la piel pierde hidratación por la sobrecarga del líquido y en consecuencia surge comezón provocada por un estimulo de terminales nerviosas localizadas en el sitio de la molestia.
¿Qué hacer?
De acuerdo con Hinojosa Becerril existen ejercicios de higiene venosa con el propósito de ayudar a descongestionar el sistema venoso y de esa manera estimular los músculos de las piernas. Por ejemplo, realizar movimientos en tobillos y talones hacia arriba y abajo de manera continua distribuidos en bloques por un total de tiempo aproximado de 15 minutos.
Cuando se planea realizar un viaje prolongado es recomendable que cada dos horas se efectúen periodos de descanso para ejecutar los ejercicios de movimientos y así facilitar el drenaje circulatorio al igual que el caminar, elevar las piernas es una excelente estrategia porque favorece el descongestionamiento del sistema superficial venoso. “El único inconveniente es que al bajar estas extremidades el exceso de flujo regresa”.
Se encaminará a la prevención con medidas especiales, además de lo antes mencionado, con la intención de evitar complicaciones a largo plazo.
El especialista en el tema sugiere que lo importante es tener una evaluación con un angiólogo y cirujano vascular, quienes se encargan de evaluar el tamaño de las venas con el apoyo de un equipo de ultrasonido, y la exploración física. Con la finalidad de detectar dónde se sitúa el problema y ofrecer la mejor alternativa de tratamiento.
Cuando las venas rebasan los 10 milímetros de tamaño circunferencial, la probabilidad de que se generen coágulos es ocho veces mayor en el individuo, y es entonces cuando existe el riesgo de presentar una tromboembolia pulmonar o una trombosis venosa profunda.
¿Qué es la tromboembolia pulmonar?
La tromboembolia pulmonar es la oclusión de una parte del territorio arterial pulmonar cuando se genera un coágulo procedente de otra parte del cuerpo. En este punto, la persona poco a poco pierde la capacidad pulmonar provocando una condición llamada hipertensión pulmonar crónica.
“Se trata de una situación muy delicada y que impactará fuertemente en la calidad y esperanza de vida de la persona. Lo más grave de esos coágulos es que al ser de gran tamaño pueden provocar el paro instantáneo del corazón y surgir una muerte súbita”, concluyó el entrevistado.