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Patricia Galeana llama a deconstruir la cultura patriarcal

La independentista Leona Vicario (1789-1842), la escritora feminista Laureana Wright (1846-1896), la primera médico mexicana, Matilde Montoya (1859-1939), las revolucionarias Florinda Lazos (1898-¿?) y María Valentina Ramírez (1893-1979), la activista que luchó por el voto de la mujer en México, Elvia Carrillo Puerto (1878-1968), la luchadora social Amalia González (1898-1986) y la activista Esperanza Brito de Martí (1932-2007).

La lista de feministas mexicanas destacadas es más larga, aunque no como se desearía. Sucede que no todas fueron reconocidas, que no hay registros de sus nombres o de sus luchas, pues fueron censuradas, discriminadas o simplemente “relegadas a la casa”. Hoy en día vale la pena retomar sus historias para comprender por qué México lidera la lista de feminicidios a nivel regional, para entender por qué nos acosan en las aulas, en los trabajos, en la calle o hasta en la familia, y pensar en estrategias novedosas e incluyentes para cambiar la cultura patriarcal.

Ése es el objetivo del curso Historia de la lucha de las mujeres por sus derechos en México, el cual es impartido por la doctora Patricia Galeana estas semanas de agosto en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, en el marco del ciclo GrandesMaestros.UNAM.

Es clave repasar esta lucha porque durante muchos siglos fue “historia olvidada”. Porque muchas mujeres en México han pasado como “fantasmas silenciosos”, indicó la historiadora. “Si conocemos y valoramos la participación de las mujeres en la vida nacional podemos contribuir a superar los modelos patriarcales que aún subsisten y que tienen su expresión más deleznable en los feminicidios y en la violencia que sufren las mujeres hoy en día”.

El curso está dividido en 4 sesiones. En la primera se habló del concepto de género, de la equidad, los matrimonios, los deberes y las labores domésticas. En la segunda, del papel de la mujer en la época colonial y de las líderes insurgentes de la Guerra de Independencia.

En la tercera, a realizarse el lunes 13 de agosto, se hablará de las primeras revistas feministas y de las Adelitas revolucionarias. En la cuarta y última sesión, el martes 14, la doctora Galeana abordará la lucha por el sufragio femenino, que se dio hasta 1953, así como del rol de la mexicana como ciudadana y de la violencia de género actual.

“En México todavía falta muchísimo por avanzar. Somos el país de América Latina con el mayor número de feminicidios. Es una vergüenza. Además, vemos que (gran parte de) la violencia se da en la pareja. Hombres y mujeres consideran que la violencia es algo cotidiano, que es propio de la vida familiar. Eso es gravísimo”, destacó.

“En el sistema patriarcal se cree que el hombre nace para mandar y la mujer para obedecer. Por lo que, cuando la mujer no obedece, es violentada, golpeada y hasta asesinada. Hay que deconstruir la cultura patriarcal y construir una nueva cultura de respeto a la persona humana, independientemente de su sexo o de cualquier otra condición”, añadió.

La doctora Galeana celebra la nueva ola de movimientos feministas en países como Argentina, Chile, España, Estados Unidos y en ciertas partes de México, pero advierte también sobre la ultraderecha conservadora, de corte fascista y racista, que está en contra de las libertades que ha obtenido la mujer en el mundo.

Asimismo, aboga por la urgencia de una educación sexual seria desde la infancia, pues la violencia física y psicológica comienza a muy temprana edad. Ya no es como antes, cuando los abusos se daban luego del matrimonio; ahora todo empieza incluso desde la primaria, indicó.

“Mujeres jóvenes: tengan mucho cuidado con los novios controladores, los que te revisan hasta el celular. No acepten presiones sexuales. Hay que preparar a nuestros jóvenes y cambiar esta mentalidad de dominadores de los machos mexicanos. Es todo un cambio cultural”, concluyó Galeana, quien invita a estudiantes universitarios, académicos y al público en general a su curso, pero sobre todo a sumarse a la deconstrucción del patriarcado.