Considerados como los escombros de la formación del Sistema Solar, los asteroides son cuerpos rocosos de diferentes tamaños que orbitan el Sol, los cuales en su mayoría viven entre las órbitas de Marte y Júpiter, en el “cinturón de asteroides” que alberga cerca de 40 mil ejemplares.
Los asteroides, a diferencia de los planetas, no son redondos, tienen formas irregulares y nunca existe uno igual porque están compuestos de diferentes tipos de rocas y en ocasiones de arcillas, metales como níquel o hierro.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), precisó que los asteroides son el sobrante de la formación del Sistema Solar que inició hace cuatro mil 600 millones de años cuando una gran nube de gas y polvo se derrumbó.
La mayor parte del material cayó al centro de la nube y formó el Sol. Algunos polvos condensados en la nube se convirtieron en planetas; los objetos que están en el cinturón de asteroides nunca tuvieron la oportunidad de ser incorporados a los planetas.
Debido a que los asteroides se formaron junto a otros objetos dentro del sistema planetario, estas rocas espaciales pueden dar a los científicos información sobre la historia de los planetas y el Sol.
La agencia espacial estadunidense explicó que los asteroides del cinturón tardan de tres a seis años en completar una vuelta alrededor del “astro rey”.
Un asteroide puede ser empujado, fuera de su órbita, por el tirón gravitacional de un objeto grande como un planeta. Una vez que el objeto es atrapado por la fuerza gravitatoria de un planeta, puede transformarse en un satélite del planeta, de este modo ambos seguirán el mismo camino alrededor del Sol.
Los astrónomos piensan que de no ser por Júpiter que ejerce una fuerza gravitacional sobre los asteroides en el cinturón, los planetas interiores como Mercurio, Venus, Tierra y Marte serían bombardeados de manera constante por los grandes asteroides, destacó la NASA.
Si bien los asteroides son el remanente de la formación del sistema solar, cuando estos chocan entre sí, se generan otros cuerpos estelares más pequeños, llamados meteoroides.
De esta forma, si un meteoroide se acerca lo suficiente a la Tierra y entra a su atmósfera, se vaporiza y se convierte en meteoro para producir rayo de luz en el cielo, los cuales son conocidos como “estrellas fugaces”.
No obstante, en ocasiones los meteoroides no se vaporizan por completo en la atmósfera de la Tierra y llegan al suelo con el nombre de meteoritos.
Al igual que los asteroides, los cometas orbitan alrededor del sol, sin embargo, estos últimos parecen contener una mayor cantidad de hielo y gas.
La agencia espacial estadunidense detalló que cuando la órbita de un cometa se dirige hacia el Sol, tanto el hielo como polvo se comienzan a evaporar, este fenómeno produce la cola del cometa.