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Mayor contaminación al norte de la Ciudad de México

Científicos del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mapearon la contaminación de la Zona Metropolitana del Valle de México mediante el heno y musgo, debido a que son excelentes monitores naturales de los contaminantes del aire.

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El heno y los musgos son ideales para estudiar las huellas de la contaminación atmosférica porque absorben los contaminantes de forma diferenciada a través del aire y la lluvia.

“El heno absorbe los óxidos de nitrógeno directamente del aire y facilita su monitoreo a través de sus tejidos, mientras que los musgos permiten caracterizar el nitrógeno disuelto en la lluvia”, explica Erick de la Barrera Montppellier, director de la investigación donde se determinó —mediante el estudio fisiológico de los biomonitores— que estos muestran el mismo patrón detectado por los monitores electrónicos empleados para evaluar la calidad del aire.

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Entrevistado por la Agencia Informativa Conacyt, el especialista dijo que mediante pruebas fisiológicas, realizadas en colaboración con el doctor Edison Díaz Álvarez, caracterizaron los compuestos reactivos de nitrógeno que se depositan en la Ciudad de México.

“Además de que los compuestos reactivos de nitrógeno causan impactos económicos negativos asociados a la salud de las personas, también los causan a la fertilidad del suelo para la agricultura”, explicó.

Impacto ambiental

Los compuestos nitrogenados generados por actividades antropogénicas son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad a nivel mundial, ya que acidifica el suelo y favorece la proliferación de especies invasoras, agregó el investigador de la UNAM.

Los resultados de la investigación de los doctores Edison Díaz y Erick de la Barrera fueron publicados en la revista Scientific Reports y muestran el mismo patrón reportado por la red de 45 estaciones de monitoreo atmosférico en la Ciudad de México.

“Estas estaciones hacen mediciones directas de la contaminación, por lo que tienen resultados más precisos; sin embargo, la inversión para contar con una red tan grande es mucha”, contrastó De la Barrera.

Otro de los resultados particulares que confirmaron con esta investigación es que el noroeste del Valle de México presenta el mayor índice de contaminación atmosférica. Las hipótesis generadas con esta información concuerdan en que se debe a que esa zona del Valle de México concentra un gran número de fábricas y empresas que conforman parques industriales.

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Biomonitoreo: opción de bajo costo

Debido a que los resultados mostraron una gran efectividad, los investigadores piensan que el biomonitoreo puede ser una alternativa a los monitoreos tradicionales que son costosos debido a la implementación y operación.

La metodología descrita en la publicación puede ser utilizada en centros urbanos de menor tamaño y así conocer los riegos a los que están expuestos los habitantes debido a la contaminación atmosférica.

Los investigadores han comenzado un proyecto piloto en la ciudad de Morelia, sede del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, lo que puede servir para proyectar el mapeo de contaminantes mediante heno y musgos en otras regiones del país.

Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES)

Tiene como misión llevar a cabo investigación científica, formación de recursos humanos y vinculación con la sociedad, dirigidas a entender problemas ambientales relacionados con el manejo de sistemas socioecológicos, desde ópticas de trabajo disciplinarias, multidisciplinarias, interdisciplinarias y transdisciplinarias.

En la Ciudad de México, se han vinculado cerca de  10 mil muertes anuales debido a la contaminación atmosférica que proviene principalmente de los automóviles y de las industrias.

Fuente: Instituto Nacional de Salud Pública.