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La historia de Alberto y su perro, que lo acompañó a recibir su título.

Alberto y su perro Boss aman a la UNAM. Para el joven (que acaba de recibir su título de Licenciado en Contaduría de la Facultad de Contaduría y Administración) la Universidad representa todo: le dio una carrera, amigos y una forma de vida. Para el Boss, Las Islas es un lugar donde juega con otros perros, se revuelca en el lodo, corre libremente y se divierte al por mayor.

El día que recibió su título, Alberto Sánchez acudió a tomarse algunas fotos en el espacio que hay entre la Biblioteca Central y la Torre de Rectoría. Lo acompañaron su mamá, su papá, su novia, su mejor amigo humano y, por supuesto, su mejor amigo canino, el pitbull Boss.

El joven se distinguió por usar un traje negro, y su rostro no dejaba de sonreír. En esta ocasión no podía faltar su fiel amigo -vestido también de gala- con un atuendo que simulaba su camisa, traje y moño negro.

“No tengo palabras para agradecer lo que me dio la UNAM y Boss tampoco tiene ladridos para expresar cuánto se divierte en Las Islas de Ciudad Universitaria. Ambos amamos a la UNAM”, dijo el joven recién egresado.

Vida académica

Ingresar a la UNAM y titularse no fue sencillo. Alberto realizó tres veces el examen para ingresar. En sus primeros intentos quedó devastado, pero decidido, lo intentó una vez más.

Estaba en Cuernavaca cuando se enteró que había ingresado; emocionado llamó a sus papás para darles la notica, y por la emoción a los tres se les salieron las lágrimas.

Durante su estancia en la UNAM tuvo un año académicamente perfecto porque su promedio fue de 10. El promedio de toda la carrera fue de 9.3. Además, obtuvo una beca para estudiar su último semestre en el extranjero. El sitio elegido fue la Escuela de Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico (EAFIT) en Colombia.

Cuando llegó Boss

Era un 14 de diciembre cuando Boss llegó a la vida de Alberto. Justo cuando él estaba pensando en comprar un perro, una amiga le preguntó si quería adoptar un pitbull. Alberto aceptó la oferta y el cachorro llegó a sus manos con sólo mes y medio de vida.

Al principio fue un poco difícil porque no sabía cómo cuidarlo. El cachorro llegó muy pequeño porque su mamá tuvo problemas con la lactancia y ya no pudo amamantarlo.La historia de Alberto y su perro, que lo acompañó a recibir su título.

Sin embargo, poco a poco se acoplaron, duermen juntos y desde entonces son inseparables. Sin embargo, no se han acostumbrado a la nueva rutina. Durante la pandemia estuvieron juntos todo el tiempo, pero ahora Alberto tiene que ir a la oficina dos días a la semana, además, acude al gimnasio y Boss se queda en casa extrañándolo.

La gente siempre juzga a esta raza, dicen que son muy agresivos. Sin embargo, el joven de la UNAM explicó que Boss es muy cariñoso y además niñero. Le encanta jugar con otros perros y de agresivo no tiene nada.

“No sé qué haría sin él pues ya estoy muy acostumbrado a llegar y verlo, sacarlo a pasear, bañarlo y jugar con él”, concluyó el joven universitario.