- La presentación se llevará a cabo el sábado 26 de agosto, a las 17 horas, en la Sala Miguel Covarrubias. Estará abierta al público.
- Una de las propuestas será elegida para presentarse en 2018 en formato extendido, dentro del marco del Festival IMPULSO, Música-Escena, Verano UNAM
- El jurado estará conformado por especialistas en teatro, danza e interdisciplina
Más de 60 propuestas fueron recibidas en la primera convocatoria de arte escénico experimental del Festival IM•PULSO, Música-Escena, Verano UNAM. De entre éstas, seis proyectos fueron seleccionados para la siguiente etapa, en donde las compañías participantes, asesoradas por expertos, trabajaron en el desarrollo de una pieza original interdisciplinaria para presentar ante el público.
A manera de clausura del festival, el sábado 26 de agosto, a las 17 horas en la Sala Miguel Covarrubias, las compañías mostrarán un fragmento de 15 minutos en una función especial, a la que también asistirán tres especialistas en teatro, danza e interdisciplina quienes fungirán como jurado. La ceremonia estará abierta a todo el público y será de entrada libre.
La obra que resulte seleccionada por el jurado será producida en formato extendido de 60 minutos y se mostrará en la edición 2018 del festival IM●PULSO. Los criterios que el jurado evaluará serán el nivel técnico, escénico, musical y artístico,
IM•PULSO Futuro es una iniciativa que pretende motivar el arte experimental y la generación de artistas emergentes. Los proyectos reunidos en la selección de este año abordaron temas políticos, sociales o migratorios desde distintas disciplinas como la danza, el teatro, el performance o recursos multimediáticos e interdisciplinarios.
Los fragmentos que se mostrarán en la clausura retoman sucesos relevantes como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa evocado desde la danza; una visión distópica sobre el año 1968 elaborada por clowns; una reflexión sobre la migración hacia Estados Unidos como el sendero letal del héroe; el relato de una crucifixión que sucedió en un poblado de Oaxaca, y otros temas sociales.
Señor Mauro, de Eduardo Aguilar; G*land, de La Piara Teatro y Próspero Mx; Resistencia, de Pausa en Movimiento; Testoporky, del grupo Cromagnon; La Frontera Vagabunda, de La Quinta Teatro y Ataraxia, del equipo ATARAXIA son los proyectos que prepararon sus obras en el Salón de Danza de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y en otros espacios, durante el desarrollo del festival.
Señor Mauro es el proyecto de Eduardo Aguilar, su idea se inspira en la vida real, en un hombre que vivió hace treinta años en su pueblo natal, Ocotlán de Morelos, en el estado de Oaxaca. El personaje se hizo famoso porque una vez, tras una borrachera, representó a Cristo en la cruz en Semana Santa y al estar en el momento climático de la pasión, comenzó a gritar “Cristo quiere mear”, hecho que se volvió legendario entre las personas del lugar. En su proyecto el autor retoma este pasaje aunado a sucesos ficticios de su propia inventiva para crear un personaje de claroscuros que se me mueve entre lo chusco y lo violento.
Aguilar, estudiante de composición de la Escuela de Música de la UNAM, relató que en una primera etapa concibió la obra como una pieza musical; luego decidió experimentar con las posibilidades teatrales de la música y el sonido. Su aspiración es rescatar lo que definió como lo oculto de los pueblos contemporáneos de México, “algo que sigue allí aunque que muchas veces es ignorado por distintas razones.”
Desde la perspectiva del clown, el equipo de La Piara Teatro y Próspero Mx, integrado por Jerónimo Best, Artus Chávez y otros colaboradores, preparó G*land o Gayland. El trabajo se nutre de una serie de eventos sucedidos en 1968, como la declaración del año internacional de los Derechos Humanos; el asesinato de Robert Kennedy y del activista afroamericano Martin Luther King; además del primer beso interracial en la historia de la televisión.
Chávez define G*land como una isla ficticia a la que migraron voluntariamente muchas personas en 1968 para fundar una utopía basada en los derechos humanos. El problema surge cuando una mujer llegada del mundo real, lleno de conflictos y guerras, naufraga en las playas de esta misteriosa isla, lo que pone a prueba la tolerancia de los habitantes de este mundo feliz. El proyecto reflexiona también sobre las deficiencias en materia de derechos humanos que se viven en nuestra época, además de indagar en la capacidad humana de aceptar al otro.
Inspirado en la tragedia sucedida a los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Resistencia es un fragmento de danza con narración interactiva, donde podrá participar el público. Este trabajo está a cargo de Paula Rechtman, coreógrafa y bailarina mexicana, quien se inscribió a la convocatoria con el colectivo Pausa en Movimiento, al lado de la cantante Leika Mochán, el músico Juan Pablo Villa, y las bailarinas Yuridia Ortega y Alejandra Aparicio, entre otros artistas.
En IM•PULSO Futuro también participa el grupo Cromagnon (Diego Saldaña, Alejandro Guerrero, Axa Urieta, Gibrán Andrade y Sabé Orozco) con su pieza Testoporky, en la que a través de la creación colectiva y el teatro, retoman el polémico caso de abuso sexual que protagonizaron los llamados Porkys de Veracruz.
En la ceremonia de cierre de la convocatoria también podrán verse La Frontera Vagabunda, fragmento donde el grupo La Quinta Teatro emplea como punto de partida la migración latinoamericana hacia Estados Unidos, a través de México, este último visto como la gran frontera; y Ataraxia, del equipo ATARAXIA, donde cuatro bailarinas acompañadas de música de meditación y un sintetizador mostrarán un ritual escénico inspirado en tradiciones de pueblos originarios, que pretende conectar emocionalmente con el público.