Ida Vitale recordó que en el año 1974 se interrumpió la democracia en Uruguay, su país natal. Vivió el exilio y los exilios, para ella, enriquecen. Para la Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2018 hay una cosa que acompaña y supera a los premios y es el contacto con los amigos viejos y con los amigos nuevos.
Durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2018, Vitale afirmó que los exiliados que fueron acogidos y recibidos en ese 1974 en México tuvieron la mayor felicidad que un exiliado puede tener: ser integrado, “pudieron formar parte de una cultura, un modo de vida, de una felicidad de vida compartida naturalmente”.
Agregó que “lo más necesario es tener un modo de vivir durante años y dar la oportunidad de que el que llegue haga lo que pueda hacer, lo que quiera hacer de la mejor manera posible, es decir, yo quería leer, yo quería escribir y eso me lo dio generosamente México”.
Recordó al poeta y Premio Nobel de Literatura Octavio Paz, quien ejerció “un magisterio discretísimo, no era sólo un gran maestro, sino un humano generosísimo”.