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Ofrece UNAM atención psicológica a personas migrantes

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  • La plataforma UNAM, Acción Migrante es una herramienta digital desarrollada por la Universidad para ayudar, legal y psicológicamente, a las y los afectados por las políticas de EU

Cuando cumplió 16, Carolina dejó México para probar mejor suerte en Estados Unidos. Hoy tiene 41 años y radica en una pequeña comunidad de California, junto a su familia, pero sin papeles. Ha pasado más de la mitad de su vida en aquel país y, hasta la fecha, no había visto a ninguna presidencia impulsar posturas tan hostiles hacia los migrantes como la actual, con su estrategia de deportaciones masivas. “Vivimos con miedo. Lo primero que hago al despertar es mirar por la ventana por si sucede algo sospechoso ahí afuera”, confiesa la ahora madre de tres hijos.

Sentir tanta incertidumbre, todo el tiempo, puede generar ansiedad, depresión o estrés postraumático; de ahí la importancia de atender a los migrantes que comienzan a experimentar estragos emocionales debido a su situación, señala María Elena Medina-Mora Icaza, coordinadora del apartado de Salud Mental de la plataforma UNAM, Acción Migrante (accionmigrante.unam.mx), una herramienta digital desarrollada por la Universidad —en colaboración con otras entidades— para ayudar, legal y psicológicamente, a los afectados por estas nuevas políticas.

“Nos enfocamos en tres grupos: gente indocumentada en Estados Unidos; migrantes en México ya sea por haber sido deportados o por estar en tránsito, y en los primeros respondientes (es decir, personal con el que los migrantes establecen un contacto inicial, como trabajadores sociales, voluntarios o personal de los consulados), pues sus labores, en especial en estos tiempos, pueden resultar abrumadoras”, añade.

A últimas fechas, Carolina confiesa sentirse perseguida y ha comenzado a mirar con recelo a quien pasa junto a ella. Ya sólo sale a trabajar, al colegio de sus hijos y a comprar víveres, y en estas breves excursiones no puede evitar sentirse juzgada por quienes ella llama “personas blancas”. Hace poco le prescribieron ansiolíticos y antidepresivos.  

Al respecto, Medina-Mora subraya que, al detectar alguna alteración en el ánimo, “es crucial atenderse lo antes posible, pues no hacerlo puede llevar a que estados emocionales adversos se agraven”. Por ello, en la página UNAM, Acción Migrante, al ingresar a la sección de Salud Mental, se despliega un cuestionario que la persona puede, voluntariamente, contestar a fin de recibir información sobre su estado de salud y, en caso de notar algún foco rojo, solicitar ahí mismo ayuda profesional.

El tratamiento ofrecido se brinda vía remota y podrá ser recibido a través de una tableta, computadora o un celular, algo muy conveniente para el creciente número de migrantes que, como Carolina, prefiere encerrarse en sus hogares para evitar caer en alguna redada.

“Para preservar la seguridad de los usuarios –añade Medina-Mora– la evaluación de salud mental se realiza de forma anónima. Sólo de requerirse atención se le solicitarán datos al interesado en una segunda etapa, pero estos se manejarán de forma confidencial y segura”.

De febrero a junio, se calcula que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha detenido a más de 50 mil personas, y un número similar ha sido deportado entre febrero y abril de este año.

En este marco, las cada vez más frecuentes redadas antiinmigrantes han comenzado a generar olas de descontento entre la población afectada y dado pie a protestas en las calles. Como explicó un migrante congoleño a pregunta expresa de un medio de Seattle: “Si algo sabemos de la deportación es que te vas sin nada. Pese a todo lo que construiste te regresan con las manos vacías. Eso es en realidad lo que me destroza”.

A Carolina, estos nuevos escenarios le parecen angustiantes y tristes, pero está consciente de la importancia del cuidado propio y por eso ha buscado ayuda psiquiátrica y refugio tanto en su fe como en su familia. “No sé dónde estaremos en una semana, en un mes o en un año, pero como le digo a mis hijos, debemos tener confianza, estaremos bien”.

Un esfuerzo de muchos

A decir de la doctora Medina-Mora, la idea de que la ayuda esté siempre a la mano y de que, incluso, quepa en nuestros bolsillos, fue lo que la motivó, a ella y a sus colegas, a sumarse a este proyecto. “Brindar atención psicológica a través de un celular abre muchos horizontes”.

Para crear el apartado de Salud Mental de la plataforma UNAM, Acción Migrante se tomó como base la investigación de la profesora Silvia Morales Chainé, realizado en la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM (con apoyo de otras instituciones) durante la pandemia de COVID-19.

Dicha labor permitió desarrollar un sistema, vía internet, para dar consulta vía remota durante el largo aislamiento social que se vivió durante todo el año 2020 y parte del 2021, añade la también integrante de El Colegio Nacional. En ese lapso, cerca de 200 mil usuarios contestaron el cuestionario y recibieron información sobre su estado de salud y, en caso necesario, sobre el tipo de ayuda que podían recibir.

Ante los escenarios adversos que se están dando en EU, la herramienta se adaptó para atender a migrantes. Se ignora qué tan alta será la demanda de servicios, pero si se considera que la actual administración estadounidense amenazó con deportar a “millones y millones” y que en los Estados Unidos hay 11 millones de indocumentados (la mayoría proveniente de México), la cifra podría ser muy alta.

“Lograr algo así sólo es posible a través de la suma de esfuerzos”, detalla Medina-Mora. Y es que en el diseño y puesta en marcha de la plataforma UNAM, Acción Migrante, además de entidades de la Universidad (como las direcciones generales de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, y de Atención a la Comunidad), participaron la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, la sección mexicana de la Comisión de Salud Fronteriza México-EU y el Instituto de Mexicanos en el Exterior, entre otros.

Del 17 de febrero (cuando se lanzó la plataforma) al 4 de junio de 2025, 439 personas se han registrado en la aplicación y 336 han avanzado con el tamizaje corto inicial, lo que significa que el 76.54 por ciento ha comenzado a recibir ayuda. Esto se traduce en 683 sesiones (40 mil 980 minutos de atención psicológica a distancia) y en 81 sesiones de seguimiento (4 mil 860 minutos de monitoreo del mantenimiento del cambio en los factores protectores a la salud mental de los migrantes y primeros respondientes).

La doctora Medina-Mora sabe que, mientras se den estas recurrentes crisis económicas, de violencia y ambientales, las migraciones masivas continuarán, por lo que anticipa que UNAM, Acción Migrante seguirá en funciones en los años por venir. “Por el momento, los recursos de la plataforma se encuentran en español, pero queremos que estén también en francés, portugués y en lenguas originarias, pues el espectro migrante es muy amplio. Sin embargo, hay que destacar que esta herramienta ya está en funciones y que tiene el potencial de ayudar a miles. Para nosotros, ésta es una manera de regresarle a la comunidad mexicana, latinoamericana y del Caribe lo mucho que de ellas hemos recibido como Universidad”.