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Entrega la UNAM el Reconocimiento Alfonso García Robles 2023

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  • Es un gesto de aliento para quienes dedican sus esfuerzos a aliviar pesares e incertidumbres y mejorar la condición de las y los migrantes, sostuvo Enrique Graue Wiechers
  • Con la distinción, la UNAM orienta a la comunidad y la sociedad sobre la importancia de respetar y salvaguardar la dignidad humana de todas las personas, dijo José de Jesús Orozco Henríquez
  • La migración no se va a detener al paralizar trenes ni mucho menos levantando muros o con políticas migratorias inhumanas, aseveró Norma Romero Vásquez

Al entregar el Reconocimiento Alfonso García Robles 2023 para labores destacadas a favor de las personas migrantes, el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, afirmó que esta distinción manifiesta los valores y aspiraciones de la Universidad de la nación y es un recordatorio de la importancia del esfuerzo colectivo para construir un mundo con mayores oportunidades, más justo y menos desigual.

Este año las personas y organizaciones galardonadas son: Centro Romero; Programa de Migrantes de la Fundación Carlos Slim; Abogados por los Derechos Civiles; Accueil Parrainage Outaouais; Norma Romero Vásquez, coordinadora de “Las Patronas”, Grupo de ayuda humanitaria a migrantes; Casa Marianella; y Derechos Humanos Integrales en Acción.

En ceremonia híbrida, Graue Wiechers recordó que este galardón surgió frente a las declaraciones xenofóbicas hacia la migración mexicana en Estados Unidos, y con el propósito de visibilizar y agradecer el trabajo de quienes actúan en favor de los migrantes, quienes lo único que pretenden es vivir en paz y con dignidad.

Acompañado por la presidenta en turno de la Junta de Gobierno de la UNAM, Gina Zabludovsky Kuper; y el presidente de la Junta de Patronos, Mario Luis Fuentes Alcalá, el rector expuso que en 2017, al instituirse el reconocimiento, en México aún no se había presenciado la explosión de migración centroamericana hacia la frontera norte que ha alcanzado cifras alarmantes, convirtiéndose en una crisis humanitaria de dimensiones mayúsculas.

Este fenómeno ha generado escenarios en los que las autoridades son omisas o incapaces de garantizar condiciones mínimas de protección y auxilio. “Todas y todos hemos observado con indignación las condiciones de inseguridad, pobreza, abandono y marginación a la que está sujeta esta desesperada población.  Ante ello, la sociedad civil ha asumido -de diversas maneras- iniciativas de auxilio y solidaridad con acciones humanitarias que atienden el sufrimiento y vulnerabilidad de las personas migrantes”.

Por ello, remarcó, esta distinción a personas, organizaciones o redes de colaboración es, hoy en día, más vigente que nunca.

“Es un gesto de aliento y reconocimiento a quienes dedican muchos de sus esfuerzos de vida para aliviar pesares e incertidumbres y así mejorar la condición de las y los migrantes. Es un agradecimiento de la Universidad de la nación al esfuerzo, solidaridad, profesionalismo y vocación de servicio de quienes han sido y hoy son galardonados.

“Es también una oportunidad para dimensionar la responsabilidad que todos tenemos hacia la mejor solución de este problema que ya nos ha rebasado y ante el cual es urgente actuar en todos los frentes”, resaltó.

Previamente, el exmiembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, José de Jesús Orozco Henríquez, señaló que la migración se ha incrementado en el planeta desde hace cinco décadas. En 2020 hubo 281 millones de migrantes, 3.6 por ciento de la población mundial y más del doble de la población total de México. Además, nuestro país es, después de la India, la segunda nación con más migrantes internacionales, con casi 11 millones de ellos; y Estados Unidos sigue siendo el principal destino, con 51 millones de personas nacidas en el extranjero.

Aunque la historia de la humanidad acredita que las personas migrantes contribuyen de manera positiva a sus comunidades de origen y acogida, proliferan tendencias xenófobas y racistas que los hacen víctimas de desaparición, ejecución, trata y demás vejaciones.

“Al honrar a las personas y organizaciones defensoras de derechos humanos galardonadas, nuestra Universidad Nacional se honra a sí misma, alecciona y orienta a la comunidad y la sociedad sobre la importancia de respetar y salvaguardar la dignidad humana de todas las personas, especialmente de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad como los migrantes”, dijo.

Desarmar mitos e intolerancia

En representación de los galardonados, Norma Romero Vásquez, coordinadora de “Las Patronas”, Grupo de ayuda humanitaria a migrantes en Amantla de los Reyes, Veracruz, indicó que la distinción es para un equipo conformado por mujeres, quienes dan luz acercando un plato de comida, un vaso de agua, o acompañando a los migrantes a un hospital.

Ellas, apuntó, han visto en los últimos meses el aumento de personas venezolanas, cubanas, colombianas que buscan dónde refugiarse para después continuar su camino hacia el norte, y cómo en días recientes familias enteras intentan llegar a la frontera norte, a través de los trenes de carga, pero son señaladas de paralizar el flujo de mercancías y pérdidas económicas.

“Los cientos de mujeres y hombres intentarán llegar al norte de una u otra manera. Creemos firmemente que la migración no se va a detener al paralizar los trenes dos o tres días, ni mucho menos levantando muros o con políticas migratorias inhumanas. Que no se nos olvide que México no es solo país de tránsito, sino un exportador de migrantes que huyen de la inseguridad, la pobreza y el despojo que se viven en sus comunidades”, acotó.

De igual forma, Iván Espinoza, de la agrupación Abogados por los Derechos Civiles, expresó: recibir el reconocimiento que lleva el nombre de un premio Nobel es un acto rico en inspiración y así como Alfonso García Robles se dedicó al desarme, hoy debemos desarmar mitos sobre las personas migrantes; desarmar la intolerancia, la ignorancia, el odio, los prejuicios, el racismo y la xenofobia.

El galardón, añadió, llama a reflexionar sobre tres aspectos: la importancia del servicio comunitario, pues es fundamental ayudar a hacer del mundo un lugar mejor; la relevancia de la dignidad humana, es decir, que las personas más humildes merecen nuestra protección y respeto; así como fomentar el cambio estructural y unir fuerzas a nivel local, regional y global. “Queda largo camino por recorrer, pero juntos podemos ampliar nuestras libertades y oportunidades”.

En su oportunidad, Daysi Funes, del Centro Romero, subrayó que esta organización y la Universidad Nacional comparten un propósito: servir a la comunidad. Relató el trabajo que realizan a partir de 1984, en Chicago, para atender a la creciente población latina migrante. “Nuestro objetivo es empoderar a aquellos con menos opciones”.

En 2022, con la ayuda de voluntarios dieron apoyo a más de 25 mil 480 personas, a fin de sentar las bases para un futuro mejor.

Asimismo, para febrero próximo esperan que un grupo de jóvenes del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) puedan asistir a la UNAM.

Al hacer uso de la palabra, Fernando Serrano Migallón, exdirector y académico de la Facultad de Derecho, destacó la vocación humanista de Alfonso García Robles en organismos internacionales y que México ha sido tierra de protección y asilo a lo largo de su historia.

Reiteró que los derechos humanos, así como la libertad y la justicia siempre están en peligro y es nuestra obligación velar por su respeto y su defensa. Consideró que la sociedad civil en México y el mundo ha asumido esa responsabilidad y muestra de ello son las personas y organizaciones galardonadas.

La Universidad, prosiguió, ha acompañado estas luchas, al igual que sus profesores y alumnos; ha manifestado su vocación indeclinable por el derecho y la justicia, y reafirma que ha sido, es y será para siempre la casa de la libertad. En la ceremonia estuvieron el abogado General de la UNAM, Hugo Concha Cantú; el coordinador de Proyectos Académicos de esta casa de estudios, Jaime Martuscelli Quintana; el presidente de la Fundación Diplomática Alfonso García Robles A.C., Rafael Medina Martínez; y el coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, entre otras autoridades e integrantes de la comunidad universitaria.